La ONU sostiene que China puede haber cometido crímenes contra la humanidad con la minoría uigur

BarcelonaLa alta comisionada de las Naciones Unidas por los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, ha cumplido su palabra y ha publicado a última hora del miércoles, el último día de su mandato, un esperado informe sobre la situación de los derechos humanos de los uigures, una minoría musulmana de unos 10 millones de personas concentrada en la provincia de Xinjiang, al oeste de China, reprimida durante décadas por el Gobierno chino.

En el documento, fruto de una larga investigación independiente, la ONU acusa a China de "graves violaciones de los derechos humanos" y sostiene que Pequín ha podido cometer crímenes contra la humanidad contra los uigures y otras minorías étnicas musulmanas, puesto que ha sido aplicando sistemáticamente políticas que implican detenciones arbitrarias masivas y otros abusos graves. Esta represión provocó "la privación de libertad a gran escala" de estas minorías, como mínimo entre 2017 y 2019. En todos los casos, la ONU asegura haber encontrado "evidencias creíbles".

El organismo internacional hacía tres años que trabajaba en la redacción de este informe, la publicación del cual se ha hecho esperar durante meses, lo que ha provocado las críticas otras organizaciones –o de Estados Unidos–, que han acusado a Bachelet de ser demasiado indulgente con el régimen chino. Las presiones, según admitió la semana pasada la exmandataria chilena, han estado muy presentes a ambos lados.

Según Reuters, el Gobierno chino había pedido a Bachelet que enterrara el documento, a través de una carta firmada por una cuarentena de países más que la instaban a no publicar el documento, según detalló el alta comisionada en la rueda de prensa en la que hizo balance de su mandato. "He estado bajo una presión tremenda para publicarlo o no publicarlo, pero no dejaré de publicarlo debido a esta presión", aseguró. Las coacciones de Pekín –que consideran la investigación "una farsa" organizada por Estados Unidos y Occidente– han estado presentes hasta horas antes de la publicación del trabajo. El miércoles el Gobierno chino apuntó que la investigación puede "dañar" sus relaciones con la ONU. Por su parte, Washington y otros organismos denunciaban el retraso al sacar a la luz las conclusiones del trabajo.

¿Un genocidio?

Varios grupos de derechos humanos han acusado a Pekín de abusos sistemáticos contra los uigures y otras minorías musulmanas, incluidos los trabajos y la asimilación forzada en campos de "reeducación", tal como los denomina el Gobierno chino. En 2018 Human Rights Watch (HRW) publicó un informe en el que denunciaba este tipo de instalaciones y acusaba a China de detenciones arbitrarias y torturas, y en los últimos años han ido saliendo a la luz nuevos informes de ONG y medios de comunicación que documentan las violaciones de derechos humanos contra esta minoría étnica. Estados Unidos ha acusado a China de genocidio, mientras que el Gobierno de Xi Jinping ha negado reiteradamente todas las acusaciones.

Después de largas negociaciones para obtener permiso para entrar en la región de Xinjiang, Bachelet finalmente pudo viajar el mes de mayo pasado. Fue una visita polémica, puesto que ONG internacionales alertaron de que China la utilizó para blanquear los abusos a la población uigur y reprendieron a la alta comisionada por haber entrado en el juego de propagada del Gobierno de Pekín.

Bachelet, de 70 años, abandona el cargo después de convertirse en la alta comisionada de la ONU por los Derechos Humanos en 2018, y todavía no tiene un sustituto designado. El secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, tendrá que elegir entre la decena de candidatos que hay, entre los cuales se incluye el diplomático argentino Federico Villegas, el senegalés Adama Dieng y el austríaco Volker Türk.