¿Por qué Hezbollah y Hamás no tienen nada que ver?
Israel ha podido degradar muy rápidamente al partido-milicia libanés, pero es un grupo mucho mayor, mejor entrenado y armado que el movimiento palestino
El CairoEl anuncio de la invasión del sur del Líbano por parte de Israel tuvo lugar pocos días antes de que se cumpla el primer año del lanzamiento de su ofensiva contra Gaza. El movimiento del ejército israelí se ha producido, como entonces, después de realizar una campaña masiva de bombardeos, desplegar fuerzas en la frontera y llamar a reservistas a filas. Pero esta vez, si la incursión también se expande, se encontrarán frente a un adversario, Hezbollah, mucho mayor, mejor entrenado y armado y mejor conectado con otros grupos armados de la región que Hamás.
Aunque las capacidades de grupos como Hezbollah y Hamás en cuanto al número de combatientes y su armamento no se saben con precisión, se calcula que el partido-milicia libanés cuenta como mínimo con unos 30.000 efectivos y una cifra ligeramente inferior de reservistas. Esto podría representar en torno al doble que Hamás antes de la ofensiva de Israel. Asimismo, Hezbollah dispone de un armamento mucho más sofisticado y se estima que podría poseer un arsenal de más de 120.000 cohetes y misiles, en torno a seis veces más, al menos, que Hamás.
Esta diferencia se debe en gran medida a que Hezbollah ha podido recibir durante años una amplia asistencia directa de Irán en materia de formación, financiación y armamento. En cambio, Hamás lleva casi dos décadas limitado por el férreo bloqueo de Gaza y las sucesivas operaciones militares de Israel. Así que la mayoría de armas de su brazo armado, las Brigadas Al Qasam, se han producido localmente sobre todo reutilizando materiales de infraestructuras destruidas por ataques de Israel así como bombas y proyectiles arrojados contra Gaza que no han explotado.
Entrenados en Siria
Por otra parte, Hezbollah envió durante buena parte de la década pasada a varios miles de combatientes a Siria para luchar, de la mano de las fuerzas iraníes y rusas, al bando del régimen de Bashar el Asad en la guerra civil que éste va precipitar para aplastar la revuelta popular de 2011. Aunque Hezbollah replegó la mayoría de efectivos desplegados en Siria en 2019, tras asegurarse la supervivencia del régimen de Damasco, la experiencia en combate que adquirió en el país vecino se considera que sirvió para fortalecer significativamente la milicia.
Hezbollah también goza de relaciones mucho más estrechas que Hamás con Irán y otros grupos armados de la región que ahora podrían intentar movilizarse para apoyarle. El movimiento palestino, por el contrario, rompió vínculos con estos grupos durante años y pivotó hacia la órbita de Qatar, pese a la reticencia de su brazo armado, a raíz de la represión de Damasco del levantamiento del 2011 y el ascenso de los Hermanos Musulmanes en Egipto. No fue hasta el 2017, después de un proceso de renovación interna y del nuevo statu quo en la zona, que empezaron a rehacer lazos.
La superioridad militar de Hezbolá sobre Hamás ha quedado deslucida en las últimas semanas por la facilidad con la que Israel ha degradado sus capacidades con los ataques con aparatos electrónicos, bombardeos masivos y asesinatos de cuadros altos y medios; algo que contrasta con las dificultades del ejército israelí en Gaza. Sin embargo, los motivos no radican tanto en las capacidades de Hezbollah y Hamás, sino en que Israel, que es enormemente superior a ambos, ha invertido en las últimas dos décadas muchos más esfuerzos y recursos de inteligencia contra el grupo libanés.
Infraestructura militar destruida
Aparte de los ataques de Israel al Líbano que más atención han recibido, el ejército israelí ha realizado en las últimas semanas cientos de bombardeos en el sur del país, que es donde se concentra ahora la invasión, y asegura que han destruido gran parte de ellos de la infraestructura militar de Hezbollah. Los atentados con dispositivos electrónicos también han perturbado sus comunicaciones. Como en Gaza, Israel ha ignorado los principios de proporcionalidad, precaución y distinción entre civiles y combatientes en sus ataques, que han dejado miles de muertos y heridos y un millón de desplazados.
Sobre el terreno, Hamás y Hezbollah han contado con una extensa red de túneles y bunkers en Gaza y sur del Líbano, pero ambos territorios presentan grandes diferencias geográficas. El sur del Líbano es una zona accidentada que ofrece cierta ventaja a las fuerzas defensivas y que podría limitar el movimiento del ejército israelí y exponer a sus tropas a ataques y emboscadas de Hezbollah, mientras que Gaza está mucho más urbanizada y poblada. Ahora, el alcance de la inteligencia de Israel en el sur del Líbano quedará de nuevo al descubierto pronto. Al igual que si Tel-Aviv tiene alguna estrategia o si, como en Gaza, la continuidad de la guerra es el fin.