Cómo serán los siete minutos de terror del robot que llega este jueves a Marte
Todas las respuestas sobre el Perseverance, el explorador de la NASA que buscará vida en el Planeta Rojo
Después de siete meses de viaje, el rover Perseverance de la NASA intentará aterrizar en Marte este jueves, en una maniobra muy peligrosa que marcará el inicio de una búsqueda de varios años para encontrar formas de vida que puede haber habido en el pasado.
¿Dónde aterrizará?
En el interior de un cráter de unos cuarenta kilómetros de diámetro llamado Jezero, que significa lago en varios idiomas de la antigua Yugoslavia. Sus coordenadas en Marte corresponderían, en la Tierra, a un punto en el Caribe, a medio camino entre Jamaica y Haití.
¿Qué hay de interés ahí?
Miles de millones de años atrás, el Jezero fue un lago. Su pared está cortada por un barranco abierto por un río que desembocaba ahí. Y ha dejado detrás suyo un delta de depósitos fluviales, un abanico de sedimentos arrastrados por la corriente. Hoy es, para decirlo así, un fósil geológico, pero si alguna vez existieron organismos vivos en Marte, es posible que sus restos se acumularan en esta zona. Aquí es donde se espera recoger muestras para analizarlas en busca de indicios de una antigua actividad biológica.
¿Qué son los “siete minutos de terror”?
Es lo que durará la maniobra de reentrada en la atmósfera, hasta el contacto con el suelo. Marte está ahora a más de diez minutos luz de la Tierra. Este retraso en las comunicaciones hace imposible dirigir la operación en streaming. Los equipos de abordaje (dos docenas de cámaras, radar, sistemas de identificación de terreno...) tendrán que trabajar de manera autónoma para dirigirse hacia un lugar seguro. Los ingenieros del JPL solo recibirán la señal de un aterrizaje exitoso (o no) cuando haga diez minutos que el Perseverance esté en el suelo. Entero o a trocitos.
¿Cómo frena la caída?
Con una combinación de métodos. La mayoría de la velocidad (desde los 20.000 km/h con los que se aproxima a Marte hasta Mach 2) se pierde por el brutal rozamiento con la atmósfera del planeta. Es cuando entra en acción el escudo térmico para proteger el vehículo de temperaturas superiores a los 2.000 grados.
A continuación, se desplegará un paracaídas enorme (20 metros de diámetro), diseñado para resistir los fortísimos tirones que produce la desaceleración. Como la atmósfera de Marte es muy escasa, el paracaídas solo puede reducir la velocidad hasta unos 300 km/h.
La fase final se frena mediante ocho motores cohete instalados en una armadura bajo la cual va el vehículo. Al llegar a solo unos quince metros de altura bajará suavemente colgado de unos cables que se desenrollan como si se tratara de una grúa voladora. En el momento de tocar el suelo los tres amarradores se cortan y el Perseverance queda a punto de marcha; la armadura, todavía con los reactores encendidos pero repentinamente liberada de una tonelada de peso, sale disparada hacia arriba y se estrella lejos.
¿Se verá en directo la operación?
Si no en directo, con un poco de retraso. Se han instalado en el vehículo varias cámaras que mostrarán todas las fases del aterrizaje: desprendimiento del escudo térmico, apertura del paracaídas y búsqueda de un lugar apropiado para colocarse. Y no solo se verá, sino que también se oirá. Lleva unos micrófonos con los cuales por primera vez podrá oírse el viento en Marte.
La NASA retransmitirá en directo todas las fases de la llegadadel Perseverance en Marte el 18 de febrero. Empezará a las 7.50 EDT (13.50, hora peninsular española), a pesar de que el aterrizaje propiamente dicho está previsto hacia las 21.55 hora peninsular española. En Catalunya se podrá seguir en directo a partir de las 21.30 horas también a través del canal de YouTube del CCCB, donde la próxima semana se inaugura la exposición Mart. El mirall vermell, con los comentarios en directo de expertos como Guillem Anglada, Mariona Badenas, Ignasi Casanova y Miquel Sureda, así como conexiones con otros especialistas y explicaciones de contexto sobre lo que se estará viendo.
¿Y el helicóptero?
