La estrategia de Trump para convertir a la UE en un nuevo Far West
La primera pieza del escudo protector de Europa ha caído esta semana y lo ha hecho en silencio, escondida entre el habitual ruido que generan los titulares de Trump. Bajo la bandera de la "desburocratización", la Unión Europea ha llegado a un acuerdo para "simplificar" las leyes de sostenibilidad empresarial. Podría parecer futil, pero como llevan meses avisando expertos en ley europeacomo el profesor Alberto Alemanno, es el primer síntoma de un peligroso desmantelamiento de las estructuras que protegen nuestros derechos y valores fundamentales como ciudadanos europeos.
Las leyes originales debían garantizar que las corporaciones que operan en Europa no puedan destruir el planeta ni explotar a sus trabajadores con impunidad. Pero la nueva "simplificación" deja la gran mayoría de las empresas exentas: entre ocho y nueve de cada diez ya no deben cumplir. El problema no es sólo el qué sino el cómo.
La presión para dinamitar estas leyes se cocinó al otro lado del Atlántico. Hace meses que los Estados Unidos, grandes petroleras y el gobierno de Qatardespliegan agresivas tácticas de lobi en el corazón de Europa. El embajador estadounidense ante la UE, Andrew Puzder, decíaalFinancial Timesque "Europa debía derogar a la directiva que está matando el crecimiento". Dejaba vislumbrar que si no, la UE lo tendría mucho más difícil para comprar gas natural licuado estadounidense. Un chantaje geopolítico no muy diplomático.
La "desburocratización" es una gran obsesión de Trump y ya marca la agenda europea, abanderada con fuerza por la extrema derecha euroescéptica mientras las fuerzas centristas la abrazan con complicidad y cierta impotencia. No es casualidad que fueran estas leyes de sostenibilidadlas que el mes pasado hicieron volar por los aires el cordón sanitario del Parlamento Europeo por primera vezen un voto no simbólico.
Detrás de esta maniobra hay unfortísimo lobi empresarialque quiere convertir a Europa en su nuevo Far West. Pero al "desburocratizar" la UE, se están desmantelando también nuestros escudos protectores. La forma en que se ha aprobado esta simplificación –a toda prisa, sin consultas, ni garantías– ha sido duramente criticada por la sociedad civil, la defensora del pueblo europeo y un centenar de expertos en ley europea que denuncian que la UE está vulnerando sus propios tratados fundamentales.
El problema es que después de ésta vienen otros. Las piezas del dominó ya están perfectamente colocadas para que vayan cayendo: la Comisión ya ha propuesto "simplificar" las leyes que protegen nuestra privacidad y datos online o las que nos defienden de losefectos nocivos de ciertos productos químicos, y el Partido Popular Europeo ya ha roto el tabú de pactar con la extrema derecha.
Trump, pues, ya ha encontrado como "desburocratizar" a Europa y es la propia UE quien le está haciendo el trabajo. Sin cortafuegos contra la ultraderecha y sin fuerzas capaces de defender con convicción el proyecto europeo, las empresas extranjeras, los oligarcas estadounidenses (y sus ideas políticas) podrán campar libremente por Europa y seguir enriqueciéndose en lo que todavía hoy es el mayor mercado único del mundo con más de 450 millones de ciudadanos. Perdón, consumidores.