El plan de choque de Milei: devaluación del peso un 50% y hachazo al sector público
El ministro de Economía Luis Caputo ha anunciado las primeras medidas del gobierno ultraconservador
Buenos Aires48 horas después jurar el cargo, el presidente argentino ultraconservador, Javier Milei, ha anunciado su plan de choque económico para Argentina. Lo ha presentado su ministro de Economía, Luis Caputo, en un vídeo de poco más de 18 minutos, donde ha expuesto la situación macroeconómica de Argentina –“la peor herencia de la historia”– y ha anunciado nueve medidas del plan de choque económico que Milei y su gabinete han acordado para evitar que el país caiga en una “catástrofe”, o, dicho de otra forma, en la hiperinflación.
El nuevo ministro ha anunciado una devaluación del 50% de la moneda –que se suma a la que hizo su predecesor el pasado agosto, de un 21%–, con un “sinceramente” del valor del peso: de 370 a 800 pesos por dólar, en valores oficiales. Cabe recordar que la realidad de la economía argentina se mide en el mercado informal, donde el dólar oscilaba, en las últimas semanas, entre los 900 y los 1.000 pesos. Caputo ha anunciado una reducción de los subsidios a la energía y el transporte, es decir, un aumento en los gastos de luz, gas, agua, buses y trenes, así como una paralización de la obra pública, con una finalización de las pujas y una cancelación de todas aquellas obras que se hayan aprobado pero no se hayan iniciado. La obra pública, ha dicho, ha sido "siempre el principal foco de corrupción" de los anteriores gobiernos, y ha declarado que la infraestructura será encargada al sector privado.
El plan de choque también implica una disminución drástica de las estructuras gubernamentales, con un 50% de reducción de los ministerios –de 18 a 9– y un 49% de minimización de las secretarías, de 106 a 54. Asimismo, no se renovará ninguna de los contratos públicos iniciados en 2023 y, en total, se reducirán en un 34% los cargos. También se suspende, durante un año, la publicidad institucional en los medios de comunicación, es decir, los anuncios oficiales de cuestiones de interés público –como campañas de vacunación o seguridad–. Caputo reiteró que nadie se quedará desamparado, y aclaró que los subsidios sociales directos, de momento, no se retirarán: son ayudas como la asignación universal por hijo o la tarjeta de alimentación, que hoy sostienen gran parte del 40% de la población argentina que vive bajo el umbral de la pobreza.
Los anuncios de Caputo han ido acompañados de una lección de macroeconomía en la que el ministro ha insistido en que Argentina es “adicta” al déficit fiscal, es decir, que durante los últimos cien años de su historia "s 'ha focalizado en solucionar las consecuencias [de la deuda], pero nunca el problema". Con este gobierno, ha declarado, se ha terminado la cultura política de gastar más de lo que se tiene. "Venimos a solucionar este problema de raíz, para que no haya más inflación ni pobreza", ha subrayado en su mensaje grabado en vídeo. "Estamos ante una oportunidad histórica", en la que Javier Milei, el nuevo presidente de Argentina, "ha conseguido que la sociedad entienda que el problema es que no hay dinero".