La diáspora decide el futuro de Kosovo en una nueva repetición electoral
Las promesas incumplidas de estos cuatro años y la incapacidad del primer ministro, Albin Kurti, para negociar con el resto de fuerzas políticas han hecho que los kosovares tengan que volver a votar la composición del Parlamento por segunda vez este año
Pristina"Como presidenta, es mi deber fijar el plazo más largo posible, no el más corto, para mitigar los retos que plantea la organización de elecciones", afirmaba Vjosa Osmani, presidenta de Kosovo, ante las críticas por fijar la repetición de las elecciones parlamentarias del país para este 28 de diciembre, en medio de las vacaciones de Navidad. El pasado febrero, el Vetëvendosje (VV), el partido del primer ministro Albin Kurti ganó las elecciones parlamentarias con un 42,3% de los votos, pero no logró la mayoría necesaria para gobernar en solitario ni logró reunir suficientes apoyos para formar gobierno. Desde entonces, ha sido incapaz de negociar con los distintos frentes y ha mantenido el Parlamento paralizado durante más de siete meses.
En abril, el VV proponía a la candidata Albulena Haxhiu como presidenta de la cámara y se negó a modificar a la candidata, aunque no recibió el apoyo del resto del Parlamento. De esta forma, la Asamblea quedó bloqueada durante meses. Ante la "terquedad" del VV, el Tribunal Constitucional tuvo que intervenir para forzar la cámara a elegir a un presidente en un plazo de 30 días; en ese momento ya estábamos en julio. Por último, se eligió a Dimal Basha, miembro del VV, como nuevo presidente del Parlamento. Esto debía permitir abrir el camino hacia la formación de un nuevo gobierno.
Pero el pasado 26 de octubre, Kurti volvió a fracasar para formar un nuevo ejecutivo. Osmani no anunció su repetición electoral hasta el 20 de noviembre, casi un mes después. Según la Constitución de Kosovo, tras el segundo intento parlamentario fallido, el presidente de la República debe disolver la Asamblea y convocar nuevas elecciones, que deben celebrarse en un máximo de 40 días. Unos plazos que el VV ha sabido alargar para poder elegir una fecha que, al parecer, podría beneficiarle.
El 28 de diciembre, la mayor parte de la diáspora del país –entre 700.000 y 800.000 kosovares que viven en el extranjero– ha vuelto a Kosovo para celebrar la entrada de año con sus familias. Kurti cuenta con un fuerte apoyo dentro de ese grupo. Cabe destacar que Osmani también es aliada del Vetëvendosje. Y aunque la presidenta kosovar ha calificado esta teoría de "ofensiva", en el país es la observación que más se repite.
¿Por qué ha perdido Kurti la mayoría en cuatro años
Albin Kurti parte como favorito, pero los resultados de los comicios de principios de año, así como los de las elecciones locales celebradas el 12 de octubre, evidencian la pérdida de apoyos del líder del VV en sólo cuatro años.
No se pueden negar ciertos logros de Kurti durante estos años: la liberalización de visados con el espacio Schengen o el reconocimiento de facto por parte de Serbia estipulado en los Acuerdos de Ohrid –aunque nunca llegaran a cumplirse–. Pero también han estado años marcados por tensiones: la política de reciprocidad en las matrículas de los coches del norte provocó una de las crisis más graves en la zona fronteriza de Mitrovica desde la independencia, con sanciones de la UE –levantadas este mismo mes– y un aumento de las demandas serbias para aplicar la Asociación de Municipios Serbios, prevista en los Acuerdos de Bruselas de 2013.
A esto se añade el deterioro de los indicadores democráticos: 10 el índice de libertad de prensa de Reporteros Sin Fronteras; e informes de Freedom House mantienen sus preocupaciones sobre la intimidación a periodistas, la corrupción institucional y las debilidades del estado de derecho.
Pero lo que más destaca es la pérdida de esperanza que los jóvenes habían depositado en él en 2021, cuando el VV prometía centrarse en los "problemas reales" del país: luchar contra la corrupción y el clientelismo político; fortalecer la democracia y reformar el sistema judicial; reducir el paro, aumentar los salarios, mejorar los servicios públicos como la sanidad y la educación; y programas de vivienda para jóvenes. Y aunque en muchos casos, como en la implementación de reformas sociales, se ha destacado el esfuerzo del gobierno ha sido insuficiente.
Con todo, el VV goza del nivel de apoyo más alto, con un 50-53 %, según una encuesta de opinión pública independiente, mientras que el Partido Democrático de Kosovo (PDK) se sitúa entre el 16 % y el 19 %, y la Liga Democrática de Kosovo (LDK) entre el 15 % y el 15 %. Por su parte, los diez escaños reservados a la comunidad serbia irían a la Lista Serbia.
Riesgo de parálisis
Ante esto, la victoria de Kurti puede parecer previsible, pero también es muy probable que no tenga la mayoría suficiente y que Kosovo vuelva a quedar paralizado y volver a pasar por el calvario que ha vivido este 2025. Sin embargo, existe otro escenario: el PDK y el LDK han declarado que, por primera vez, estarían dispuestos a unirse para intentarse.
Más de dos millones de kosovares acudirán a las urnas este domingo, de los que 70.000 forman parte de la diáspora registrada para votar, mientras que el líder del Vetëvendosje espera que otra gran parte aproveche "su regreso a casa" para las fiestas para elegirlo.