Netanyahu, envalentonado por Trump, amenaza con romper el alto el fuego si Hamás no libera más rehenes

WashingtonEl presidente de Estados Unidos, Donald Trump, le ha estado allanando el camino para descarrilar el alto el fuego en Gaza y el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, no ha perdido la oportunidad. El mandatario ha asegurado que si Hamás no libera a los rehenes el sábado al mediodía, "el alto el fuego se acabará y el ejército volverá a luchar hasta que Hamás sea derrotado definitivamente". El líder israelí ha hecho las declaraciones en un vídeo publicado en X.

En clave interna, a Netanyahu puede resultarle beneficioso para su supervivencia política echar por tierra el acuerdo. El alto el fuego ha hecho que pierda apoyos en el gobierno de coalición israelí, ya que los extremistas que sostienen a Netanyahu en el poder no están de acuerdo con la tregua.

Las declaraciones del israelí llegan después de que Trump amenazara con romper el alto el fuego ante el anuncio de Hamás de aplazar la liberación de los rehenes israelíes prevista para este sábado. El mandatario dijo que pondría fin a la tregua si el grupo islamista no entrega a todos los prisioneros israelíes el sábado. "Si no lo hacen, habrá un infierno", aseguró Trump la tarde del lunes desde la Casa Blanca.

Hamás anunció el lunes por la mañana que aplazaba "hasta nuevo aviso" la liberación de los rehenes a causa del incumplimiento por parte de Israel de las condiciones acordadas para el cese de las hostilidades. El brazo armado de Hamás, las Brigadas Al Qasam, denunciaba cómo Tel-Aviv ha seguido bombardeando la Franja durante la pausa humanitaria y ha matado al menos a una treintena de personas. El pasado fin de semana se llevó a cabo el quinto intercambio de prisioneros entre Gaza y Tel-Aviv en el marco de la tregua, en el que Hamás liberó a tres rehenes e Israel devolvió a 183 prisioneros y detenidos.

"En mi caso, si todos los rehenes no son liberados antes del sábado a las doce, diría: «Canceledlo; todo queda cancelado y que se abran las puertas del infierno»", afirmó el republicano mientras firmaba más órdenes ejecutivas desde el Despacho Oval. "Si no vuelven todos antes del sábado –ha terminado el goteo, eso de ir de dos en dos o de tres en tres–, se abrirán las puertas del infierno", insistía. "Hablo por mí mismo, Israel puede corregirme, pero con respecto a mí: el sábado a las doce".

Cuando uno de los periodistas pidió a Trump que aclarara si "el infierno" significaba que habría represalias por parte de Israel, el republicano respondió: "Ya lo descubrirán, y ellos también lo descubrirán. Hamás descubrirá a qué me refiero". Ante otra pregunta sobre si podría haber implicación estadounidense en caso de que Hamás no libere a los rehenes, Trump dijo: "Veremos qué pasa".

La amenaza con hacer saltar por los aires el alto el fuego en Gaza no es ninguna sorpresa. En los últimos días, Trump ya había expresado que no confiaba en que el alto el fuego durara mucho más, mientras que el anuncio de expulsar a los palestinos de Gaza por levantar la "Riviera de Oriente Próximo" no hacía que añadir leña al fuego. El lunes por la mañana, la cadena Fox publicaba un fragmento de una entrevista en la que el presidente aseguraba que los palestinos expulsados ​​en el marco de su plan por tomar el control de Gaza no tendrían derecho a volver a su tierra.

Trump volvía a hacer explícito su apoyo al plan de limpieza étnica que Israel quiere perpetrar contra el pueblo palestino y alimentaba el malestar en medio de las conversaciones que ya se han iniciado en Qatar para abordar la segunda fase del paro de las hostilidades. De hecho, Hamás también hacía notar este lunes a los mediadores del alto el fuego que ya no confiaba en las garantías de Estados Unidos para mantener la tregua, dados los planes de Trump para expulsar a los palestinos de Gaza.

Presiones en Jordania e Israel

Mientras Netanyahu empujaba el alto el fuego al abismo, Trump se reunió este martes en Washington con el rey de Jordania, Abdullah II bin al Husein, sobre la situación de los palestinos en Gaza. El plan del republicano para convertir la Franja en la "Riviera de Oriente Próximo" implica expulsar de manera permanente a los gazatinos en Jordania y Egipto. Ambos países árabes rechazaron la idea, aunque Trump desestimó las negativas.

Antes del encuentro con Abdullah, el magnate amenazó a Ammán y El Cairo con cortar las ayudas estadounidenses si no colaboraban: "Si no están de acuerdo, posiblemente retendría la ayuda". Durante el encuentro con el rey, el presidente ha rebajado un poco el tono: "Aportamos mucho dinero a Jordania y también a Egipto, por cierto, muchos a ambos. Pero no hace falta que amenace. Creo que estamos por encima de eso". En 2023 Amman recibió casi 1.700 millones de dólares en asistencia estadounidense, según datos oficiales de la administración estadounidense. El Cairo obtuvo 1.500 millones, de los que más de 1.200 fueron en ayuda militar. Trump, consciente del soft power que tiene sobre ambos países gracias a las ayudas, incluso afirmó: "Creo que tendremos un terreno en Jordania. Creo que tendremos un terreno en Egipto".

El encuentro entre ambos dirigentes ha sido cordial, aunque la insistencia de Trump al expulsar permanentemente a los palestinos de Gaza ha dejado a Abdullah en una posición extraña, ya que Jordania es uno de los países árabes con mayor sensibilidad por la causa palestina. "La cuestión es cómo hacer que esto funcione de forma que sea bueno para todos", ha dicho el rey para evitar mojarse y ha pedido esperar a ver la propuesta de Egipto.

No fue hasta que acabó la reunión, cuando el jordano reiteró su negativa de colaborar con EEUU en la expulsión de los palestinos y volvió a defender la solución de ambos estados. "He reiterado [a Trump] la firme posición de Jordania contra el desplazamiento de los palestinos de Gaza y Cisjordania. Esta es la posición unificada del mundo árabe. La reconstrucción de Gaza sin desplazar a los palestinos y la atención a la grave situación humanitaria deberían ser la prioridad para todos", ha publicado en X Es la clave para garantizar la estabilidad regional. Esto requiere el liderazgo de Estados Unidos. El presidente Trump es un hombre de paz.

El plan de Trump para expulsar a los palestinos de Gaza de forma permanente supondría la violación de un gran número de leyes internacionales, además de ser rechazado con rotundidad por los países árabes. Éstos consideran que el presidente quiere repetir la Nakba con los 2,3 millones de residentes palestinos de Gaza.