Centenares de soldados rusos muertos se amontonan en vagones refrigerados ucranianos
Kiev identifica los cuerpos y los custodia a la espera de poderlos devolver a su país
BarcelonaLas tropas rusas se retiraron de Járkov, la segunda ciudad de Ucrania, al este del país, hace cerca de dos semanas. Los bombardeos fueron incesantes, pero la defensa ucraniana mantuvo el control de la ciudad y consiguió repeler los ataques y hacer retroceder el ejército ruso. Detrás, quedó la destrucción de los barrios, los tanques fulminados y los cuerpos de los soldados atacantes abandonados.
Trenes de muertos
El jefe del servicio de ferrocarriles ucranianos, Oleksandr Kamishin, hizo público un vídeo donde mostraba cómo las fuerzas de su país y voluntarios de los pueblos desentierran los cuerpos de entre el escombro y comprueban y recopilan cualquier elemento que pueda servir para identificarlos, desde muestras de ADN hasta tatuajes. La intención final: entregarlos a Rusia a cambio de prisioneros de guerra ucranianos. Mientras no llegan estos acuerdos, sin embargo, guardan los cadáveres en vagones de tren refrigerados.
Volodímir Liamzin, ninguno de la cooperación civil-militar de Ucrania, ha dicho que el país actúa de acuerdo con el derecho internacional y que, según las leyes, "una vez que pase la fase activa del conflicto, cada parte tiene que devolver los cuerpos de los soldados muertos a la otra". Liamzin explicó que hay varios trenes refrigerados esparcidos por Ucrania. En las afueras de Kiev, uno de estos trenes custodia varios centenares de soldados muertos. "La mayoría los trajeron de la región de Kiev, otros vienen de Chernígov u otras regiones", explicaba. Semanas después de que los rusos desistieran entrar en Kiev y se retiraran hacia el este, los vecinos continúan descubriendo cuerpos que las columnas dejaron atrás.
Cifras que bailan
Ucrania asegura que, en tres meses de guerra, Rusia ha perdido cerca de 30.000 soldados, y que, de estos, más de 7.000 están en las morgues sin que nadie los reclame. Y a pesar de las reiteradas propuestas por parte de Ucrania a Rusia para devolverlos, las bolsas blancas con los restos de los soldados se amontonan.
El Kremlin no está muy interesado en recuperar los cuerpos porque supondría reconocer que las bajas son mucho más numerosas de lo que ha admitido hasta ahora. Evita así, por un lado, las compensaciones que le puedan reclamar las familias de los soldados muertos, y por el otro, que se le gire en contra la opinión pública si se hace evidente que "la operación especial" está causando tantas bajas en sus filas.
El último dato oficial es de finales de marzo, en que el Kremlin habló de 1.351 muertos. Los servicios de inteligencia británicos, que emiten informes diarios del transcurso de la guerra, han dicho esta semana que las bajas de las tropas rusas en estos tres meses igualan las que tuvo el ejército soviético en nueve años de combates en Afganistán, es decir, unas 15.000.
"Que las familias puedan saber que han perdido a sus hijos"
Ya desde marzo, pocas semanas después del inicio de la invasión, Ucrania hizo público que está usando tecnología de reconocimiento facial para identificar a las víctimas y buscar el rastro hasta sus familias en Rusia e informarlas de las muertes. El viceprimer ministro ucraniano, Mijailo Fédorov, que también lidera el ministerio de Transformación Digital, explicó que usan el software de la neoyorquina Clearview AI, que compara las fotografías con caras de imágenes disponibles en las redes sociales y busca coincidencias. Fédorov detalló a Reuters que lo hacen como "cortesía para las madres de estos soldados" porque las familias puedan "al menos, saber que han perdido a sus hijos y darles la oportunidad de venir a recuperar los cuerpos".