Netanyahu solicita un indulto presidencial en pleno juicio por corrupción

Netanyahu no pide perdón ni reconoce su culpabilidad, pero el presidente Herzog asegura que estudiará su petición con seriedad

El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, habla en el parlamento israelí, en una imagen de archivo.
Catherine Carey
30/11/2025
4 min

BarcelonaEl primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, ha solicitado al presidente del país un indulto en el marco de su juicio por corrupción, que dura desde 2020. Según Netanyahu, los procedimientos judiciales dificultan su capacidad de gobernar y un indulto sería positivo para Israel.

"Mis abogados han enviado hoy una solicitud de gracia al presidente. Espero que todos los que deseen el bien del país le apoyen –afirmó Netanyahu en un vídeo difundido por su partido, el Likud–. Estoy obligado a declarar tres veces por semana… Es una exigencia imposible que no se ha hecho".

La petición llega dos semanas después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, enviara una carta a Herzog pidiéndole que indultara a Netanyahu, calificando el caso contra él de "persecución política injustificada".

La oficina del presidente Isaac Herzog ha confirmado que ha recibido la petición, que ha calificado de "extraordinaria" y con "implicaciones significativas", y ha hecho pública la carta de los abogados. Según Herzog, una vez recogidas todas las opiniones pertinentes, "considerará la petición con responsabilidad y seriedad".

La solicitud la ha presentado el letrado de Netanyahu, Amit Hadad, en el departamento legal de la Presidencia. Según la práctica habitual, la petición se enviará al departamento de indultos del ministerio de Justicia para recabar opiniones, que posteriormente se entregarán al consejero jurídico de la Presidencia, que formulará la recomendación final.

Tradicionalmente, en Israel sólo se otorga un indulto cuando los procedimientos legales han concluido y el acusado ha sido condenado. Sin embargo, los abogados de Netanyahu sostienen que el presidente del país puede intervenir cuando el interés público lo justifique. Según ellos y Netanyahu, en ese caso el indulto ayudaría a reducir las divisiones sociales y pondría fin al juicio, lo que contribuiría a la reconciliación nacional.

"El juicio nos está rasgando desde dentro, provoca enormes discrepancias y alimenta fracturas profundas. Poner fin ayudaría a reducir la tensión ya promover la reconciliación amplia que el país necesita", ha afirmado Netanyahu, quien considera que acabar con el proceso "contribuiría de forma significativa a apaciguar a los .

El presidente Donald Trump hablando con el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, en una imagen de archivo.

Tres causas judiciales abiertas

Desde que comenzó el proceso judicial, el primer ministro israelí le ha intentado aplazar en varias ocasiones, alegando reiteradamente compromisos diplomáticos de alto nivel o cuestiones relacionadas con la ofensiva militar israelí en Gaza, lo que en algunos casos supuso su ausencia del tribunal.

El primer ministro tiene tres causas judiciales abiertas: los casos 1.000 y 2.000 y el caso 4.000. En el caso 1.000 se le acusa de haber aceptado cerca de 260.000 euros en regalos –como puros y champán–, entre 2007 y 2016, de dos empresarios, el productor de Hollywood Arnon Milchan y el magnate australiano James Packer. A cambio, según la fiscalía, Netanyahu habría intervenido en favor de Milchan, con actos como la presión en el ministerio de Finanzas para ampliar una exención fiscal destinada a israelíes expatriados como Milchan que devolvían al país.

El caso 2.000 investiga una presunta negociación, en el 2014, con Arnon Mozes, editor del diario Yediot Aharonot, uno de los principales medios de Israel. Según la acusación, la idea era que Netanyahu recibiera una cobertura mediática favorable a cambio de considerar una legislación que limitara la influencia del diario rival,Israel Hayom. Sin embargo, no se le acusa de haber materializado este acuerdo.

El caso 4.000 se centra en presuntos favores, cuando Netanyahu era ministro de Comunicaciones, al empresario Shaul Elovitch, propietario del grupo de telecomunicaciones Bezeq y del portal Walla News, a cambio de una cobertura mediática favorable. También se le acusa de cohecho en relación a estos hechos entre 2015 y 2017. Según la fiscalía, Elovitch y su esposa habrían favorecido a Netanyahu y su familia con el objetivo de que el primer ministro no obstaculizara sus intereses empresariales.

El mandatario israelí, que ha negado de forma continuada su implicación en cualquier delito, ha calificado los procesos judiciales de "cacería de brujas" y de una conspiración del llamado "estado profundo". Es el primer jefe de gobierno de la historia de Israel procesado durante el ejercicio del cargo.

Fuerte reacción política

La petición de indulto ha provocado una fuerte reacción política. Varios aliados de la coalición, como el ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben-Gvir, o el ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, han expresado su apoyo al primer ministro. En cambio, la oposición ha criticado duramente la iniciativa, especialmente porque Netanyahu no reconoce culpa alguna, y le acusa de ser el principal responsable de la división sin precedentes que sacude al país desde hace años.

En un mensaje a Herzog, el ex primer ministro y líder de la oposición, Yair Lapid, ha advertido de que el presidente no puede conceder un indulto "sin admisión de culpabilidad, expresión de arrepentimiento y retirada inmediata de la vida política". Por su parte, Yair Golan, exsubjefe del ejército, ha instado a Netanyahu a dimitir y ha pedido al presidente que rechace la petición.

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