Estados Unidos

Elon Musk calienta la pugna por liderar la NASA

El magnate presiona para que Jared Isaacman lidere a la agencia, mientras el otro competidor, Sean Duffy, amenaza con reabrir una puja adjudicada a SpaceX

BarcelonaUn tuit de Elon Musk ha hecho aflorar una pugna por el liderazgo de la NASA que lleva tiempo durando. "La persona responsable del programa espacial estadounidense no puede tener un coeficiente intelectual de dos cifras", escribió el martes a X, en un dardo dirigido al secretario de Transportes y jefe en funciones de la NASA, Sean Duffy. "¿Debería estar dirigiendo el programa espacial de Estados Unidos alguien que tenga como principal objetivo subirse a los árboles?", insistía el consejero delegado de Tesla y SpaceX en X, haciendo mofa del pasado de Duffy como campeón en concursos de subirse a los árboles.

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El cargo de director de la NASA está vacante desde que el último en ocuparle, Bill Nelson, dimitió coincidiendo con la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca en enero del 2025, y desde entonces se han ido sucediendo directores interinos. El último es Sean Duffy, que fue nombrado en julio del 2025 a la espera de un director definitivo. Pero antes había otro candidato con más números de encabezar la agencia: el empresario y astronauta Jared Isaacman, que es sin duda el favorito de Elon Musk.

Muchas voces opinan que el perfil de Isaacman, a pesar de no tener una trayectoria previa de dirección en el ámbito gubernamental, encaja más con el de la agencia que el de su competidor, que no tiene conocimientos de ciencia ni experiencia en el ámbito aeroespacial. Sin embargo, además de ser el fundador de la empresa de pagos Shift4 Payments, Isaacman ha dirigido varias misiones en el espacio y ha trabajado con SpaceX.

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En mayo –mientras el CEO de Tesla formaba parte de la administración estadounidense– Isaacman fue nominado por el presidente para dirigir la NASA. Pero Trump retiró su nominación coincidiendo con el fin de la etapa de Musk en su gobierno y sin una explicación clara. Sin embargo, en los últimos días el nombre de Isaacman ha vuelto a tomar fuerza, en parte, por la insistencia de su padrino, lo que ha desembocado en una pugna entre el astronauta y el actual secretario de Transportes que, según informaba el lunes el The Wall Street Journal, tiene la intención de poner la agencia espacial bajo la influencia de su departamento.

Pero pese a su opinión sobre Isaacman, Musk tiene intereses que van más allá de la idoneidad del candidato para el cargo. La insistencia del CEO de SpaceX en desacreditar a Duffy llegaba al día siguiente de que éste dijera que la NASA buscaba un plan B para llevar astronautas a la superficie de la Luna, porque precisamente la empresa de Musk va retrasada en los plazos de entrega. En una entrevista en la cadena estadounidense CBS, el administrador en funciones de la NASA aseguró que reabrirá la puja para construir un módulo de aterrizaje lunar en otras empresas como Blue Origin, de Jeff Bezos.

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Prisa para abrir una base en la Luna

"Volveremos a salir adelante esto y ganaremos la segunda carrera espacial contra los chinos. Volveremos a la Luna, y estableceremos un campamento, una base", afirmó Duffy, que insistió en la necesidad de adelantarse al gigante asiático, que tiene previsto enviar a sus astronautas a la Luna en el 2030. "La carrera retos. Cuando nuestros innovadores compiten entre ellos, ¡América gana!", insistió en otra publicación este martes.

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Lo cierto es que la urgencia de Durffy tiene a la vez otra razón de peso: Trump quiere que el aterrizaje en la Luna se produzca antes del 20 de enero del 2029, cuando se agota su segundo mandato de presidente. Esto implica construir un nuevo módulo de aterrizaje lunar en menos de tres años y medio, unos plazos muy ambiciosos que disparan el presupuesto de la NASA, que ya ha sufrido una grave ola de recortes que le ha obligado a abandonar otras misiones ya realizar despidos masivos.

Sin embargo, desde el inicio de la presidencia de Trump, la agencia está inmersa en la misión Artemis, que tiene como objetivo establecer una presencia a largo plazo en la Luna por primera vez y preparar otras misiones para ir a Marte. SpaceX ganó la puja por un valor de 2.900 millones de dólares en 2021 por proporcionar un sistema de aterrizaje lunar para los astronautas de la misión Artemis III. Pero en diciembre la NASA anunció que aplazaba las próximas misiones Artemis: la que prevé dar la vuelta a la Luna con astronautas, como mucho en abril del 2026, y la que prevé enviar a dos astronautas al sur polar de la Luna, en el 2027 a lo sumo.