Arqueología

El ritual científico para despejar el enigma de una ballena de montaña

Un grupo de arqueólogos de la UAB quiere resolver el misterio de la costilla de ballena en una ermita de la Alta Garrotxa

Miquel Molist y Ramon Buxó con la costilla de ballena en el altar de la ermita de Santa Bárbara Pruneres.
Júlia Bagué
26/11/2025
4 min

Santa Bárbara Ciruelos (Oix)La pequeña iglesia románica de Santa Bárbara de Pruneres, en la Alta Garrotxa, se convirtió en un espacio de culto a la ciencia ya la historia. Durante un concurrido encuentro, celebrado un domingo de mediados de octubre, un pedazo de costilla de ballena de unos dos metros de largo fue objeto de devoción y análisis por un equipo de arqueólogos de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), mientras más de un centenar de fieles eran testigos de la escena. El inmenso hueso fue descolgado de la capilla lateral donde se exhibe desde el 2004 y colocado en medio del altar, desde donde los científicos de la UAB extrajeron, ceremoniosamente, muestras para analizarlas.

Jordi Solanich, el responsable de todo este alboroto, se instaló en la rectoría de la ermita de Santa Bárbara en 2000, con el permiso del obispado y el compromiso de restaurar y mantener la ermita, lo que ha ido haciendo con esfuerzo y cuidado. En una revista del pueblo encontró un artículo que menciona una costilla de ballena que, supuestamente, había sido resguardada en la ermita durante siglos, hasta que, durante la Guerra Civil, un vecino aprovechó para quedársela. Solanich la localizó, y después de años de tira y aflojas con este vecino, le convenció para que devolviera la costilla a la ermita.

Jordi Solanich descolgando la chuleta de ballena para proceder a los análisis.

La curiosidad de los arqueólogos

El misterio del origen de la costilla y el porqué de su exhibición en la iglesia volvieron a plantearse cuando subieron a Santa Bárbara un grupo de arqueólogos de la UAB, entre ellos los profesores Miquel Molist, Maria Saña y Joan Oller, acompañados por Ramon Buxó, del Museo de Arqueología de. Iban atraídos por las suculentas arrozadas para grupos que organiza Solanich, pero quedaron fascinados por el enigma de la costilla. Como a muchos visitantes, Solanich les explicó su teoría sobre el origen de la costilla: que podría ser un tesoro de guerra de Lepanto, donde en 1571 tuvo lugar una gran batalla naval que enfrentaba al imperio otomano ya los cristianos. Muchos catalanes empobrecidos acudieron como mercenarios y regresaron con numerosas ofrendas y recuerdos que depositaron en iglesias para agradecer la protección divina durante la batalla. El ermitaño de Santa Bárbara Pruneres (Oix) también les dijo que la otra mitad de la costilla podría ser la que hay en la iglesia de Santa Justa y Santa Rufina de Prats de Molló. Los arqueólogos, entusiasmados con esta historia, se propusieron encontrar la antigüedad aproximada del hueso e investigar su procedencia.

Arqueólogos de la UAB en el momento de tomar las muestras de la costilla de ballena de Santa Bárbara Pruneres.

Un rorcual común de 70 toneladas

El encuentro de la chuleta de ballena fue, según los organizadores, "un cirio montado para confirmar o desmentir las leyendas y las especulaciones sobre su origen" y recaudar fondos para pagar el coste de los análisis. La recogida de muestras debe servir para encontrar una datación aproximada a través de la prueba basada en el carbono 14, pero también querían descubrir su especie y su origen. Por eso, contaron con una arqueóloga especialista en las ballenas de la prehistoria, Krista McGrath, que ha hecho una prueba a partir del colágeno y la proteína de los restos de los huesos. Asegura que ha trabajado con muchas ballenas, pero que "normalmente no son ballenas de montaña", añade con ironía. Los resultados de la datación todavía están por determinar, mientras que los de la especie ya son concluyentes: se trata de una Balaenoptera physalus, o rorcual común, la más abundante en el Mediterráneo, aunque también se pueden encontrar en el Atlántico. Esta especie suele promediar unos 20 metros de longitud y pesa unas 70 toneladas.

Maria Saña, especialista en restos de fauna, coincide con McGrath en que se trata de un hecho poco común y muy interesante, y comparte su ilusión por la organización de actos como el que se celebró en Santa Bárbara, que ayudan a difundir el trabajo de los arqueólogos y el interés por el patrimonio de una forma atractiva y divertida. "Con este tipo de proyectos debemos buscar la financiación allá donde podemos. Estamos muy contentos del recibimiento y el interés que ha tenido la iniciativa". Saña no confirma ni desmiente que el hueso pueda provenir de la batalla de Lepanto: "Tenemos muchas preguntas. Cuando hayamos determinado la cronología podremos empezar a formular hipótesis". Añade, sin embargo, que a menudo los resultados responden a algunas preguntas pero generan otras muchas.

El encuentro de la ballena reunió a un centenar de personas que acabaron cantando en la sobremesa.

La lucha contra el mal

El historiador Joan de Déu Domènech recoge las diversas teorías sobre el fenómeno de los restos de ballenas en las iglesias en su artículo Cocodrilos y ballenas en las iglesias. Asegura que, antes de que las iglesias quedaran bastante desguarnidas "debido a incendios y concilios, desamortizaciones y pastorales, guerras y anticuarios", eran espacios decorados con pinturas y retablos, pero también con restos de ballenas, cocodrilos y otras curiosidades. Según la tradición, se trataría de una ofrenda más, pero también hay quien defiende que se conservaban y exhibían por su interés natural. El templo era el museo de historia de la humanidad y exhibía todo lo digno de ser visto de la creación divina: desde una amplia colección de retablos hasta un inmenso monstruo marino. Domènech propone una tercera teoría que relacionaría la presencia de estos restos con la lectura bíblica del dragón vencido: "Colgar cocodrilos y ballenas de las columnas y bóvedas de los templos no sería más que la afirmación del triunfo sobre el dragón, el mal, Leviatán. La piel de cocodrilo y los huesos de ballena son los.

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