Visitas sin contacto físico y salidas al patio limitadas: así será la primera prisión de alta seguridad de Francia

ParísUn año después del asesinato de dos vigilantes penitenciarios en una emboscada para liberar a un narcotraficante durante un traslado, Francia está a punto de inaugurar la primera prisión de alta seguridad donde trasladará este verano a los cien narcotraficantes más peligrosos. La cárcel no solo estará llena de cámaras de vigilancia y todo tipo de tecnología para evitar que entren móviles y armas o sobrevuelen drones, sino que también los presos estarán sometidos a unas condiciones mucho más duras que en cualquier otro centro penitenciario francés. París se ha inspirado en el modelo antimafia italiano.

La cárcel se encuentra en Vendin-le-Vieil, un municipio situado al norte, en la región de los Altos de Francia. Actualmente se está adaptando para convertirla en la más segura del país y próximamente los presos que aún quedan se trasladarán a otros centros. El gobierno francés ha escogido esta prisión porque ya tenía un nivel de seguridad elevado y una arquitectura para limitar la interacción entre los presos. Uno de los condenados que cumple la pena en Vendin-le-Vieil es Salah Abdeslam, terrorista islamista condenado por los atentados de París de noviembre del 2015.

Lo que quiere el gobierno es que los narcotraficantes no puedan seguir dirigiendo los negocios desde la cárcel, como ocurre habitualmente. Amra la planeó él mismo desde la cárcel. Tras la espectacular fuga, Amra fue detenido en Rumania en febrero.

Cuando lleguen el centenar de narcotraficantes a Vendin-le-Vieil este verano, la cárcel contará con celdas individuales donde las ventanas tienen doble seguridad -están equipadas con barrotes y una reja- y en la puerta se instalará un arco para detectar metales similar al de los aeropuertos. En la nueva prisión, los vínculos con el exterior se reducirán al mínimo así como la interacción con los demás presos. Las salidas al patio estarán limitadas y habrá un máximo de cinco presos a la vez.

Las llamadas a las que tienen derecho los detenidos serán escuchadas por funcionarios mientras que las visitas de amigos y familiares se harán a través de un cristal y no habrá ningún tipo de contacto físico entre los detenidos y los visitantes, ni siquiera con la pareja. "El objetivo es aislarles de su red criminal creando una barrera completa con el mundo exterior, de modo que su capacidad de causar daños se reduzca a cero", resume el portavoz de Justicia, Cédric Logelin, en la emisora ​​France Bleu.

Atentado contra los derechos humanos

El presidente de la República, Emmanuel Macron, visitó este miércoles la cárcel de alta seguridad y se entrevistó con los familiares de los dos vigilantes penitenciarios asesinados en la emboscada para liberar a Amra. Su fuga obligó al gobierno a mover ficha para evitar que se repita algo similar. Pero distintas asociaciones han denunciado que las condiciones de la prisión de alta seguridad supondrán un atentado contra los derechos humanos. El Observatorio Internacional de Prisiones (OIP) asegura que el aislamiento social al que estarán sometidos los presos puede considerarse "tortura blanca" y avisa de que puede tener consecuencias para la salud mental de los detenidos.