Dinamarca busca trabajadores a la desesperada
La principal patronal alerta que el país sufre una "crisis de contratación histórica"
Copenhague"Cafetería de Copenhague busca camarero/a para jornada de 37 horas semanales y un sueldo de 2.600 euros al mes. Si estás interesado, envía tu solicitud aquí". Este anuncio de trabajo que en la mayoría de ciudades europeas recibiría decenas de candidatos, en Dinamarca, de momento, continúa vacante porque el país no tiene suficientes trabajadores para hacer frente a un aumento de la oferta laboral. Encontrar personal se ha convertido en uno de los principales dolores de cabeza para los responsables de las empresas danesas. Lo ha puesto de manifiesto un informe de Dansk Industri, la principal patronal, que reúne más de 18.500 compañías: calcula que hay 32.000 puestos de trabajo que no ocupa nadie; es decir, que faltan 32.000 trabajadores.
El director de políticas laborales de Dansk Industri, Steen Nielsen, asegura que la falta de personal está llegando a niveles récord: “Es una crisis de contratación histórica porque, si no se consigue más mano de obra, el crecimiento económico corre el riesgo de frenarse”. El problema ya está afectando al volumen de negocio de las empresas danesas y el coste económico que tiene para Dinamarca es de 4.300 millones de euros anuales.
La falta de mano de obra es generalizada en todos los sectores. Según el instituto de estadística danés ya afecta a la mitad de las empresas de la construcción y a una de cada tres de restauración. Es el caso del Araceli, la propietaria de una cafetería en el barrio de Østerbro de Copenhague. Hace unos meses publicó el anuncio en unos cuántos portales de empleo, pero no recibió ni un currículum. “Era yo la que hacía de camarera y cuando me cansé de no tener a nadie recurrí a la bolsa de estudiantes y contraté a un estudiante de ingeniería agroalimentaria a tiempo parcial”, explica. En Dinamarca, los universitarios que quieren recibir una ayuda económica del gobierno están obligados a trabajar o a contribuir a la comunidad con un mínimo de 50 horas mensuales. “No son profesionales de la hostelería, pero como mínimo el negocio sale adelante”, comenta Araceli mientras prepara un café con leche.
La necesidad de mano de obra se ha convertido en un tema de debate político en las últimas semanas en Dinamarca. En septiembre, el gobierno socialdemócrata presentó unas cuantas propuestas para incorporar a más de 10.000 trabajadores al mercado laboral hasta 2030, sobre todo a través de la modificación de algunos beneficios sociales. Una de estas prevé recortar el pago mensual de la prestación de paro para los nuevos graduados, cosa que el ejecutivo de Mette Frederiksen argumenta que les animará a buscar trabajo más deprisa. "Los nuevos graduados acaban de recibir una buena educación, y esto se tiene que utilizar en el mercado laboral y no en el paro", justificó la primera ministra. El gobierno también ha propuesto vincular el subsidio social que reciben algunos inmigrantes –los que hace más años que lo reciben y no han logrado un cierto nivel de competencia en danés– a una "obligación de integración" que se traduce en trabajar 37 horas semanales.
Niveles prepandemia
Dinamarca es uno de los seis países de la Unión Europea donde los principales indicadores económicos han recuperado los niveles previos a la pandemia, entre ellos la tasa de paro, que en octubre se ha situado en el 3,3%, un dato que se considera plena ocupación y que no se registraba desde antes de la crisis financiera del 2008. El país crece a muy buen ritmo, lo cual ha hecho que 9 de cada 10 empresas danesas hayan tenido necesidad en los últimos meses de contratar a más personal. Una prueba de esto es que el portal de empleo online Jobindex no para de recibir ofertas. Cada día se publican de media un millar, una cifra récord en los últimos catorce años. A las puertas de una de las oficinas de empleo de Copenhague, no se ve a casi nadie y los pocos que hay están para informarse de los nuevos cursos de formación que se imparten para mejorar el perfil profesional.
Dansk Industri pide al ejecutivo actuaciones que tengan impacto a corto plazo. Una de las soluciones que propone pasa por abrir la puerta a los trabajadores internacionales y flexibilizar algunas de las medidas que el país tiene fijadas para la entrada de trabajadores no comunitarios. Considera que de este modo el país podría continuar creciendo y probablemente el anuncio para hacer de camarero durante siete horas al día por un sueldo de 2.600 euros tendría decenas de solicitudes.