Se filtra el borrador de una sentencia del Supremo de EE.UU. que pretende ilegalizar el aborto
Politico publica la resolución de 98 páginas, que tiene el apoyo de cinco jueces conservadores
BarcelonaEl Tribunal Supremo de los Estados Unidos quiere ilegalizar el aborto, según un borrador de sentencia que ha filtrado esta madrugada el portal Politico. El borrador de resolución, un documento de 98 páginas, prevé tumbar las sentencias de 1973 y 1992, que son las piedras angulares del derecho de la mujer a decidir sobre el propio cuerpo. La filtración es insólita, el primer borrador de un dictamen mayoritario del alto tribunal que se filtra, y el documento lo firma el magistrado Samuel Alito, que tendría el apoyo de cuatro jueces más. El Supremo está formado por nueve magistrados, seis de los cuales son conservadores. La sombra de Donald Trump es alargada: él nombró a tres de estos jueces, que tienen un cargo vitalicio. El documento tampoco es una sorpresa: el tribunal ya dio por buenas el septiembre pasado leyes muy restrictivas que habían impulsado estados como Texas.
El documento no es definitivo porque se trata de un borrador y la sentencia no se espera hasta julio, pero si finalmente es aprobado en estos términos u otros parecidos supondría luz verde para que cada estado adopte su legislación, sin límites. Una docena de estados ya tienen en marcha leyes antiabortistas y el documento plantea que "ha llegado la hora de acatar la Constitución y devolver el tema del aborto a los representantes escogidos por el pueblo". El borrador es una enmienda a la totalidad de la arquitectura que legaliza el derecho a decidir en Estados Unidos: un texto de 98 páginas que plantea que la sentencia de 1973, conocida como Roe contra Wade, era "flagrantemente errónea desde el origen, basada en una argumentación muy débil y que tuvo consecuencias muy nocivas". También considera que el Tribunal "cortocircuitó el proceso democrático".
Roe contra Wade fue ratificado en 1992 en una nueva resolución –Planificación Familiar contra Casey– que establecía que las leyes que restringen el aborto no pueden suponer una "carga excesiva" para la mujer embarazada. Pese a esta jurisprudencia, el juez Alito asegura que el derecho a abortar "no está profundamente arraigado en la historia ni en las tradiciones del país".
Solo los tres miembros progresistas del Supremo se han opuesto a la revisión de la legislación sobre la interrupción voluntaria del embarazo. El presidente del tribunal, John Roberts, conservador moderado, es el único que no se ha pronunciado, pero con su voto tampoco habría sido suficiente para frenar la mayoría conservadora. Tampoco es una sorpresa: estos jueces ya han avalado la legislación antiabortista que gobiernos conservadores han adoptado en una estrategia coordinada para obligar al Supremo a reabrir el tema. La ley de Texas, que entró en vigor el 1 de septiembre, prohíbe el aborto más allá de las seis semanas de embarazo, e incluso apela a la delación de los profesionales sanitarios que la practiquen. En diciembre el Tribunal examinó la legislación de Misisipi, que prohíbe la interrupción del embarazo después de las quince semanas, a pesar de que no ha llegado a implementarse. El borrador filtrado corresponde a este caso.
La polémica –incluida la filtración de un documento interno de deliberación entre los jueces de la más alta instancia judicial– impactará en la campaña por las elecciones de medio mandato. Los demócratas tienen aquí una base de movilización, mientras que un Congreso de mayoría republicana podría legislar contra el aborto en todo el país.