Inmigración

La UE endurece la política migratoria: más retornos y reparto voluntario

La extrema derecha logra imponer su posición en la polémica y divisiva reforma migratoria

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Menores migrantes rescatados de una patera en Canarias en una imagen reciente.

BruselasMás de dos años después de la primera propuesta de la Comisión, la Unión Europea ha logrado acordar este martes por la noche una de las reformas más polémicas: la nueva política migratoria. Y lo ha hecho en un contexto en el que la ultraderecha y su discurso xenófobo toman cada vez más fuerza. Tal y como admiten fuentes de la negociación, la extrema derecha ha "influido" en un nuevo reglamento que endurecerá las políticas migratorias del blog y pretende aumentar los controles en las fronteras y el retorno de inmigrantes, permitiendo una solidaridad entre los estados miembros en la carta.

El texto definitivo acordado por el Parlamento Europeo y los estados miembros, que han pasado toda la noche negociando, todavía no se ha hecho público. Sin embargo, fuentes diplomáticas han acordado la creación de un nuevo registro y control de los inmigrantes que llegan a la frontera para devolver de forma más "eficiente" y "prisa" a todos aquellos que se prevé desde el principio que no podrán alegar protección de asilo. De este modo, se pretende "acelerar" los trámites de solicitud de asilo y "tener bien controlados a los inmigrantes desde que llegan hasta que se soluciona el expediente, ya sea con la aceptación o el retorno".

Detención en las fronteras

En teoría, el objetivo principal es incrementar la seguridad y asegurarse de que todo el que llega "no es una amenaza". Ahora bien, tal y como apunta la investigadora senior del Cidob Blanca Garcés, la reducción de los plazos de estos procesos y la ampliación del tiempo de detención en las fronteras para mantener a los recién llegados bajo control puede "entrar en contradicción con la legislación europea e internacional "porque "reduce las garantías legales y el acceso al asilo".

En este sentido, el Parlamento Europeo ha presionado hasta el último momento para garantizar que en este nuevo registro de inmigrantes en las fronteras, que rechazaba desde un inicio, no haya discriminación racial. Además, la Eurocámara quería que los menores no acompañados y las familias con niños quedaran exentos de los procedimientos exprés y se les aplicara el mismo tipo de tramitación que hasta ahora. Estos dos aspectos todavía no se sabe exactamente cómo han quedado.

Por otra parte, se abre la puerta a realizar excepciones en situaciones de crisis como la que se ha vivido en la guerra de Siria o la invasión rusa en Ucrania. Por ejemplo, se podrán alargar los plazos de las tramitaciones de demanda de asilo, que se deroguen o flexibilicen de forma puntual algunas normas comunitarias sobre migración y que se lleven adelante iniciativas de solidaridad adicionales.

Solidaridad a la carta

Otro de los objetivos del nuevo pacto migratorio, que es un paquete legislativo que consta de nueve medidas, es mejorar y acelerar el desplazamiento de inmigrantes entre Estados miembros. En este sentido, a la hora de decidir en qué país se destina el recién llegado, se tendrá especialmente en cuenta dónde tiene vínculos familiares. Hasta ahora, muchos estados miembros se negaban a recibir inmigrantes por este motivo, pero en la práctica esto hacía que en general la persona en cuestión se desplazara hasta el país donde tenía familiares y, por tanto, potenciaba movimientos internos "no controlados e legales".

El hecho de que el nuevo texto legal insista en los vínculos familiares se prevé que provoque que una parte importante de los inmigrantes no se queden en el país por donde entran en la Unión Europea, que suelen ser principalmente Italia, España y Grecia , sino que se reparten en todo el blog comunitario. Ahora bien, más allá de este factor, no será obligatorio para ningún Estado miembro colaborar en la acogida de inmigrantes, tal y como pedía el Parlamento Europeo y, entre otros, el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez.

De hecho, los eurodiputados han cedido ante el enrocamiento de los estados miembros con esta cuestión y han aceptado un menú a la carta. El objetivo de la Unión Europea es redistribuir al menos 30.000 personas al año entre los Veintisiete y de forma proporcional. A cambio, los países que no quieran contribuir podrán elegir si pagar unos 20.000 euros por persona que han rechazado acoger o aportar algún tipo de ayuda a los países que reciben mayor presión migratoria.

Acuerdos con países terceros

El reglamento también quiere potenciar los acuerdos con terceros países para que frenen las oleadas migratorias hacia Europa. Sin embargo, las mismas fuentes negociadoras admiten que los efectos del reglamento son "limitados" y que lo más "determinante" será "la acción política" de la Comisión Europea y de los estados miembros a la hora de llegar a pactos con estados de fuera de la UE.

El hecho de involucrar a países de fuera del bloque europeo en la gestión de la inmigración, sin embargo, también supone un peligro para la Unión Europea. Estos estados terceros, en gran parte gobernados por regímenes autoritarios y que no respetan los derechos humanos de los migrantes, a menudo utilizan las oleadas de inmigrantes y amenazan con dejarles pasar hacia el Viejo Continente a cambio de favores económicos o políticos, como se ha visto con Libia o, entre otros, Túnez.

También levantó mucha polvareda en el pasado, por ejemplo, la lluvia de millones de la Unión Europea en Turquía, liderada por el autoritario Recep Tayyip Erdogan, para que retuviera a los refugiados; o la decisión del gobierno español de reconocer que la soberanía del Sáhara Occidental pertenece a Marruecos, que previamente había provocado una crisis migratoria. "Son acuerdos que políticamente cuestan mucho de defender, es el riesgo que corres si te pones en manos de estos países", constata la experta en migraciones Blanca Garcés.

En esta cuestión, la Eurocámara también se ha puesto como línea roja evitar que las organizaciones sin ánimo de lucro, como puede ser Open Arms, puedan ser consideradas mafias de traficantes de personas o parte de la instrumentalización política y la amenaza que realizan algunos regímenes autoritarios con la inmigración para sacar beneficios . De hecho, ésta es la acusación que han hecho en este tipo de entidades gobiernos de extrema derecha como los de Matteo Salvini o Giorgia Meloni.

Con todo, fuentes de la negociación aceptan que no se trata de una reforma" perfecta" ni será la "panacea" del reto migratorio que afronta la Unión Europea, pero celebran que al menos se haya cerrado el acuerdo y se "mejore la gestión" de los inmigrantes que llegan al blog. "No hace falta crear falsas expectativas ni simplificar las soluciones, sería dar alas a la extrema derecha", advierte una fuente diplomática.

Cabe recordar que desde que la Comisión Europea presentó la ansiada reforma migratoria, que ya se estaba discutiendo desde la crisis de los refugiados del 2015, la ultraderecha no ha dejado de mejorar los resultados y ganar influencia y gobiernos, como en Italia, Finlandia, Suecia o Países Bajos, donde cada vez es más factible que el xenófobo Geert Wilders lidere l ejecutivo. Además, han logrado influir en los discursos y las políticas de gobiernos de centro y centroizquierda, como en Francia y en Alemania, las dos grandes potencias de Europa.

En este sentido, Garcés critica que en la UE haya prevalecido "la necesidad de dar una imagen de consenso y de control sobre la inmigración antes de las elecciones europeas y en un contexto de crecimiento de la extrema derecha, y finalmente hayan cerrado un acuerdo con muchas deficiencias y contradicciones".

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