Se trata de una pieza añadida a última hora: un ligero helicóptero autónomo alimentado por energía solar, capaz de hacer vuelos de unos pocos minutos. Desde unos cuantos metros de altura transmitirá panorámicas que faciliten elegir el mejor camino para el Perseverance. El helicóptero también tiene nombre:Ingenuity (Ingenio). Y resulta muy apropiado, puesto que su diseño obligó a improvisar soluciones a grandes dificultades. Especialmente las derivadas de la impalpable atmósfera marciana, que ofrece poquísimo sostén. Por eso sus rotores tienen que girar mucho más deprisa que un helicóptero convencional: a más de 2.000 revoluciones por minuto, más o menos, como las hojas de una trituradora doméstica.
¿Cómo se buscarán restos biológicos?
La sonda lleva instrumental para realizar siete tipos de análisis. Todas relacionadas con la búsqueda de marcadores biológicos y la preparación de la llegada de futuros astronautas.
Los dos equipos más dirigidos a encontrar rastros orgánicos van instalados en el extremo de un brazo robótico que permite secundarlos sobre las rocas. Uno responde a las siglas PIXL y el otro recuerda el nombre de un famoso detective: SHERLOC (Scanning Habitable Environments with Raman & Luminescence for Organics & Chemicals).
PIXL (Planetary Instrument for X-ray Lithochemistry) funciona bombardeando la muestra con un delgado fajo de rayos X. Tan fino que puede enfocarse sobre un simple grano de arena. Al impacto, el mineral brilla con un brillo característico según su composición y textura. El instrumento es capaz de identificar dos docenas de elementos químicos, desde calcio y magnesio hasta marcadores más exóticos como el rubidio o el circonio.
El segundo detector utiliza un láser ultravioleta para conseguir un efecto de fluorescencia similar, pero sensible a la presencia de cadenas de carbono, una traza típicamente biológica. En la ficción, Holmes iba siempre acompañado de su inseparable lupa; SHERLOC, también. O mejor dicho, una cámara capaz de distinguir detalles de pocas micras. Su acrónimo –muy apropiado– coincide con el compañero del detective: WATSON (Wide Angle Topographic Sensor for Operations and Engineering).
¿Traerá muestras a la Tierra?
El Perseverance se quedará en Marte por siempre jamás. Su misión durante los dos años próximos será recoger hasta cuarenta muestras que parezcan prometedoras y depositarlas en el suelo en tubos herméticos. Dentro de unos años otra nave (un proyecto conjunto entre Europa y los Estados Unidos) irá a recogerlas para traerlas a la Tierra, donde las analizará con equipos mucho más sensibles y precisos que los que lleva el robot.
¿No podría traer las muestras la misma nave que las recoge?
No.ElPerseverance es un laboratorio equipado para analizar el terreno pero su peso (una tonelada) no permitía equiparlo además con un cohete capaz de elevarse desde Marte. La próxima sonda incluirá este cohete pero no instrumentos científicos. Será un robot que se limitará a recoger las muestras y lanzarlas en una pequeña cápsula de regreso a la Tierra.
¿Cuándo se podrán analizar muestras de Marte?
Si todo va bien, la nave que traerá las muestras tendría que elevarse en 2026 o 2028. Como irá alimentada por células solares, esta fecha permitirá aprovechar la época en la cual la atmósfera de Marte está más calmada. Perder esta oportunidad implicaría arriesgarse a llegar en plena temporada de tormentas de polvo. Y una tormenta marciana no es ninguna broma: el planeta entero puede quedar bajo una capa casi opaca, como ya pasó en 1971, cuando las cámaras del Mariner 9 no consiguieron ver absolutamente nada durante semanas, hasta que la atmósfera volvió a aclararse.
Así, la fecha de regreso podría atrasarse hasta alrededor del 2035. En todo caso, estamos hablando de un plan a años vista. Cuando recibamos las primeras muestras de Marte, muchos de los científicos e ingenieros que han diseñado y lanzado el Perseveranceya se habrán jubilado. La labor de analizarlas recaerá en otros, que hoy todavía están en un segundo plano; o en la guardería.
Rafael Clemente es ingeniero industrial y autor de tres libros sobre la exploración del espacio