Rusia responde al debate sobre las garantías de seguridad atacando al oeste de Ucrania
Una ola de misiles y drones deja al menos un muerto en la ciudad de Lviv, muy cerca de la frontera con Polonia
LondresUna ola de ataques con misiles y drones rusos volvió a golpear el oeste de Ucrania la madrugada del jueves. Aunque los ataques a Lviv y el occidente de Ucrania se han producido de vez en cuando, la zona está muy alejada de la primera línea del conflicto, ubicada en el Donbás. La ofensiva ha causado al menos una víctima mortal y catorce heridos. Las explosiones, que se oyeron en las regiones de Mukachevo, Lviv, Lutsk y Rivne, volvieron a poner de manifiesto la capacidad de Rusia para golpear cualquier punto del territorio ucraniano. Sin incluir a las víctimas de esta noche, desde la cumbre de Alaska entre los presidentes Donald Trump y Vladímir Putin murieron al menos 31 civiles y 145 resultaron heridos.
El nuevo ataque, con 574 drones y más de 40 misiles, parece un aviso directo a las potencias occidentales, que en las últimas 72 horas discuten sobre las posibles garantías de seguridad para Ucrania en caso de que llegue la paz. Durante estas reuniones se ha abordado la posible presencia de tropas occidentales en el país como parte de un futuro acuerdo.
Pero el ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov, ha dejado claro que Rusia debe tener poder para vetar cualquier presencia de tropas extranjeras en Ucrania, una idea que se opone directamente a las peticiones tanto del presidente Volodímir Zelenski como de sus socios europeos. Según un informe reciente, el subsecretario de Política de Defensa de Estados Unidos, Elbridge Colby, ya ha informado a sus homólogos europeos de que la Casa Blanca pretende desempeñar un papel mínimo en estas garantías, pese a que el presidente Trump ha dicho, en una entrevista con la cadena Fox News, que Estados Unidos podría ofrecer cobertura aérea.
Y en un nuevo distanciamiento, que deja todo en el aire y la posibilidad de la paz aún más lejana, esta madrugada, en una entrevista en la misma cadena conservadora, el vicepresidente JD Vance ha dicho que será Europa quien tendrá que cargar con la mayor parte de las garantías de seguridad si se llega a un acuerdo de paz. Por su parte, en este mismo sentido, un alto cargo de la OTAN ha declarado a Politico que "se está haciendo evidente que EEUU no está totalmente comprometido con nada".
Por otro lado, este mismo jueves, el ministro Lavrov ha continuado jugando a la ambigüedad que tanto practica, porque si bien ha dicho que Putin está dispuesto a reunirse con el presidente ucraniano, ha advertido de que es necesario superar una serie de condiciones previas, informa Reuters. Además, cuestiona la "legitimidad" de Zelenski a la hora de firmar un eventual acuerdo de paz, ya que su mandato debía expirar en mayo del 2024, aunque no ha habido elecciones a causa de la guerra. Moscú duda de que Zelenski tenga suficiente validez jurídica para firmar nada, ya que podría ser rebatido por un eventual sucesor. Sin embargo, Kiiv replica que Zelenski sigue siendo el presidente legítimo.
En resumen, persisten las dudas sobre las intenciones reales del Kremlin, con más razón por la magnitud del ataque de esta pasada noche. Varios líderes europeos se muestran escépticos ante la voluntad de paz de Putin, pero al mismo tiempo exploran fórmulas que garanticen la seguridad de Ucrania con una mínima implicación de EEUU. Lavrov, en cambio, acusa tanto a Kiiv como a las principales capitales europeas —Londres, París, Berlín y Roma— de no querer una paz real y de trabajar para la "derrota estratégica de Rusia". A su juicio, la Coalición de Voluntarios intenta "erosionar los avances conseguidos en Alaska" y sólo busca imponer un sistema de garantías que aísle a Moscú.
La resaca de Alaska
Tras la pirotecnia de Alaska, que sólo ha servido para la rehabilitación internacional de Putin, y de la cumbre de Trump con Zelenski y los europeos a principios de esta semana, la posibilidad de la paz o de una tregua se aleja. Este miércoles, en un encuentro con periodistas occidentales en Kiiv, el presidente Volodímir Zelenski volvió a reclamar una "fuerte reacción" de Estados Unidos si Putin no quiere reunirse con él.
Zelenski aseguró que en los próximos días "Ucrania espera despejar" las características de las garantías de seguridad, equivalentes al artículo 5 de la OTAN, que cada país de la Coalición de Voluntarios podría proporcionar. Contrariamente a lo que se cree, sin embargo, el artículo 5 de la Alianza Atlántica, que dice que el ataque contra un socio supone el ataque contra todos, deja en manos de cada país escoger cómo se suma a una posible respuesta.
A pesar de la demanda de Zelenski, pues, más allá de amenazas muy vagas y todo tipo de contradicciones, Trump prefiere no concretar nada para mantener a Putin a su lado. Así, el Kremlin gana tiempo y avanza sobre el Donbás, aunque muy lentamente ya un altísimo coste de vidas humanas: 830 sólo en las últimas 24 horas, según fuentes ucranianas. Ucrania y Europa, una vez más, quedan expuestas a los caprichos del presidente de Estados Unidos y de su agrado por los shows diplomáticos televisados.