El legado de Francisco: una Iglesia más abierta y más dividida
La defensa de los migrantes, las mujeres, los homosexuales, el medio ambiente, la lucha contra los abusos y las guerras marcan el pontificado
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RomaLa muerte del papa Francisco pone fin a un pontificado de doce años marcado por los ataques sin precedentes de una minoría conservadora que probablemente intentará influir en la elección de su sucesor, pero que no podrá borrar la herencia del primer pontífice jesuita y latinoamericano de la historia.
En defensa de los migrantes
Desde el inicio, en marzo del 2013, el papa Francisco hizo de la defensa de los migrantes y refugiados uno de los pilares de su papado. No es casualidad que su primer viaje fuese a Lampedusa. Desde esta isla italiana, meta de quienes a menudo se dejan la vida intentando llegar a Europa, el pontífice argentino denunció la "globalización de la indiferencia". También visitó Lesbos, la pequeña isla griega convertida en un campo de refugiados, al que volvió en plena emergencia migratoria para conocer de primera mano el campo de refugiados de Mória, una inmensa cárcel a cielo abierto.
Igualdad de los homosexuales
"Si una persona es gay y busca al Señor, ¿quién soy yo para juzgarla?" La frase, pronunciada en julio del 2013, convirtió al Papa en líder de los derechos del colectivo homosexual. Sin embargo, la ambigüedad que demostró en otras ocasiones, así como la desafortunada expresión que utilizó al referirse a los seminarios italianos ("hay demasiado mariconeo"), rebajó las exageradas expectativas. En el 2023, en cambio, el Papa dio un paso histórico al autorizar la bendición de las parejas en situación irregular, incluidas las parejas del mismo sexo, lo que implica que los sacerdotes pueden bendecir tanto a las parejas homosexuales como a las parejas formadas por divorciados que han vuelto a casarse, otra reivindicación pendiente. Aunque el Vaticano matizó que esta bendición nunca se podría equiparar con la del matrimonio ordinario (entendido como la unión de un hombre y una mujer), esta apertura causó mucho malestar entre los tradicionalistas.
La mujer dentro de la Iglesia
La primavera de Francisco, como definieron algunos en los primeros años reformadores del pontífice argentino, abrió las puertas de la Iglesia a las mujeres. Una inclusión que no hubiera sido posible sin la reforma de la curia vaticana, que fue el primer paso para permitir que las mujeres pudieran acceder a puestos de mando en las estructuras vaticanas. La nueva Constitución apostólica, que vio la luz en el 2022 después de ocho años de trabajo, permite que cualquier católico, incluidos hombres y mujeres laicos, pueda dirigir a la mayoría de los departamentos vaticanos. Sin embargo, una vez más las altas expectativas que había despertado el "papa feminista" acabaron por desilusionar al sector progresista, que esperaba quizás cambios más radicales como la ordenación femenina o la aprobación de las mujeres diaconisas. Sin embargo, esta histórica reforma permitió que en febrero Francisco nombrara a la monja italiana Raffaella Petrini como gobernadora del Estado de la Ciudad del Vaticano, el principal cargo en la administración civil del territorio.
Abusos sexuales
Chile, Irlanda, Estados Unidos... La elección de Francisco no frenó la cascada de escándalos que sacudió las conferencias episcopales de medio mundo, sospechosas de haber escondido durante años abusos sexuales cometidos por miembros del clero. En un intento de frenar esta lacra, en el 2019 convocó en el Vaticano una cumbre histórica que, entre otras cosas, impulsó la abolición del secreto pontificio para favorecer las denuncias de estos casos, a menudo ignorados por las iglesias locales.
La cumbre vaticana, en la que participaron con sus testigos víctimas de la pederastia clerical llegadas desde todos los rincones del mundo, fue el primer paso de una serie de reformas legislativas que endurecieron las penas contra los abusadores, ampliaron los períodos de prescripción e introdujeron las indemn. También impuso por decreto a sacerdotes y religiosos la obligación de denunciar de inmediato cualquier tipo de violencia clerical para acabar con la impunidad de los obispos encubridores.
Diplomacia vaticana
Durante los primeros años de su pontificado, el Papa revolucionó la diplomacia vaticana impulsando un liderazgo internacional que le convirtió en el gran mediador, con éxitos como el deshielo entre Cuba y EEUU de Barack Obama o el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Pekín y la Santa Sede, pero también fracasos hacia el final de su papado.
Francisco muere sin haber podido influir en la pacificación de conflictos como el de Ucrania o el genocidio en Gaza, al que dedicó su último mensaje de Pascua: "Que cese el fuego, se liberen a los rehenes y se preste ayuda a la gente, que tiene hambre y aspira a un futuro de paz".
Ecologismo
La defensa de la "casa común" fue otro de los pilares de su pontificado. A ella dedicó su primera encíclica, Laudato si', publicada en el 2015. Francisco reclamó una "revolución verde" y criticó "el uso irresponsable de los bienes que Dios ha puesto a disposición de los hombres en la Tierra", además de reiterar su compromiso por "la ecología integral". Cinco años después, introdujo el pecado ecológico en la exhortación que publicó tras el Sínodo de la Amazonia.