Drones que emiten el sonido del llanto de un bebé: otra estrategia de Israel para aterrar a los gazatines

BarcelonaLos drones del ejército israelí sobrevuelan constantemente el cielo de Gaza desde hace años; vigilan todos los movimientos de la población y disparan con control remoto, dentro y fuera de las zonas de combate. Pero en la actual operación genocida en Gaza, se ha documentado ampliamente que también se utilizan como instrumento de terror psicológico, sobre todo en las zonas donde los civiles se han visto obligados a buscar refugio. Los aparatos no tripulados que pueden volar a baja altura se han equipado con altavoces que emiten el sonido del llanto de un bebé, gritos de mujeres suplicando ayuda, el ladrido de perros, sirenas de ambulancias o el estruendo de los bombardeos.

"Normalmente, los sentimos a medianoche, a veces cada noche, a veces una vez a la semana. Provocan el pánico, sobre todo entre las criaturas. Una vez vi como un dron emitió el grito de una mujer y un grupo de vecinos salieron de casa para ver qué ocurría y cuando estaban fuera, se disparó, el mismo dron les disparó." en el ARA Khaled desde Al-Karama, una localidad en el norte de Gaza, junto a la frontera con Israel. "También he oído perros ladrando, y una vez, incluso, los gritos de un vendedor de helados", añade. Testimonios como éstos se repiten desde abril del año pasado en muchos puntos de la Franja.

Maha Hussaini, investigadora de la ONG Euro-Med Human Rights Monitor, grabó un dron emitiendo el llanto de un bebé el 5 de julio en el barrio en el que vive de Ciudad de Gaza. "Dirías que es un bebé real hasta que sientes que el sonido se acerca a la ventana y te das cuenta de que es otro cuatricóptero que intenta engañar a la gente para que salga de casa". Hussaini explica al ARA que ha vivido esta misma situación muchas más veces.

Los cuatricópteros son un tipo de drones pequeños (menos de un metro de diámetro) que se llaman así porque tienen cuatro hélices con las que pueden volar a poca altura, sin hacer ruido. Son fácilmente maniobrables y pueden permanecer estáticos en un punto. Se les puede equipar con cámaras, altavoces, explosivos o ametralladoras.

Kamal Adana, un expolicía de la localidad de Jabalia que se ha tenido que refugiar en Ciudad de Gaza y que vio morir a sus padres ya su sobrino en un bombardeo en enero, también ha sido testigo: "Ha pasado muchas veces: utilizan todo tipo de sonidos para engañar a la gente y cuando salen los mensajes, cuando salen los mensajes WhatsApp. Como Israel no permite acceder a la prensa internacional independiente en la Franja, sólo podemos tratar de documentar lo que ocurre a través de testigos sobre el terreno.

Euro-Med Monitor ha documentado tantos casos que habla de un "patrón sistemático": "Los drones vuelan a poca velocidad y dibujan círculos sobre las casas o tiendas donde vive la gente desplazada, antes de empezar a emitir sonidos alarmantes concebidos especialmente para aterrorizar y agotar psicológicamente a los civiles". El informe alerta de que no se trata de ruidos aleatorios sino de una estrategia deliberada: "Una estrategia concebida para agotar mentalmente a los civiles, presionarlos a marcharse y al mismo tiempo engañarlos para atraerlos a una trampa mortal. Los drones emiten sonidos específicos que pretenden evocar un miedo. ventanas, los balcones o salgan de las tiendas. Cuando aparece alguien, el dron puede abrir fuego, y transformar una respuesta humana básica en un acto calculado de asesinato”. Los drones son a la vez un arma física y psicológica.

Mohamed Salameh, vecino de Al Rimal, en el centro de Gaza, explicó a Euro-Med Monitor que, de madrugada, empezaron a escuchar "sonidos horrorosos de perros atacando a criaturas, criaturas gritando, llantos de una abuela, y luego de nuevo el grito de las criaturas: duró varios minutos". Salameh estuvo a punto de acercarse a la ventana. "Pero en el último segundo nos dimos cuenta de que los sonidos se alejaban y se acercaban y entonces vimos al cuatricóptero planeando frente a la ventana". El testigo admite que ahora no se atreve a salir cuando oye gritos en la calle: "Estamos paralizados por la duda y por el miedo".

Varios testigos recogidos por la ONG coinciden en que estos ruidos acaban resultando más aterradores que los bombardeos reales. Y que el impacto psicológico es demoledor, sobre todo en las criaturas y madres que intentan proteger a sus hijos, porque provocan la sensación de ser observados y un estado de angustia constante. "Este terror se infiltra en todos los rincones de la vida diaria y desencadena episodios de pánico en las personas y en el conjunto de la comunidad, especialmente en zonas superpobladas, refugios, campamentos de desplazados, mercados o en los puntos de distribución de ayuda, donde no hay sitio para esconderse o huir".

Vigilados dentro de casa

También se ha documentado cómo los cuatricópteros entran en las casas durante la noche, aprovechando que las ventanas carecen de cristales debido a las explosiones. Lo relata en el informe una mujer de Ciudad de Gaza que la ONG prefiere mantener en el anonimato para protegerla de las represalias: "Estaba durmiendo con mis hijos en el apartamento que hemos alquilado en Al Rimal, después de que nuestra casa fuera destruida. Como las ventanas están rotas las tapamos con plástico, pero aquella estirados en el suelo en medio de la oscuridad y oí el sonido inconfundible de un dron. Abrí los ojos y lo vi planeando sobre nosotros. Entré en pánico pero me quedé quieta y empecé a que nos iba a disparar. La mujer asegura que desde entonces le provoca terror acostarse.