Francia

Macron aleja la posibilidad de elecciones y promete nombrar a un nuevo primer ministro antes de 48 horas

Gana peso la posibilidad de un ejecutivo de izquierda o un acuerdo con los socialistas por no censurar a un ejecutivo de derecha

ParísFrancia tendrá que esperar al menos hasta el viernes para saber si tendrá un nuevo gobierno o si el presidente de la República convocará elecciones legislativas anticipadas. Este miércoles por la noche terminaba el plazo para que el primer ministro dimitido, Sébastien Lecornu, llegara a un acuerdo con los partidos para formar a un ejecutivo y para aprobar los presupuestos del 2026, pero no ha sido posible cerrar el pacto con tan estrecho margen de tiempo. El jefe de gobierno en funciones trasladó al presidente Macron que las negociaciones están bien encaminadas y que puede haber un acuerdo y un nuevo primer ministro "dentro de 48 horas". Posteriormente, el Elíseo ha confirmado en un comunicado que el jefe del estado nombrará al primer ministro a lo sumo viernes.

El optimismo de Lecornu y la confirmación del Elíseo alejan la posibilidad de una disolución de la Asamblea Nacional y la convocatoria de elecciones anticipadas. "Hay una mayoría absoluta de fuerzas parlamentarias que no quieren elecciones", ha asegurado el primer ministro en funciones en una entrevista en France 2 esta tarde. En una breve declaración pública por la mañana ya había asegurado que tras hablar con la mayoría de las fuerzas veía que existe una "voluntad" de aprobar los presupuestos antes de fin de año.

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Sébastien Lecornu, figura del círculo más íntimo de Macron, pasa ahora el relevo de las negociaciones al presidente de la República para que acabe de ligar el acuerdo gubernamental. "Soy un monje soldado. Esta noche mi misión ha terminado", aseguró. La respuesta deja vislumbrar que no volverá a ser primer ministro, aunque este miércoles han circulado algunas informaciones en este sentido. El próximo jefe de gobierno será el sexto del segundo mandato del inquilino del Elíseo.

El presidente de la República, Emmanuel Macron, dio tiempo a Lecornu hasta este miércoles para seguir negociando con los partidos, y sugirió que convocaría elecciones legislativas anticipadas si fracasaba el intento de acercar posiciones por los presupuestos y la formación del gobierno. La amenaza de elecciones era un toque de atención tanto para partidos como Los Republicanos (derecha) como para los socialistas, dos formaciones clave para evitar que el gobierno sea censurado y al que no interesan unas elecciones que les podrían dejar con menos diputados que los actuales.

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Aunque Lecornu no ha adelantado qué partidos formarán parte del gobierno, en las últimas horas ha ganado bastante la hipótesis de un ejecutivo de izquierda, liderado por un primer ministro socialista o ecologista. Los partidos de izquierda, que se presentaron a las elecciones legislativas de 2024 unidos bajo la marca de Nuevo Frente Popular, ganaron las elecciones, pero Macron ha rechazado siempre nombrar a un primer ministro de izquierda. Todos los jefes de gobierno habidos en los últimos dos años son macronistas, de la derecha o de centroderecha. Ahora podría darles una oportunidad, aunque no está claro que un gobierno progresista pueda sobrevivir a una moción de censura en la Asamblea.

Gobierno de cohabitación

El líder de los socialistas, Olivier Faure, ha defendido este miércoles un gobierno de cohabitación integrado únicamente por partidos de izquierda y ha descartado, por tanto, un ejecutivo integrado por macronistas y socialistas. Sólo con una excepción: aceptaría que los ministros de Asuntos Exteriores y Defensa sean macronistas porque son áreas que son competencia esencialmente del presidente de la República. En principio, Francia Insumisa, el partido considerado de izquierda radical y liderado por Jean-Luc Mélenchon, no formaría parte de un gobierno de izquierda, pero tampoco le censuraría.

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Otra de las pistas que llevan a pensar que el futuro gobierno podría ser de izquierda es que Lecornu ha hablado de rebajar el déficit al 5% del PIB en el 2026. Es una cifra mayor que la que preveían los presupuestos de François Bayrou (4,6%). Es decir, que Macron y Lecornu estarían dispuestos ahora a aceptar un recorte más suave del gasto público a cambio de conseguir hacer pasar los presupuestos a la Asamblea. Es otra concesión a los partidos progresistas, que han convocado en las últimas semanas tres jornadas de huelga y protestas contra los recortes previstos en el anterior proyecto de presupuestos.

Reforma de las pensiones

También existe otra cuestión sobre la mesa de las negociaciones: la polémica reforma de las pensiones de Macron, aprobada en el 2023, que alargaba la edad de jubilación hasta los 64 años. Según aseguró el martes la ministra de Educación en funciones y exprimera ministra, Élisabeth Borne, los macronistas podrían estar dispuestos a suspender la aplicación de la reforma como concesión a la izquierda, que llevan años reclamando su derogación. Sin embargo, el líder socialista ha enfriado las expectativas después de su encuentro con Lecornu. "No tenemos ninguna garantía de una suspensión de la reforma de las pensiones", aseguró. En la entrevista de esta noche, Lecornu ha admitido que esta cuestión es uno de los arrecifes de las negociaciones.

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La reforma se aprobó cuando Borne era primera ministra. El hecho de que haya evocado la posibilidad de dejarla en vilo ha provocado las críticas no sólo de la derecha sino también del bloque presidencial. Según la prensa francesa, la actual ministra de Educación en funciones lanzó la idea sin haberla concertado ni con Lecornu ni con el presidente Macron.

En cualquier caso, todo está abierto y tampoco se descarta que el nuevo gobierno esté formado, como hasta ahora, por macronistas, centristas y la derecha. En ese caso, los socialistas podrían haber pactado concesiones a cambio de no censurar al ejecutivo y de aprobar los presupuestos. Según el ministerio de Economía, poner en pausa la reforma costaría 500 millones de euros en el 2026 y otros 3.000 millones en el 2027. Mientras tanto, la extrema derecha de Marine Le Pen, que ha rechazado reunirse con Lecornu, insiste en reclamar elecciones legislativas y sube al reclamar elecciones legislativas. "Lo censuro todo. La broma ya ha durado lo suficiente. Es tiempo de silbar el fin de la hora del patio", ha dicho Le Pen en un mensaje a X. Su número dos y presidente del partido, Jordan Bardella, ha denunciado que Macron "intenta ganar tiempo y mantener su poder cueste lo que cueste".

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Si el presidente de la República decidiera finalmente convocar elecciones legislativas en las próximas semanas, la líder de Reagrupament Nacional no podría presentarse a los comicios y dejaría de ser diputada porque está condenada a cinco años de inhabilitación por malversación de fondos del Parlamento Europeo. El proceso de apelación se celebrará entre enero y febrero.