Trump arrincona a Biden en el primer debate electoral y genera dudas sobre la edad del presidente

WashingtonEl peor de los temores de Joe Biden y su equipo se ha cumplido: el debate electoral contra Donald Trump de la noche del jueves (hora local) en el plató de la CNN en Atlanta ha quedado completamente eclipsado por la cuestión de su edad. A diferencia del discurso del Estado de la Unión, del que Biden sí salió airoso con una pose enérgica y una voz clara, los constantes tartamudeos, la voz débil (casi afónica) y los momentos de duda mientras hablaba han reducido el candidato demócrata a la imagen de un anciano débil. Un hecho del que Trump, animal televisivo, ha sabido sacar rédito, no sólo por arrinconarle sino también por barrer bajo la alfombra otras cuestiones como su condena por el caso Stormy Daniels o la duda de si aceptará el resultado de las elecciones. "Si es libre, justa y una buena elección, absolutamente sí", respondió.

La exposición de Biden sobre su gestión ha resultado herida de muerte por el lapsus que ha sufrido en los primeros minutos del debate y por el constante gesto de cerrar los ojos para intentar recordar qué debía decir. Todo ello adelantaba que el debate se le haría largo. Desde el lado izquierdo del escenario, Trump ha vestido su discurso incendiario y extremista con un tono sereno pero firme, que le ha retratado ante la audiencia como un candidato razonable y con las cosas claras. Ni por un momento los 78 años de Trump (solo tres menos que Biden) han parecido una cuestión de relevancia en el duelo entre ambos candidatos.

El debate de 90 minutos que debía escenificar la lucha de ambas Américas ha terminado eclipsado por una lucha de dos candidatos que se han reprochado sus capacidades físicas. En un momento, Trump ha acusado a Biden de ser incapaz de ganarle al golf ni de enviar un balón "más allá de 50 yardas". Además, afirmó que ha realizado dos tests cognitivos y que se siente "muy bien, al igual que hace 25 o 30 años". Unas palabras que no han hecho más que despertar la risa indignada de Biden, que ha terminado bajando al barro y se ha metido con la altura y el peso de Trump. Una vez aquí, Trump supo volver a quedar como el candidato con el control de la situación cuando cortó la cuestión con un "dejemos de actuar como niños".

Pero el dardo que más ha dañado a Biden no ha sido éste, sino cuando tras una intervención sobre la inmigración, Trump ha dicho mirando a cámara: "No sé lo que ha dicho al final de la frase. Creo que él tampoco sabe lo que ha dicho". El demócrata ha quedado enganchado en medio de un balbuceo hablando de la patrulla fronteriza y de la gestión de la inmigración. Aunque poco antes había apuntado de forma acertada contra la política draconiana que Trump aplicó durante su presidencia de separar a las familias migrantes tras cruzar la frontera, toda la fuerza de este argumento ha quedado en nada después de la frase del republicano.

Trump ha liderado el debate combinando los ataques directos contra la puesta en escena del demócrata con afirmaciones falsas como que los inmigrantes duermen "en hoteles de lujo" y que hay "razias de inmigrantes que matan a gente en todos los estados" " por culpa de las políticas de Biden. También se dedicó a esquivar la mayoría de las preguntas respondiendo con otras cuestiones y arrojando más falsedades al terreno de juego, por las que Biden se acabó viendo superado.

En el bloque del aborto, que será clave para las elecciones y en el que Biden podría tener más fuerza, el actual presidente incluso se ha visto bloqueado por las mentiras de su rival. Trump ha llegado a afirmar que Biden y su partido "levarán la vida de un niño a los ocho meses [de gestación], a los nueve meses e incluso después de nacer". Una frase que ni siquiera se sostiene por el simple hecho de que después de un nacimiento ya no se puede abortar, ya que se trataría de un infanticidio. Según los datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, en 2021 menos del 1% de los abortos tuvieron lugar después de las 21 semanas de gestación.

Sin embargo, Trump ha vuelto a moderar su discurso sobre el aborto, como ya ha hecho en los últimos meses, afirmando que él no derogó el derecho al aborto sino que permitió que los estados pudieran decidir cómo se gestiona. "Los estados ahora son los que están decidiendo sobre esta cuestión, éste es el voto de la gente. Como Reagan, creo en las excepciones para los casos de violación, incesto y cuando la vida de la madre está en peligro, pero eso se tiene que poder escoger, ha dicho Trump ante un Biden claramente indignado por sus palabras. compra y posesión de un arma ilegal. Aunque era un hecho esperable, el republicano sabía que si le reprochaba la condena de su hijo a Biden, el presidente contraatacaría con las tres causas judiciales que todavía tiene pendientes y con la reciente condena por los 34 delitos del caso Stormy Daniels. Por tanto, ha esperado que Biden ya estuviera enterrado bajo la etiqueta de anciano para hacerlo "Tuviste relaciones sexuales con una estrella porno cuando tu mujer estaba embarazada", ha sido. la contestación de Biden, ante la que el magnate ha vuelto a negar que tuviera sexo con ella.

Otro momento crítico para Biden fue cuando perdió los papeles e insultó a su rival. La salida de tono fue provocada por el propio republicano cuando hablaba de los veteranos, que dijo que eran unos "idiotas perdedores" ("suckers losers"). Esto ha removido por dentro al presidente, ya que su hijo Beau, que murió de un cáncer cerebral, sirvió en Irak. "Mi hijo no era un idiota ni un perdedor. Tú eres un idiota, tú eres un perdedor", ha saltado Biden.

Cuando tocó abordar el apoyo militar a Ucrania, Trump cargó contra el actual presidente asegurando que si él gobernara Rusia "nunca habría invadido Ucrania, al igual que Israel habría sido invadido por Hamás". Además, ha seguido criticando a Biden por el gasto militar y ha hecho befa del presidente Volodímir Zelenski: "Cada vez que Zelenski viene a este país se lleva dinero. Es el mejor hombre de negocios que he visto nunca".

Al cierre del debate, Biden tampoco ha sido capaz de contener su tartamudeo, con momentos de duda mientras pronunciaba su discurso en los minutos de oro para dirigirse a la audiencia. "Hemos hecho muchos progresos desde el descalabro que nos dejó Trump", ha dicho. Trump, en cambio, ha utilizado sus últimos minutos de forma completamente opuesta, tanto en la forma como en el contenido. Con un tono seguro y mirando a cámara, Trump ha culpado a Biden de los males del país dentro y fuera de sus fronteras. "Estamos viviendo en el infierno", ha afirmado.