La extrema derecha 'trumpista' se encamina a gobernar a los Países Bajos
El líder de Partido por la Libertad, el xenófobo Geert Wilders, dobla los escaños y obtiene 37 diputados
BruselasHace tiempo que los Países Bajos se está escorando cada vez más a la derecha, sobre todo en cuestiones migratorias, pero nadie esperaba –y menos teniendo en cuenta las encuestas– que la extrema derecha del xenófobo Geert Wilders arrasaría en las elecciones de este miércoles. Ahora bien, a pesar de los buenos resultados, el ultraderechista Partido por la Libertad necesita pactar con otras fuerzas políticas para gobernar. Sacó 37 escaños, 12 más que la coalición socialdemócrata y ecologista, y la mayoría absoluta se encuentra en los 76 parlamentarios.
Por eso, Wilders rebajó su discurso antimusulmán, se mostró dispuesto a "ceder" y prometió que respetará "el marco legal y la Constitución" neerlandesa. En este sentido, ha asegurado que no abogará por "cerrar mezquitas" ni "prohibir el Corán", tal y como recoge en el programa electoral con el que ha ganado las elecciones. El objetivo es claro: abandonar algunas de las ideas más extremistas para que los diferentes partidos de la derecha tradicional le acaben apoyando. "Queremos y gobernaremos con 37 escaños", repite Wilders como un mantra.
El dirigente de extrema derecha, bautizado por la prensa internacional con el apodo de Trump holandés, ya ha tendido la mano al partido del ex primer ministro más longevo de la historia del país, Mark Rutte. El actual líder de la formación, Dilan Yesilgöz-Zegerius, que sacó 24 escaños, evitó descartar que podría llegar a potenciales acuerdos con Wilders y se mostró más bien predispuesta. De hecho, Yesilgöz, que llegó a las afueras de Ámsterdam como refugiada del golpe de estado en Turquía de 1980, se encuentra más a la derecha que Rutte y se ha erigido en uno de los azotes más contundentes contra la entrada de recién llegados.
En cuanto al nuevo partido de centroderecha Nuevo Contrato Social, liderado por Pieter Omtzigt, tampoco se pone de espaldas, si bien durante la campaña se ha mostrado muy contrario a "cualquier tipo de discriminación". Omtzigt es la primera vez que se presentaba y ha sacado 20 escaños. En este sentido, también ha recogido votos provenientes del malestar general contra los dirigentes neerlandeses y ha prometido grandes reformas estructurales y constitucionales.
Esta triple coalición sumaría ya 81 escaños y, según los expertos, es la más factible. Además, podría añadirse el partido Movimiento Campesino Ciudadano, que arrasó en los últimos comicios regionales y que ahora ha pasado de uno a siete escaños. Su líder, Caroline van der Plas, ha centrado más su discurso contra las medidas ecologistas que en la inmigración. Sin embargo, proviene del conservadurismo tradicional y sus arengas se sitúan claramente en el ultraderechismo más estrafalario, en la misma línea que Wilders.
La coalición de izquierdas, resignada
La coalición entre socialdemócratas y verdes, liderada por el exvicepresidente de la Comisión Europea Frans Timmermans, ha obtenido mejores resultados de lo que le pronosticaban las encuestas. Aumentó la representación en ocho escaños, hasta los 25, y se situó en la segunda posición, por encima incluso de Yesilgöz.
Sin embargo, Timmermans se mostró bastante resignado este miércoles y de momento no intentará formar gobierno. "El camino de la izquierda unida apenas ha empezado, pero mucha gente cree que la derecha es la solución y ahora le toca a Wilders ver si logra gobernar", ha dicho el exdirigente comunitario.
Cabe decir que los suyos potenciales socios, como los liberales de izquierdas D66, que se han quedado en 10 diputados, han empeorado sus resultados. De este modo, en el centroizquierda lo tiene complicado para llegar a los 76 escaños de la mayoría absoluta, y más si la derecha tradicional rompe el cordón sanitario con la extrema derecha y se decanta por el xenófobo Wilders.