Conte se salva en el Parlamento pero gobernará en minoría
El primer ministro se reunirá con Mattarella para evitar las urnas
MilánGiuseppe Conte puede respirar tranquilo. El primer ministro italiano obtuvo ayer el voto de confianza del Senado, que le permitirá gobernar en minoría, después de que Matteo Renzi, líder de Italia Viva, uno de los partidos que forman parte de la coalición gubernativa, lanzara un órdago al jefe del Ejecutivo retirando las dos ministras de su formación del gabinete y abriendo una crisis política. Se trata de una victoria muy ajustada –156 votos a favor, 140 en contra y 16 abstenciones--, que no garantiza una larga vida al Gobierno actual, el número 66 desde el final de la Segunda Guerra Mundial.
El jefe del Ejecutivo italiano contó con el apoyo inesperado de dos senadores del partido de Silvio Berlusconi --que fueron inmediatamente expulsados de Forza Italia--, otros del grupo mixto y varios senadores vitalicios, entre ellos, Liliana Segre, superviviente del campo de concentración de Auschwitz, que con 90 años viajó expresamente desde Milán. Al igual que sucedió en la Cámara de los Diputados el día anterior, Italia Viva se abstuvo, por lo que el primer ministro pudo obtener una mayoría simple y ganar tiempo para intentar pescar nuevos aliados en la oposición. Con este objetivo, Conte propuso un pacto de legislatura con otras fuerzas políticas y una remodelación de su gabinete.
En el Senado, el primer ministro repitió el mismo discurso que pronunció el día anterior ante la Cámara Baja, aunque incluyó algunos matices, después de que el lunes fuera duramente criticado por la oposición por lanzar una desesperada solicitud de ayuda a sus señorías para que apoyaran a su Gobierno, prometiendo una reforma electoral que dará más espacio a los pequeños partidos. Un llamamiento a la “responsabilidad” ante la difícil situación que atraviesa el país, con más de 80.000 muertos por la pandemia, que fue interpretado como una invitación al transfuguismo, una práctica con larga tradición en la política italiana.
“Tenemos que construir nuevos vínculos políticos con las fuerzas parlamentarias que han apoyado con lealtad al gobierno y con quienes les importa realmente el destino del país”, aseguró Conte en su discurso ante los senadores. Una alianza con vocación europeísta y contra las derivas nacionalistas, especificó. “Porque los votos cuentan y son muy importantes, pero cuentan más las ideas y los proyectos”. Durante su segunda intervención, el primer ministro fue mucho más directo y, dirigiéndose a Renzi, trató de desmontar una a una las razones esgrimidas por el líder de Italia Viva para abandonar la coalición. “Estamos en democracia, si los números no cuadran, este Gobierno se va a casa”, recalcó.
Y los números cuadraron gracias a la abstención de Italia Viva, conscientes, a pesar de haber abierto la crisis, que un adelanto electoral con apenas un 3% en los sondeos podría dejarles fuera del Parlamento. En su alocución, Matteo Renzi, quien ocupó el cargo de primer ministro entre 2014 y 2016, acusó a su sucesor de estar más preocupado por mantenerse en el poder que por el futuro del país. “Usted ha cambiado tres veces de mayoría parlamentaria con tal de seguir siendo presidente del consejo de ministros. Pero usted ha gobernado con Salvini y ha sido el presidente que ha fimado los decretos de seguridad”, lanzó el ex mandatario, recordando que Conte fue el primer ministro de la coalición formada por la Liga y el M5E, que gobernó durante 14 meses hasta que Matteo Salvini rompió la alianza para forzar sin éxito un adelanto electoral.
Las próximas horas, decisivas
El final de aquel experimento en agosto de 2019 fue el inicio de la actual coalición gubernativa formada por los 'grillinos', Partido Democrático y Libres e Iguales, impulsada por el propio Renzi poco antes de abandonar a los socialdemócratas para formar su propio partido.
Conte se reunirá en las próximas horas con el presidente de la República y, si Sergio Mattarella no se opone, podrá gobernar con una frágil mayoría simple y con la esperanza de que algunos “constructores”, como rebautizó el 'premier' a los tránsfugas, apoyen desde fuera su Gobierno. No será fácil pero tampoco imposible. Nadie en Italia tiene prisa por acudir a las urnas. Sobre todo porque la mitad de los actuales diputados y senadores no repetirán la próxima legislatura, en la que entra en vigor el recorte de parlamentarios aprobado en referéndum en septiembre.