Asia

Dimite el primer ministro de Japón, un día antes de que su partido pretendiera apartarle del poder

La coalición gobernante había perdido la mayoría en las dos cámaras parlamentarias del país

BarcelonaEl primer ministro de Japón, Shigeru Ishiba, ha anunciado este domingo su dimisión, justo un día antes de que su partido tuviera previsto celebrar una reunión para aprobar el adelanto de las primarias con el objetivo de apartarle de la cabeza de la formación y del gobierno, después de unos decepcionantes resultados electorales.

"He decidido dimitir como líder del Partido Liberal Democrático (PLD), así que, según los estatutos internos [de la formación], la convocatoria de una campaña extraordinaria para elegir a un nuevo presidente ya no es necesaria", declaró el mandatario en una rueda de prensa convocada de manera precipitada tras la filtración de la filtración de la Revitalización Económica y estrecho colaborador suyo, Ryosei Akazawa, y del portavoz gubernamental, Yoshimasa Hayashi.

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"Hace un tiempo que digo que no tenía intención de aferrarme al cargo y que anunciaría mi decisión en el momento adecuado", ha añadido, y ha argumentado que ahora sí que era un momento adecuado porque el ministro de Revitalización Económica, que es el negociador nipón en materia de aranceles, ha vuelto al país tras conseguir rebajar al 15% los aranceles que pesan sobre los vehículos japoneses. Destacó que este acuerdo comercial es un "hito" para Japón, y hizo un llamamiento a su sucesor a implementar de forma integral sus términos y abordar las preocupaciones y dudas que puedan surgir en torno al pacto.

Ishiba seguirá siendo primer ministro hasta que su partido elija un nuevo líder. Sin embargo, la dimisión es una muestra clara de su voluntad de asumir la responsabilidad de los resultados electorales de los comicios parciales en la cámara alta del 20 de julio, en los que la coalición gobernante perdió la mayoría. Una derrota que se añadía a la pérdida de la mayoría en la cámara baja en las elecciones generales de octubre y que dejaba al gobierno en minoría, algo totalmente inusual en Japón de posguerra. Por eso se inició una revuelta interna dentro de su partido con el objetivo de desbancarle del poder.

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La dimisión de Ishiba como presidente del Partido Liberal Democrático también comporta su dimisión como jefe del gobierno. En Japón, el cargo de primer ministro lo ocupa el líder del partido más votado en las elecciones generales y, en consecuencia, un relevo al frente de la formación también supone que debe haber un relevo al frente del gobierno. Ishiba era líder del PLD desde septiembre del pasado año.

Éxitos de su mandato

El todavía primer ministro japonés ha repasado durante su comparecencia algunos de los logros de su mandato, más allá del acuerdo comercial con Washington. Por ejemplo, la subida histórica del salario mínimo interprofesional y la aprobación de un presupuesto extraordinario para hacer frente al impacto de la persistente inflación. También ha agradecido el apoyo de quienes confiaron, ha pedido disculpas "por tener que dimitir", y ha instado a su sucesor a fortalecer la alianza con Estados Unidos y estrechar los vínculos del país con el resto de naciones asiáticas, con África y con Europa.

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"Japón es necesario para el mundo, ese es el sentimiento que he tenido fuertemente este año", ha afirmado. También se mostró preocupado por la proximidad entre Corea del Norte, Rusia y China, y aseguró que adquirir capacidades disuasivas es "un reto inminente". En cuanto a las preocupaciones a nivel nacional, ha citado la necesidad de revitalizar las economías rurales y abordar la caída de la natalidad y el envejecimiento de la población.

El PLD debe decidir ahora cuándo celebrará unas elecciones internas para elegir a su nuevo presidente y, por tanto, nuevo primer ministro de Japón. Ishiba ya ha anunciado que no se va a presentar como candidato. Los nombres que suenan con mayor fuerza en las encuestas públicas para sucederle son el de la exministra de Seguridad Económica Sanae Takaichi y el del actual ministro de Agricultura, Shinjiro Koizumi, la cara visible de la gestión de la llamada crisis del arroz en el país.