Los turistas atrapados en Etiopía vuelven a Barcelona y se defienden: "Nadie dijo que la zona estaba mal"
El gerente de un hotel, y no la embajada, gestionó la evacuación con el ejército etíope, según la agencia organizadora del viaje
BarcelonaEntre aplausos, lágrimas y abrazos han llegado esta tarde al aeropuerto de El Prat los nueve turistas catalanes y su guía, que han permanecido diez días atrapados en el fuego cruzado entre los rebeldes y el ejército en el norte de Etiopía. El resto del grupo de 19 personas había llegado esta mañana a Madrid y Valencia, todos ellos procedentes de Estambul. Un viaje de vacaciones que se convirtió en un infierno.
La rebelión de la milicia FANO les sorprendió en pleno viaje, el 2 de agosto: "Estalló todo cuando estábamos allí y no entendíamos qué pasaba, de repente nos encontramos en medio del fuego cruzado y tuvimos que esconder nos en el suelo del camión", recordaba esta tarde Noelia Bertran, la guía del viaje, organizado por la agencia Kananga. El grupo se refugió en un hostal de carretera, donde los acogieron.
No eran objetivos
"Oíamos disparos y hemos visto muertos, no podíamos salir de allí sin alguien que nos escoltara", recuerda la guía, que admite que todavía tiene que "trabajar emocionalmente" toda la tensión acumulada, que no expresó porque "debía ser el pilar del grupo". En el hostal estaban en condiciones precarias, comiendo sólo arroz y pan y sin agua corriente, pero en ningún momento fueron objetivos ni de los rebeldes ni del ejército. Más bien lo contrario. Algunos milicianos comían en el mismo hostal y cuando se dieron cuenta de que las armas incomodaban a los turistas se apartaron e incluso escoltaron a un miembro del grupo que necesitaba medicación hasta una farmacia. Tampoco el ejército era una amenaza directa: "Ni los FANO ni el ejército tienen nada contra los turistas, pero en situaciones como ésta, si no tienes protección, puedes caer en manos de bandidos, por eso debíamos esperar hasta tener una vía de salida segura", relata la guía. Y la salida llegó el viernes cuando el ejército les evacuó en un helicóptero militar desde el lugar donde les había sorprendido la revuelta, en Addis Zemen, hasta Bahir Dar, una zona segura, sanos y salvos.
Una de las situaciones más difíciles fue cuando les hicieron encerrarse todos juntos en una habitación del hostal, donde pasaron 50 minutos a oscuras y en silencio. "Estábamos quince en la misma habitación, esperando sin saber si entrarían militares, porque decían que tomarían el pueblo y temíamos que pudiéramos ser víctimas del fuego cruzado", recordaba una de las turistas.
"Yo cada mañana me levantaba pensando dos alternativas para ofrecer al grupo para salir de ahí. Me hundí cuando el cónsul, con el que hablaba cada día, me dijo que no podíamos hacer nada", relata la guía. La agencia de viajes asegura que la solución llegó gracias al gerente del hotel de Bahir Dar, quien contactó personalmente con el general Abebaw Taddese, quien "dio la orden para el rescate en helicóptero", y también gracias al alcalde de Bahir Dar, Dresse Sahilu Goshu, quien "veló por la seguridad de todo el grupo" El ministro de Exteriores español, José Manuel Albares, decía este lunes que "a través de los contactos con los que han colaborado diferentes personas, con las autoridades etíopes y con las fuerzas armadas se ha podido hacer el traslado a una zona segura primero y después en Addis Abeba".
Recomendaciones de viaje
Miquel Ribas, de la agencia Kananga, recuerda que tienen una larga experiencia de viajes a Etiopía y considera que la situación que ha sufrido el grupo era "imposible prever": "Los FANO eran aliados del gobierno y cuando han querido integrarlos en el ejército se han sublevado: es lo mismo que pasó con los Wagner y Putin, nadie podía imaginarlo". El ministerio de Exteriores asegura que desde "hace meses" desaconsejaba viajar a esta región del norte de Etiopía, pero tanto turistas como agencia afirman que nadie les informó de que el viaje era peligroso. Este diario ha consultado qué decía la web del ministerio de Exteriores el pasado 13 de mayo, según el servicio Archive.org, y ha comprobado que recomendaba "no desplazarse por ningún motivo" a la región de Amhara. En cualquier caso, estas indicaciones no son vinculantes y sirven sólo de aviso o recomendación.
Neus Giménez, la hermana de Núria, una de las turistas atrapadas, ha compartido su angustia ante la incertidumbre y ha lamentado que ante la falta de información por parte de la embajada tuvo que acudir, cinco días después, personalmente a la agencia. Núria ha dejado claro que "nadie dijo que la zona estaba mal" y ha agradecido a la guía de Kananga "todo el apoyo y el trabajo realizado".
Para Noèlia Bertran, la guía, que agradece la "fortaleza del grupo", la experiencia es un antes y un después: "Creo que cambiaré de destino, ha sido demasiado para mi familia y mi pareja".