Los retos a los que se enfrentará el nuevo papa

El nuevo sucesor deberá hacer frente a una Iglesia fragmentada que busca su futuro en un momento de gran incertidumbre mundial

RomaLa elección del nuevo líder espiritual de más de 1.400 millones de católicos llega en un momento de gran incertidumbre mundial con numerosos conflictos que amenazan la estabilidad internacional. Como parte de su legado, Francisco dejó una Iglesia fuertemente fragmentada, prácticamente arruinada, que se desangra en vocaciones y feligreses en Europa, mientras crece en otros rincones del mundo, especialmente en Asia y África. En una sociedad –y una institución– cada vez más polarizada, el próximo pontífice tendrá que enfrentarse a algunos desafíos que marcarán su futuro. Desde el restablecimiento de las misas en latín que reclama el ala conservadora hasta mantener en la superficie las finanzas del país más pequeño del mundo. La cuestión es si lo hará siguiendo la hoja de ruta reformista marcado por su antecesor o apostará por pulsar el freno.

Finanzas

Durante décadas, las finanzas vaticanas, siempre opacas, fueron objeto de escándalos e intrigas políticas. Una de las primeras medidas de Francisco fue renovar el aparato financiero de la Santa Sede: creó una Secretaría de Economía, aplicó medidas anticorrupción y ordenó el saneamiento del Instituto para las Obras de Religión (IOR), el banco vaticano, cerrando hasta 5.000 cuentas fraudulentas. Con un déficit que supera los 83 millones de euros, en el 2023 impulsó una política de austeridad estricta para evitar la quiebra, que incluyó un recorte de los sueldos de los cardenales. Pero los números siguen en rojo. El 7 de mayo, el ente encargado debería haber presentado los nuevos presupuestos. Por tanto, el primer desafío del nuevo papa será resolver un problema tan terrenal como delicado: conseguir cuadrar las cuentas del Vaticano.

Cargando
No hay anuncios

Acuerdo entre China y el Vaticano

En 2018, Francisco impulsó un acuerdo provisional entre el Vaticano y China que permite que la Santa Sede pueda intervenir en el nombramiento de obispos en el país asiático, donde los casi 12 millones de católicos están divididos entre la Asociación Católica Patriótica, controlada por el estado, y las iglesias clandestinas leales a Roma. Se trató de un acercamiento histórico entre dos países cuyas relaciones diplomáticas estaban rotas desde hace más de setenta años. El disgusto entre los conservadores fue monumental y llegaron a acusar al Papa de haberse "vendido" al gigante asiático. El año pasado, Pekín y la Santa Seu acordaron alargarlo otros cuatro años, en vez de dos como hasta entonces. El próximo pontífice tendrá un margen de al menos tres años para decidir si es necesario continuar la "ruta de la seda" abierta por Francisco.

Cargando
No hay anuncios

Abusos sexuales

La plaga de los abusos sexuales en la Iglesia fue uno de los desafíos más dolorosos a los que se enfrentó el papa argentino, que llegó a pronunciar un histórico "mea culpaPero la anunciada política de "tolerancia cero" ante la pederastia clerical se topó con una fuerte oposición interna. La cumbre que se celebró en el 2019 en el Vaticano puso los cimientos de un proceso de renovación profunda, con la abolición, por ejemplo, del secreto pontificio. Dos años más tarde, Francisco aprobó una histórica reforma del Código de Derecho Canónico que endureció las penas, amplió los períodos de prescripción e incluyó una de las demandas históricas: la indemnización a las víctimas.

Cargando
No hay anuncios

Sin embargo, muchos países asiáticos y africanos, donde crece el número de católicos respecto a una Europa cada vez más secularizada, consideran este problema un tabú. En el Viejo Continente tampoco estamos para lanzar cohetes. Algunas conferencias episcopales, como la italiana, ni siquiera han iniciado investigaciones independientes para estudiar sus casos. El próximo papa no podrá mirar hacia otro lado.

Mujeres y laicos

La reforma sinodal impulsada por Francisco abrió sus puertas al nombramiento de mujeres en puestos clave, tales como la primera "directora" de un departamento de la curia vaticana en enero. El nombramiento llegó después de que un histórico sínodo –asamblea de obispos–, abierto por primera vez a laicos y mujeres, reflexionó también sobre la posibilidad de permitir el acceso al sacerdocio de hombres casados ​​o el diaconado femenino. Sobre esta última cuestión, el Papa creó incluso una comisión especializada que fue disuelta sin llegar a conclusión alguna. Las altas expectativas que levantaron algunas de estas reformas impulsadas con el objetivo de incluir a laicos, mujeres y minorías en la Iglesia acabaron desilusionando a los progresistas, que exigen cambios más radicales. Antes o después, el próximo sucesor de Francisco no podrá ignorarlos.

Cargando
No hay anuncios

Ordenación de hombres casados

La disposición malinterpretada de Francisco deabrir las puertas a la ordenación de hombres casados desató una guerra fratricida en la que intervino incluso el papa emérito Benedicto XVI. Finalmente, no autorizó la ordenación de hombres casados ​​en zonas remotas del mundo para hacer frente a la falta de vocaciones, como sugirió el Sínodo de la Amazonia celebrado en el 2019. Una propuesta que, según los críticos, habría adelantado. Los progresistas, por el contrario, consideran que se trata de un paso imprescindible para la supervivencia de la Iglesia.