Milei, en Madrid: "No dejamos que el socialismo cancerígeno nos gane"

MadridApadrinado por Santiago Abascal y esquivando al gobierno español, el presidente de Argentina, Javier Milei, ha aterrizado este viernes en Madrid. El domingo participará en una especie de aquelarre de la extrema derecha internacional –una convención de Vox para dar el pistoletazo de salida a las elecciones europeas–, pero ha hecho un aperitivo en el auditorio de La Razón, un diario que aboga por un entendimiento en el Estado entre el PP y el PSOE. El pretexto era la presentación de su libro El camino del libertario, editado en España por Planeta. En el plano empresarial, todo quedaba en casa.

“Hombre, Santiago, ¡no te había visto, amigo!”, se levanta Milei antes de que comience el acto cuando ve al presidente de Vox. Está en primera fila, como la expresidenta de la Comunidad de Madrid Esperanza Aguirre. Lo presenta el presidente de La Razón, Francisco Marhuenda, que le expresa todo su apoyo y la etiqueta de “centrederecha”. Marhuenda mete con calzador un comentario sobre política española afirmando que si Milei fuera terrorista sería bienvenido a España, porque ésta es la lógica que, dice, sigue el gobierno de Pedro Sánchez con el independentismo. El presidente argentino no acaba de entender la broma y dedicará la mayor parte del coloquio con el economista ultraliberal Juan Ramón Rallo a hablar de su plan de choque en Argentina.

Presume de haber enlazado varios meses con superávit financiero, haber reducido déficit e iniciado el “bajón” de la inflación. Se reafirma en su plan de la dolarización de la economía: pretende que los ciudadanos vayan incorporando moneda extranjera en el país, prohibir que el banco central emita moneda propia y que, inexorablemente, el peso acabe desapareciendo. Aguirre aplaude cuando se compromete a cerrar el banco central, mientras que Abascal no aplaude siquiera cuando Milei promete que será delito emitir moneda, y eso que el líder de Vox también es amante de encarcelar.

Quizás es que Abascal no está acostumbrado a tantos tecnicismos económicos. De hecho, Milei se refiere en varias ocasiones como “amigo”, pero no le sitúa en la categoría de referente, como otras personas que menciona, entre ellos el propio Rallo. ¿Cómo se aviene a compartir espacio el domingo con otros dirigentes internacionales que no necesariamente comulgan con las mismas tesis del “liberalismo libertario” que él pregona?, le pregunta su interlocutor.

Contra los 'zurdos'

Milei argumenta que es un “imperativo moral” atender a la invitación de Abascal porque fue el único que le “abrazó” cuando todo el mundo lo consideraba un “ser despreciable”. Aguirre aplaude. Este cronista no ha podido ver si también aplaude a Iván Espinosa de los Monteros, el exportavoz de Vox en el Congreso, él sí formado en economía. Lo que se constata es que en el cóctel posterior al acto Espinosa de los Monteros se queda lejos de Abascal. Hay otra razón para asistir al acto de Vox –y para que los asistentes al acto coexistan–, que es la oposición a los zurdos. "No dejamos que el lado oscuro, negro, satánico, atroz, espantoso, cancerígeno que es el socialismo nos gane", concluye Milei.