Austria tilda de "atentado islamista" el apuñalamiento en el que falleció un menor
El ministro del Interior anuncia que se realizarán controles masivos sin motivo previo a los solicitantes de asilo de Siria y Afganistán
BarcelonaEl gobierno austríaco ha tildado este domingo de "atentado islamista" el ataque de ayer sábado en la que un joven de 23 años de nacionalidad siria apuñaló en plena calle con un cuchillo a varios peatones en la localidad de Villach, cerca de la frontera con Italia y Eslovenia. Un menor de catorce años murió y otras cinco personas resultaron heridas. A raíz del atentado, el ministro del Interior de Austria, el conservador Gerhard Karner, ha anunciado en una rueda de prensa este domingo que se realizarán controles masivos sin motivo previo a los solicitantes de asilo de Siria y Afganistán, porque hay que "cerrar" y "deportar".
El autor del atentado de este sábado tenía permiso de residencia y fue detenido poco después del ataque gracias a la ayuda de un repartidor de comida que presenció los hechos. El ministro Karner aseguró que el agresor se había radicalizado a través de internet y tenía vínculos con el grupo yihadista Estado Islámico, aunque no constaba que tuviera antecedentes policiales. De hecho, según la policía, el joven pronunció un juramento de lealtad a Estado Islámico en el momento de su detención y, por su actitud, parecía querer que los agentes le abataran.
Apuñalamiento indiscriminado
Los hechos ocurrieron el sábado poco antes de las cuatro de la tarde en el centro de Villach, una localidad de unos 58.000 habitantes a 350 kilómetros al sur de Viena. "El atacante islamista apuñaló indiscriminadamente a personas inocentes de esta ciudad", ha detallado el ministro. La víctima más joven es un adolescente de catorce años, la mayor tenía treinta y dos. Un repartidor de comida fue testigo de los hechos y atropelló con su vehículo al agresor inmediatamente después del ataque, lo que evitó que siguiera apuñalando a más personas y facilitó que la policía pudiera arrestarlo.
El titular de Interior ha anunciado que, a partir de ahora, se aplicarán controles masivos sin motivo previo a "grupos concretos", entre los que ha mencionado a los solicitantes de asilo de Siria y de Afganistán. Según argumentó, el objetivo es garantizar la seguridad de los habitantes de Austria. También ha dicho que, entre las conclusiones que hay que sacar del ataque del sábado, existe la necesidad de "cerrar" y "deportar" y actuar con "determinación".
Asimismo, Karner ha agradecido la rápida intervención de las fuerzas de seguridad, de los equipos sanitarios y del repartidor de comida que atropelló al agresor. Sin embargo, ha obviado detallar que el repartidor también es de origen sirio, o sea del mismo país que el atacante.
La comunidad islámica de Austria (IGGÖ) condenó el ataque y aseguró que "está en contradicción total con los valores de la fe musulmana". "La instrumentalización del islam con fines extremistas distorsiona nuestra religión y se utiliza deliberadamente para difundir el odio y la violencia", ha afirmado esta organización en un comunicado. El obispado católico de Carintia, la región donde se produjo el ataque, advirtió por su parte del peligro de "juicios indiscriminados que no ayudan a nadie ni solucionan los problemas".
La inmigración, en el centro del debate político
La inmigración y los refugiados llevan tiempo centrando el debate político en Austria, donde el partido de extrema derecha y ultranacionalista FPÖ ganó las elecciones con casi el 29% de los votos el pasado septiembre. Herbert Kickl, líder del partido y exministro de Interior entre diciembre de 2017 y mayo de 2019, ha responsabilizado del ataque del sábado a la política de asilo e inmigración del país, y ha reclamado transformar Austria en una "fortaleza".
Actualmente, el Partido Popular (ÖVP) austríaco está negociando un acuerdo de gobierno con el socialdemócrata SPÖ, después de que la semana pasada fracasaran los contactos que mantenía con el FPÖ.
Hace sólo tres días tuvo lugar otro atentado de carácter supuestamente islamista en la ciudad alemana de Múnich. Un joven afgano de 24 años atropelló a decenas de personas que se manifestaban en plena calle, convocadas por el segundo sindicato más importante del país. Al menos 28 personas resultaron heridas, de las que dos fallecieron este sábado. En esta ocasión, el canciller alemán, Olaf Scholz, también reaccionó de la siguiente forma: "Este delincuente no puede contar con ningún tipo de indulgencia. Debe ser castigado y debe abandonar el país".