Amadeo-Koichi Jensana Tanehashi: "Japón es un país con unos índices bajísimos de delincuencia y todo el mundo está en estado de shock"

BarcelonaEl director de economía y empresa de Casa Asia, Amadeo-Koichi Jensana Tanehashi (Odawara, Japón, 1969), analiza el impacto del asesinato del ex primer ministro japonés Shenzo Abe esta mañana en Japón.

El magnicidio ha sorprendido a Japón y al mundo

— Era una cosa inimaginable en Japón, y la prueba es que las campañas políticas allí se hacen sin ningún tipo de protección. Por eso, Abe, una figura tan importante en el país, estaba haciendo campaña desde una sencilla plataforma a pie de calle. Japón es uno de los países más seguros del mundo, donde si te dejas una cartera en la calle, después te la encuentras allí. Por eso también hemos visto esta gran reacción de unidad. Hay todoun background cultural: es un país que no conoce el conflicto, donde el índice de delincuencia, tanto de asesinatos como de hurtos, es bajísimo; todo el mundo está en estado de shock.

¿Cuál era el peso de Shinzo Abe en la política japonesa?

— Abe seguía siendo una figura política muy importante, más de un año después de su dimisión. Ha sido el hombre que más tiempo ha pasado al frente del gobierno de Japón, en un país donde estamos acostumbrados a ver pasar muchos primeros ministros en poco tiempo. Era una figura de gran relevancia dentro del Partido Liberal Democrático, el partido conservador que ha gobernado Japón casi ininterrumpidamente desde la fundación del país en 1955.

¿Cómo explicaría su legado?

— Su principal legado es su política monetaria, la Abenomics, que intentó contrarrestar todos los problemas estructurales de la economía japonesa, como el estancamiento y el bajo consumo. Japón lleva tres décadas perdidas, está en una crisis grave desde los años 90 y durante su mandato las cosas mejoraron un poco. Además, hay que tener en cuenta que el país ha tenido una cierta estabilidad política durante 8 años, lo cual no es nada normal. Y por supuesto la militarización.

Durante su mandato se reinterpretó el artículo 9 de la Constitución, en el que el país renuncia al uso de la fuerza para resolver conflictos internacionales.

— La militarización es otro de los legados de Abe, que consiguió esta reinterpretación de la Constitución debido a las crecientes tensiones con China. Una tendencia que ahora se volvía a acentuar, bajo su sucesor, el primer ministro Fumio Kishida, a raíz de la guerra de Ucrania. Como todo el mundo, ahora en Tokio también se propone incrementar el gasto militar.

¿Qué consecuencias tendrá el asesinato?

— Seguro que habrá un endurecimiento de los protocolos de seguridad internos del país. Y es posible que se extienda una sensación de inseguridad social que hasta ahora no existía.

¿Y en las elecciones del domingo?

— No creo que tenga un impacto electoral ni político. Hay mucha fidelidad al Partido Liberal Demócrata y no creo que esto cambie.