Venezuela se rearma ante las amenazas de Trump
Maduro activa nuevas milicias y asegura que ocho millones de ciudadanos están listos para defender el territorio
Buenos AiresDesde que Donald Trump anunció el martes, de paso, en una rueda de prensa, que acababan "de disparar un barco que transportaba drogas" en el sur del mar Caribe, que la embarcación venía desde Venezuela y que habrían abatido a once personas en la operación, el foco ha sido puesto en la reacción del mandatario Nicolás Maduro: no sólo como presidente de un país atacado, sino como miembro de una región, América Latina y el Caribe, que desde hace décadas no es intervenida.
La insistencia de Venezuela al negar el ataque a la embarcación y al atribuir el vídeo difundido de la lancha abatida a una creación de la inteligencia artificial no ha impedido un proceso de rearme sin precedentes en el interior del país. Desde antes incluso del ataque, cuando la amenaza de Estados Unidos se limitaba al despliegue de barcos y aviones en las aguas del Caribe, el gobierno venezolano ya inició jornadas de alistamiento de milicianos a las que, según Maduro, habrían acudido más de cuatro millones de personas. Tras el supuesto ataque, el mandatario ha ordenado activar las nuevas "unidades comunales de milicias", que incluirían la incorporación de otras ocho millones de personas al sistema de defensa nacional.
"No salen las cuentas, en términos aritméticos", apunta al diario ARA Modesto Emilio Guerrero, analista, fundador del Partido Socialista Unido de Venezuela y biógrafo de Hugo Chávez; "pero en una guerra, primero se hace la propaganda, y después se hace la guerra". Según este experto, hoy en día Venezuela no tendría la capacidad militar de afrontar una guerra contra Estados Unidos: "Quizás sí de resistirla, pero es diferente". Además, Guerrero sostiene que "mucha gente en América Latina y muchos gobiernos que no son amigos ni favorables a Maduro, defenderían a Venezuela en un estado de intervención militar".
De hecho, la mayoría de los estados miembros de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) han rechazado la presencia militar de Estados Unidos a las puertas de la región. No ha sido el caso de Argentina, Ecuador y El Salvador, explícitamente enemigos del gobierno venezolano y que se han desmarcado del comunicado; pero países como Chile y Brasil –actualmente críticos con la gestión de Maduro– se han adherido a ellos y sostienen la importancia del "respeto estricto a la soberanía y la integridad territorial" de la región. Quien se ha pronunciado más enérgicamente en contra de las amenazas militares de Estados Unidos ha sido el presidente de Colombia, Gustavo Petro, quien ha desplegado efectivos propios en la frontera con Venezuela y ha equiparado la intervención estadounidense a episodios anteriores, en Siria e Irak.
Mientras, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, se reunió con el secretario de Estado de EEUU, Marco Rubio, para abordar el desmantelamiento de cárteles de droga y las cuestiones migratorias que involucran a ambos países. Un encuentro del que no han trascendido detalles, pero con un resultado "muy bueno" según la propia Sheinbaum, que según Venezuela ha dado un "ejemplo digno" de soberanía regional frente a Estados Unidos.
El futuro de Maduro y el petróleo
En conversación con el diario ARA, el experto en Seguridad y Defensa de la Universidad CEMA de Argentina, Alejandro Corbacho, resta importancia a las declaraciones hechas hasta ahora por los líderes latinoamericanos en el marco del conflicto entre Venezuela y Estados Unidos: "No tienen mucho peso", dice. De hecho, considera que están "en un momento de compás de espera, en el que los actores están desplegando sus acciones y, posiblemente, pronto habrá negociaciones para ver si Maduro abandona el poder".
Ésta es la expectativa y la esperanza de la oposición venezolana, liderada por María Corina Machado, que se mantiene en la clandestinidad desde las elecciones presidenciales del año pasado. Desde el partido de Machado, Vente Venezuela, aseguraron estar preparados para liderar "una transición ordenada y pacífica hacia la democracia".
En la línea del gobierno de Donald Trump, Machado acusa a Nicolás Maduro de liderar el "Cártel de los Soles", una organización que la Casa Blanca ha calificado de terrorista y que ha sido el pretexto por el despliegue militar en las costas venezolanas en primera instancia. Pero, según el analista Guerrero, "Venezuela no tiene tradición de cárteles –como sí que tienen México o Colombia– porque no es territorio de producción de droga", dice. Aparte de esto, la ruta de la droga de América Latina hacia Estados Unidos pasa en más de un 70% por el océano Pacífico, pero no por el Caribe y el Atlántico.
Lo que sí abunda en Venezuela es el petróleo: "¿Qué hacer para quedarse con la mayor reserva petrolera que tiene el planeta conocida hasta hoy? ¿Hay que ocupar el estado y gobernar", sugiere Guerrero.