82 millones de personas desplazadas por la fuerza en el mundo: una cifra histórica
Hay más refugiados, pero la pandemia ha hecho que sean menos los que encuentren un lugar seguro donde establecerse, alerta ACNUR
BarcelonaEn el mundo hay más personas desplazadas por la fuerza que nunca: 82,4 millones que han tenido que huir de su casa amenazadas por guerras, conflictos, persecuciones, violaciones de los derechos humanos y conflictividad social. Ya hace nueve años que este dato, recogido en el informe anual de Tendencias Globales de Desplazamiento Forzado de ACNUR (Agencia de la ONU para los Refugiados), no para de aumentar. Pero la pandemia les ha complicado todavía más las cosas: 160 países han cerrado las fronteras, de forma que se ha reducido drásticamente (un 45%) el número de peticiones de asilo registradas en todo el mundo. El excepcional contexto ha dejado desamparadas a muchas familias que necesitaban protección.
En el mundo hay el doble de refugiados que hace una década: en 2010 eran 41 millones. Hoy una de cada 95 personas es desplazada forzosa. También es histórica la cifra de desplazados forzosos dentro de su país, que llega a los 48 millones. Y las guerras y la persecución siguen ensañándose con los más débiles: del total de la población desplazada, un 42% son menores y aproximadamente 1 millón de niños han nacido como refugiados entre 2018 y 2020. El covid-19 también ha sido un factor desencadenante de movimientos de población, por ejemplo, en el Yemen. Al menos 10.000 personas encuestadas aseguraban que la crisis económica, el impacto que ha tenido en los servicios y el miedo a contraer el virus habían sido razones para desplazarse desde los focos del virus a zonas menos afectadas del país.
Pero lejos de ser una realidad inabarcable, las causas de los éxodos se circunscriben a algunas situaciones de crisis, muchas de las cuales se han enquistado en la última década. Y es que más de dos tercios de los refugiados del planeta provienen de cinco países: Siria (6,7 millones), Venezuela (4 millones), Afganistán (2,6 millones), Sudán del Sur (2,2 millones) y los rohingyas desplazados por la política de limpieza étnica de Birmania (1,1 millones). Y el peso no recae en Europa ni en los países más ricos: el 86% de los refugiados están acogidos en países en desarrollo.
El 2020 también ha sido un año de empeoramiento de crisis alimentarias, conflictos prolongados y clima extremo. El cambio climático provoca cada vez más desplazamientos y aumenta la vulnerabilidad de las personas que ya han tenido que huir. Al mismo tiempo, muchas viven en países menos preparados para responder a la crisis climática donde carecen de recursos para adaptarse a un entorno cada vez más hostil. Los desastres naturales provocaron el año pasado 3,7 millones de nuevos desplazamientos internos en el mundo, la cifra más alta de la década. La dinámica de la pobreza, la inseguridad alimentaria, el cambio climático, los conflictos y los desplazamientos están cada vez más interconectados y se refuerzan mutuamente. Aprender a gestionar estas crisis será uno de los grandes retos humanitarios de los próximos años. Las previsiones para el 2021 afirman que el número de personas en riesgo de pobreza a causa del covid-19 aumentará hasta llegar a niveles nunca vistos.