Bruselas declara a España bajo "presión migratoria" e invita al resto de estados de la UE a ayudarla
La ayuda por parte de los países con una entrada más reducida de inmigrantes no es de carácter obligatorio y tendrán que negociarla los propios gobiernos estatales
BruselasBruselas pide ayuda para los estados miembros de la Unión Europea que considera que están "bajo presión migratoria" por culpa de las "llegadas desproporcionadas" de recién llegados, como Italia, España, Grecia y Chipre. Sin embargo, la llamada a la solidaridad de la Comisión Europea a los países que afrontan una llegada más reducida de inmigrantes y exiliados es voluntaria y, hasta ahora, los países con más recursos y menos afectados, como pueden ser los nórdicos o Alemania, se han mantenido muy reacios a contribuir con financiación o sobre todo acogiendo a personas que llegan a la Unión Europea.
La ayuda sólo se podría hacer efectiva a partir de mediados del próximo año, cuando entrará en vigor la totalidad del nuevo Pacto Migratorio de la UE, y deben solicitarlo formalmente los estados miembros que Bruselas considera que cumplen con todos los requisitos para recibirla. Además, la propuesta de Bruselas de los países que devengan recibir ayudas del resto de Estados miembros debe tener el visto bueno del Consejo de la UE, que es el organismo que representa a los propios gobiernos estatales, y el Parlamento Europeo.
La conocida como herramienta de solidaridad de la UE consta de tres patas: los países con menor presión migratoria pueden acoger a inmigrantes y exiliados que llegan a los estados con mayor presión; pueden enviarles contribuciones financieras y, finalmente, pueden asistirles con cuerpos de seguridad fronterizos y recursos de todo tipo. Los estados como España, por ejemplo, tienen la opción de beneficiarse de los tres puntos.
Un pacto poco solidario
Este apartado del Pacto Migratorio de la UE fue precisamente uno de los más polémicos y que más se tardaron en desatascar en las negociaciones entre los estados miembros. Los países del sur del continente, como Francia, Italia, España o Grecia, pedían que la herramienta de solidaridad como la que pide activar ahora Bruselas no fuese de aplicación voluntaria, sino obligatoria. Finalmente, el enrocamiento de los estados con menor presión migratoria, como los nórdicos y los del este, así como Alemania, obligó a ceder a los del sur, que ahora no tienen más remedio que confiar en la buena predisposición de unos socios europeos que se opusieron en redondo a aceptar una ayuda obligatoria y predecible.
De hecho, tras el anuncio de la Comisión Europea de este martes, el próximo paso es que los Estados miembros negocien y decidan cuánta y qué tipo de ayuda quieren destinar a los países con mayor presión migratoria. Más allá de los países mediterráneos, Bruselas también avisa de que existe un buen puñado de estados miembros que se encuentran en "riesgo" de sufrir "presión migratoria". Reciben esta etiqueta Francia, Alemania, Países Bajos, Bélgica y, entre otros, Polonia. Ahora bien, existe un grupo de socios europeos que, aunque no han alcanzado los niveles de Italia o España, la Comisión Europea considera que se encuentran en una "una situación migratoria significativa" y, por tanto, pueden contribuir en menor grado en la herramienta de solidaridad.
Fuentes comunitarias explican que, a la hora de clasificar cada país según su nivel de presión migratoria, han tenido en cuenta básicamente el número de entradas de inmigrantes y solicitudes de asilo en relación con el tamaño demográfico del estado miembro y su producto interior por bruto (PIB), un producto interior bruto (PIB).
Pese al grito de alerta, Bruselas también aprovecha para celebrar una reducción de la entrada de recién llegados a la Unión Europea, uno de los principales temas que están siempre en la agenda política de las instituciones europeas y que sobre todo instrumentaliza políticamente la extrema derecha. Según los datos de la propia Comisión Europea, entre julio de 2024 y junio de 2025, las entradas de inmigrantes de forma irregular en la Unión Europea cayeron un 35%.
Sin embargo, Bruselas admite que el "reto" migratorio se "mantiene" en el global de la Unión Europea y también aboga por seguir recibiendo a refugiados de Ucrania. Además, alerta de la "instrumentalización de la migración" que realizan Rusia y Bielorrusia contra los países del bloque europeo del este.