Ginebra acogerá el 16 de junio la primera cumbre entre Biden y Putin
El estadounidense busca una relación “estable” y “previsible” con Moscú
WashingtonCasi tres años después de la controvertida cumbre en Helsinki entre Donald Trump y Vladimir Putin, los presidentes de ambos países volverán a encontrarse. En esta ocasión será en Ginebra, Suiza, y con Joe Biden como líder estadounidense. La fecha, el próximo 16 de junio. Previamente, Biden habrá asistido a la cumbre del G7 en el Reino Unido y a la de la OTAN en Bruselas, en el que será el primer viaje al extranjero de su presidencia. Así lo anunció ayer la Casa Blanca en un comunicado confirmado posteriormente por Moscú.
Escueta, la nota oficial de Washington apunta que ambos líderes “discutirán un amplio rango de cuestiones urgentes”. El objetivo de la reunión, según se lee en el comunicado, es “restaurar la previsibilidad y estabilidad de las relaciones” entre los dos países. El Kremlin, por su parte, anunció que Putin y Biden discutirán “el estado actual y perspectivas de las relaciones entre Rusia y EE.UU.”, así como “asuntos de estabilidad estratégica” o la “resolución de conflictos regionales”. Los detalles se concretaron en un encuentro el pasado fin de semana en Ginebra entre el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, y su homólogo ruso, Nikolay Petrushev.
Joe Biden dio en abril el primer paso para hacer realidad la reunión con Vladimir Putin. Además de proponer el encuentro, en la que fue segunda llamada telefónica entre ambos mandatarios desde que el demócrata accediera a la presidencia, Biden mostró su preocupación por el despliegue militar ruso en la frontera con Ucrania, el mayor desde la ocupación de Crimea en 2014, según la OTAN, que hizo temer una escalada de las acciones rusas en el este del país. Una semana después de la llamada, Putin anunció el final del despliegue militar.
Aunque solo lleva cuatro meses en marcha, la administración Biden ha anunciado ya en varias ocasiones sanciones contra empresas y funcionarios de Moscú, especialmente por su papel en el hackeo de la compañía de software SolarWinds, que habría permitido, según Estados Unidos, que el Kremlim accediera durante meses a la red informática de diversas agencias del gobierno, incluido el Pentágono, y también de importantes empresas norteamericanas.
Como respuesta al hackeo, así como a la supuesta interferencia rusa en las elecciones de 2020, Washington anunció la expulsión de diez diplomáticos rusos. La Casa Blanca ha sido igualmente crítica con Moscú por el envenenamiento y posterior encarcelamiento del opositor Alexei Navalny, por el que Estados Unidos impuso sanciones en coordinación con la Unión Europea.
Aunque sin la controversia del encuentro entre Trump y Putin, la próxima reunión entre los presidentes de ambos países viene precedida por varias declaraciones polémicas. Especialmente por la respuesta afirmativa por parte de Joe Biden a la pregunta de si cree que el ruso es un “asesino”. Y hace diez años, siendo vicepresidente de Barack Obama, le dijo al entonces primer ministro ruso que “no creo que tengas alma”, según explicó tiempo después. El comentario del demócrata evocaba a otro hecho en 2001 por George W. Bush en el que aseguró que, tras mirarle a Putin a los ojos, pudo “sentir su alma”.
El encuentro entre Trump y Putin en 2018 estuvo rodeado de la polémica por la supuesta interferencia rusa en las elecciones de 2016, según la cual Moscú habría buscado ayudar al republicano en las elecciones y perjudicar las opciones de la demócrata Hillary Clinton. En la rueda de prensa posterior a la reunión de Helsinki, el estadounidense dio mayor credibilidad a las explicaciones de su homólogo, que negó cualquier interferencia, que a las de sus servicios de Inteligencia.