La UE aprovecha la guerra de Irán para volver a cerrar filas con Israel
Von der Leyen se desentiende de la posición común de la UE y reivindica el derecho de autodefensa de Tel-Aviv después de que atacara a Irán
BruselasLa división en la Unión Europea sobre los conflictos en Oriente Próximo es absoluta. Una parte importante de países –como Alemania, Hungría o Austria– y por lo general la derecha y la extrema derecha mantienen unas posiciones muy próximas a Israel; y un grupo más reducido de Estados miembros –como España o Bélgica– y el global de los partidos progresistas son más críticos con el gobierno de Benjamin Netanyahu. El toma y daca entre estos dos bandos es constante, pero desde el inicio de la guerra de Gaza se ha impuesto casi en todo momento la visión de los más prosionistas y no ha sido hasta hace pocas semanas cuando la UE había endurecido ligeramente el tono contra Tel-Aviv. Sin embargo, el ataque israelí contra Irán ha vuelto a hacer girar el péndulo dentro del club europeo y la mayoría de los líderes europeos han aprovechado la ocasión para volver a cerrar filas con Israel.
El caso más evidente ha sido el de la presidenta de la Comisión Europea, la conservadora alemana Ursula von der Leyen. Ha estado en el blanco de las críticas desde el primer momento por mantenerse muy cercana a Netanyahu, si bien en los últimos días se había decantado por un posicionamiento de mayor consenso dentro de la UE. Después del ataque del ejército israelí a Irán, sin embargo, Von der Leyen volvió a ponerse junto a Netanyahu. "Israel tiene el derecho a defenderse e Irán es la principal fuente de inestabilidad regional", dijo la jefa del ejecutivo comunitario.
Con este comentario, Von der Leyen volvió a saltarse su obligación de representar la opinión de consenso de la UE en materia de política exterior. A estas alturas, tal y como se evidenció en la llamada que mantuvieron los ministros de Exteriores este martes, el global de los estados miembros evita vincular el ataque de Israel contra Irán con el derecho a defensa. De hecho, la jefa de la diplomacia europea, la liberal estonia Kaja Kallas, llamó a regresar a la diplomacia y evitar una mayor escalada en el conflicto. Un mensaje muy similar al difundido por el presidente francés, Emmanuel Macron: "Viendo lo ocurrido en Irak en el 2003, ¿cree que es una buena idea?"
Ahora bien, Alemania aún ha defendido de forma más contundente a Netanyahu, hasta el punto de que el canciller germano, el conservador Friedrich Merz, ha asegurado que "está haciendo el trabajo sucio" que no hace la UE. "Siento el máximo respeto por el ejército de Israel y el gobierno de Israel porque han tenido el valor de hacerlo", dijo el líder alemán en una entrevista este martes. Estas declaraciones contrastan con las críticas de hace pocos días del propio Merz en Netanyahu por no dejar que entre la ayuda humanitaria en Gaza. "No entiendo cuál es el objetivo", dijo entonces.
Se expresó con palabras similares el primer ministro británico, Keir Starmer, quien apoyó el derecho de autodefensa de Israel y anunció el despliegue de aviones de combate en la zona. De hecho, en el encuentro del G-7 los líderes emitieron una declaración conjunta que se alineaba con las justificaciones del gobierno israelí y "reiteraron" su "apoyo a la seguridad de Israel".
La revisión del acuerdo de asociación de la UE con Israel: un mero mensaje diplomático
En el debate en el Parlamento Europeo sobre Gaza de este miércoles, Kallas ha advertido a Tel-Aviv de que "reducir o anexionarse un territorio es una violación directa del derecho internacional", pero aún ha rebajado más las pocas posibilidades de que la UE acabe revocando el acuerdo de la asociación con Israel en el Consejo de Exteriores de la Unión Europea. En este sentido, la jefa de la diplomacia europea ha asegurado que la decisión de revisar el acuerdo con Israel sirve para "poner presión", pero fuentes diplomáticas aseguran al ARA que ven muy complicado que a corto plazo los socios europeos acuerden, por ejemplo, congelar la venta de armas de la UE al ejército israelí.
De esta forma, todo indica que Kallas evitará poner sobre la mesa alguna medida o sanción contra Israel en el próximo Consejo de Exteriores de la UE por la falta de apoyos. De hecho, para que salga adelante una revocación o congelación del acuerdo, aunque sea parcial, debe contar con el visto bueno de una mayoría cualificada; esto es, con un 55% de los votos favorables de los 27 estados miembros y que supongan al menos un 65% del global de población del bloque comunitario.