Conte dimitirá hoy como primer ministro de Italia

El mandatario espera que se le encargue la formación de un nuevo gobierno para poner fin a la crisis política que vive el país

Soraya Melguizo
y Soraya Melguizo

Milà El gobierno italiano tiene las horas contadas. La salida de la coalición gubernativa de Italia Viva, el partido del ex primer ministro Matteo Renzi, ha dejado al ejecutivo liderado por Giuseppe Conte ante un puzle difícil de reconstruir. El mandatario italiano superó por los pelos una votación de confianza en el Senado la semana pasada y ganó tiempo para tratar de encontrar nuevos apoyos parlamentarios. Pero los números no cuadran y el primer ministro presentará su dimisión este martes con la esperanza de que el jefe de la República le encargue la formación de un nuevo ejecutivo.

Después de una semana frenética de negociaciones entre las distintas fuerzas parlamentarias para tratar de encontrar un ejército de parlamentarios tránsfugas que den oxígeno a su gobierno, la situación se precipitó en las últimas horas después de que Italia Viva confirmara que el próximo miércoles en el Senado votaría en contra de la gestión del ministro de la Justicia, exponente del Movimiento Cinco Estrellas (M5E) e impulsor de una polémica reforma. La caída de Bonafede, uno de los principales apoyos de Conte dentro del partido, arrastraría al primer ministro, que llegados a este punto ha decidido adelantar su dimisión.

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Pero el final de la segunda experiencia política de Conte al frente del gobierno no significa el fin de su carrera como primer ministro. El objetivo del mandatario italiano es desatascar una crisis política que ha dejado en minoría a su gobierno en medio de la pandemia de coronavirus. Conte espera que el presidente de la República decida resolver en tiempo récord la crisis para evitar males mayores y, tras unas rápidas consultas con el resto de partidos, decida encargarle de nuevo la formación de un gobierno, el tercero en tres años.

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Las negociaciones para dar luz verde a un “Conte-ter”, como se ha bautizado en el país el posible tercer ejecutivo presidido por el abogado, con un nuevo programa y un nuevo gabinete, ya han comenzado. Pero las opciones del todavía primer ministro italiano no son muchas. Conte necesita el apoyo de Italia Viva y de otras fuerzas centristas para sobrevivir. Pero en el M5E se niegan a abrir la puerta de nuevo a Matteo Renzi, a quien consideran responsable de haber hecho estallar una inoportuna crisis, tras abandonar la coalición gubernativa que formaba junto a los grillinos, los socialdemócratas del PD y Libres e Iguales.  

Pendientes de Mattarella

Con la dimisión del primer ministro, la pelota pasa ahora a Sergio Mattarella. Si Conte no obtiene suficientes apoyos para encabezar un nuevo gabinete, el presidente de la República podría encargar la formación de un gobierno a otro exponente del centro-izquierda y archivar la experiencia política del jurista. Una opción que permitiría un retorno de Renzi a la mayoría parlamentaria, pero a la que se oponen los grillinos. “La transición hacia el llamado Conte-ter es la única salida a esta infame crisis”, sostienen desde el Cinco Estrellas.

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La crisis política está pasando factura también a la oposición de centroderecha, que se muestra dividida. Mientras la Liga y Hermanos de Italia presionan para que Mattarella convoque elecciones anticipadas, Silvio Berlusconi ha dicho estar dispuesto a apoyar un gobierno de unidad institucional que evite las urnas.

La segunda dimisión

Esta es la segunda vez en menos de tres años que Giuseppe Conte dimite como primer ministro de Italia. La primera fue en agosto de 2019, después de que el líder de la Liga, Matteo Salvini, hiciera caer al gobierno con el M5E para forzar un adelanto electoral que nunca se produjo. Habían pasado apenas 15 meses desde que un desconocido abogado y profesor universitario se convertía en el primer ministro del país transalpino, el número 29 desde la Segunda Guerra Mundial. Muchos entonces dieron por finiquitada su breve carrera política, pero el jurista supo cómo erigirse de nuevo en la única figura de consenso capaz de unir a los grillinos con el PD.

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En poco más de un año, Conte pasó de ser el líder de un ejecutivo populista y soberanista a un defensor a ultranza de la UE con perfil propio. Pero cuando el nuevo gabinete apenas había arrancado, el coronavirus comenzó a extenderse sin control por el norte de Italia. Su gestión personalista de la pandemia lo ha convertido, sin embargo, en el político mejor valorado en 2020, según un reciente estudio demoscópico. Y esta crisis podría terminar por impulsar definitivamente su carrera política. Según otro estudio, si Conte decidiera fundar su propio partido, obtendría el 16% de los votos, solo por detrás de la Liga de Salvini.