Macron pierde la mayoría absoluta en la Asamblea y tendrá que pactar
La unión de las izquierdas será la principal fuerza de la oposición y la extrema derecha de Le Pen, tercera en la cámara
ParísCuatro horas después de cerrarse las urnas y de hacerse públicas las primeras proyecciones, cuando ya habían salido a hacer declaraciones todos los líderes políticos, el presidente Emmanuel Macron no había hablado. No se había dejado ver ni había hecho ningún tuit. El silencio era bastante elocuente. Macron ha perdido este domingo la mayoría absoluta en el Parlamento a las elecciones legislativas y se complica la gobernabilidad. Ensemble, su coalición en la Asamblea, será el grupo mayoritario, pero el recuento de votos definitivo le otorga solo 245 escaños, lejos de los 289 diputados de la mayoría absoluta.
El resultado es la primera gran derrota política para el presidente de la República. Más allá de su fracaso, los resultados dibujan una situación de mayorías muy complicada que podría llevar a una situación de bloqueo, de parálisis política. “Esta noche, la situación es inédita. La Asamblea Nacional nunca había conocido una configuración así, que constituye un riesgo para nuestro país”, admitía la primera ministra, Élisabeth Borne. “Tenemos que sacar conclusiones y asumir una responsabilidad particular”, añadía con un tono serio, de derrota. De hecho, la continuidad del actual gobierno está en el aire.
Ensemble será el grupo parlamentario mayoritario, pero necesitará buscar nuevas alianzas para impulsar cualquier ley, una realidad que supone un verdadero revés para el presidente de la República, que aspiraba a continuar gobernando cinco años más con las manos libres. La gran incógnita es si podrá encontrar los apoyos necesarios. Los resultados lo hacen complicado.
Victoria moral de las izquierdas
La victoria moral es para la Nueva Unión Popular Ecologista y Social de las izquierdas (Nupes), la plataforma que agrupa diferentes partidos de izquierda liderada por el insumiso Jean-Luc Mélenchon. Con 131 escaños, Nupes no ha conseguido superar a Macron –un escenario que era muy poco probable– pero ha impedido que el presidente conserve la mayoría absoluta. "La derrota del partido presidencial es total y no puede conseguir ninguna mayoría –ha advertido Mélenchon–. Hemos logrado nuestro objetivo político". La izquierda será la principal fuerza de la oposición y difícilmente se avendrá a apoyar a las políticas de Macron. Ahora habrá que ver si Nupes forma un solo grupo parlamentario u opta para formar diferentes grupos. En este caso, la izquierda podría perder el título de grupo de la oposición. Todo dependerá de si La Francia Insumisa de Mélenchon consigue más escaños que la extrema derecha o forma grupo con los diputados comunistas.
La izquierda sube y lo hace también la ultraderecha. Después de llegar a la segunda vuelta de la elección presidencial, el ascenso del Reagrupamiento Nacional de Marine Le Pen en la Asamblea es espectacular y confirma el preocupante auge de la extrema derecha. Le Pen pasa de los ocho diputados que tenía hasta ahora, sin derecho a grupo parlamentario, a 89 diputados. Es el mejor resultado de la historia de la extrema derecha francesa. Hasta ahora, la mayor cosecha la había obtenido su padre, Jean-Marie Le Pen, con 35 diputados en 1986. Le Pen salía esta noche pletórica a jactarse de ser la responsable de haber evitado la mayoría absoluta de Macron. “Constituiremos un grupo de oposición decisivo contra los desconstructores desde arriba, los macronistas, y los desconstructores desde abajo, esta extrema izquierda antirrepublicana”, afirmaba la líder del Reagrupamiento.
Alianza con la derecha
Los conservadores (la coalición de Los Republicanos y la Unión de Demócratas e Independientes), con 64 escaños, serán la cuarta fuerza en la Asamblea y pueden ser el único salvavidas para el presidente de la República, porque suman mayoría absoluta con los diputados de Ensemble. Lo más lógico es que Macron busque el apoyo parlamentario de Los Republicanos, el partido de Nicolas Sarkozy, que sufrió un descalabro en las elecciones presidenciales cuando la candidata conservadora, Valérie Pécresse, obtuvo menos de un 5% de los votos, pero este domingo ha conseguido posicionarse como el cuarto grupo parlamentario y salvar los muebles.
El problema es que los conservadores están sometidos a una crisis interna, con diferentes corrientes políticas, y no parece tan fácil que el inquilino del Elíseo pueda construir una coalición estable con Los Republicanos para tener garantizada la mayoría parlamentaria y gobernar con más facilidad. “No seremos la rueda de repuesto de un macronismo en quiebra”, avisaba esta noche el diputado Éric Ciotti, uno de los dirigentes del partido conservador, del ala derecha de los conservadores. Pese a las palabras de Ciotti, lo más probable es que en los próximos días Macron explore esta posibilidad. La paradoja es que el ascenso de la izquierda acabará provocando que el presidente de Francia gire todavía más a la derecha.
Con todo, la nueva configuración parlamentaria hace prever un segundo quinquenio más complicado para el presidente, que se verá obligado a buscar apoyos parlamentarios para aprobar cualquier reforma y se podría ver enfrentado a mociones de censura. Emmanuel Macron prometió cuando fue reelegido presidente en abril una nueva forma de gobernar, menos unilateral, buscando consensos amplios, y ahora no tendrá más alternativa que cumplir con su palabra. Sobre la mesa tiene proyectos tan relevantes y controvertidos como la reforma de las pensiones o, en el corto plazo, medidas para garantizar el poder adquisitivo de los franceses ante una inflación disparada. No lo tendrá nada fácil. Por primera vez, el presidente se enfrenta a un riesgo real de bloqueo político de consecuencias imprevisibles.