La escaladora iraní que compitió sin velo, recibida como una heroína en Teherán
Elnaz Rekabi ha repetido en una entrevista en la televisión estatal que incumplió el código de vestimenta "accidentalmente"
BarcelonaUna multitud ha recibido este miércoles de madrugada en el aeropuerto de Teherán a Elnaz Rekabi, la escaladora de 33 años que este fin de semana compitió en el Mundial de Seúl sin llevar velo en apoyo a las protestas contra el régimen de los ayatolás. La deportista estuvo desaparecida durante dos días después de haber desafiado el código de vestimenta y se temía por su seguridad.
"¡Elnaz, heroína!", ha gritado la gente congregada poco antes de las cuatro de la madrugada, hora local, según los vídeos que se han publicado en las redes sociales esquivando la censura de internet impuesta por las autoridades. Rekabi ha hecho unas breves declaraciones a la televisión estatal desde la terminal, con la cabeza cubierta con un pañuelo y una gorra negra. Ha repetido lo mismo que decía el escrito publicado ayer en su cuenta de Instagram: que compitió sin velo "por accidente": "Me avisaron con poco tiempo, me estaba poniendo los zapatos y me olvidé del hijab". Otras atletas iraníes que habían competido sin velo o con ropa corta han sido forzadas a ofrecer las mismas disculpas o bien no han vuelto al país.
No queda claro dónde la han llevado después y se teme que pueda estar detenida. Las imágenes de la escaladora con el pelo descubierto atado en una cola dieron la vuelta al mundo. El post se publicó después de que, según fuentes citadas por la BBC, le hubieran confiscado el móvil y que durante dos días ni su familia ni la prensa pudieran contactar con ella.
Las protestas contra la obligatoriedad de llevar velo en Irán –desatadas por la muerte bajo custodia policial de Mahsa Amini, una chica de 22 años detenida por la policía de la moral por no llevar bien puesto el velo– suponen el desafío más grande contra el régimen de los ayatolás en sus 43 años de historia. Las deportistas no se escapan de las estrictas leyes que obligan a las mujeres no solo a llevar hijab, sino también a cubrirse todo el cuerpo, incluidas piernas y brazos, con ropa holgada que no marque las formas. Un código que tienen que respetar también cuando participan en competiciones internacionales. La propia Rekabi había explicado en una entrevista que la ropa le dificultaba la práctica de su disciplina.