¿Por qué no es una buena idea arrojar comida a Gaza en paracaídas?

BarcelonaEspaña, Francia, Alemania y Reino Unido se han sumado a la iniciativa de Jordania y de los Emiratos Árabes de lanzar paquetes de alimentos en la Franja de Gaza. Ante las críticas internacionales por la crisis de hambre provocada por Israel en Gaza, Tel-Aviv ha autorizado estos lanzamientos durante las "pausas humanitarias" a las que se comprometió el domingo. la única solución real, que es un alto el fuego, la liberación de los rehenes y que Israel abra las fronteras para dejar entrar a los 10.000 camiones con ayuda humanitaria que están bloqueados en Egipto", declara al ARA Ricardo Martínez, asesor de logística de la Unidad de Emergencias de Médicos Sin Frente. actual de la Franja, donde Israel ha forzado el desplazamiento de dos millones de gazatinos y los ha concentrado en el 12% del territorio, el lanzamiento indiscriminado pondrá en peligro muchas vidas. caso provoca que se maten unos a otros y, en el otro, que se expongan a los ataques israelíes: es hacer que la gente arriesgue la vida por un paquete de galletas", sentencia el cooperante. E insiste: "Lanzar comida en paracaídas no ayuda nada, al contrario".

el Ara desde el centro de la Franja que él mismo fue testigo ayer de cómo uno de esos paquetes caía sin controles abre un grupo de gente. sobrevolar el cielo de Gaza, que está lleno de aviones de guerra también podrían convencerle de entrar ayuda por los pasos fronterizos".

Kamal Abusalama, un palestino desplazado del norte de la Franja a la Ciudad de Gaza, alerta de que esto ya está pasando: los paquetes con alimentos se han lanzado a los zonas donde se han lanzado. "Echan la ayuda en zonas clasificadas como rojas, donde los civiles no pueden acercarse y si van, les disparan", explica a la ARA. Gaza, que hemos visto desde hace meses con el millar de palestinos asesinados cuando se acercaban a los puntos de reparto de alimentos de la Fundación Humanitaria de Gaza (GHF, las siglas que provienen del nombre en inglés) gestionado por empresas mercenarias estadounidenses con el visto bueno de Israel.

La ONU también ha condenado los lanzamientos con paracaídas y ha alertado de que "no pueden revertir el hambre creciente" y que, de hecho, pueden hacer más daño que otra cosa: "Son caros, ineficientes e incluso pueden matar a los civiles hambrientos", ha alertado Philippe Lazdesini, refugiados palestinos. Y es que el lanzamiento de ayuda desde aviones con paracaídas pueden crear una imagen impactante de cara a la opinión pública, pero sobre el terreno, no cambiarán ni un ápice la situación desesperada de los palestinos. Y lo saben bien los gobiernos que han presentado la iniciativa como la última opción a la desesperada por paliar el hambre en Gaza.

Cantidades irrisorias

El domingo los Emiratos Árabes y Jordania lanzaron 25 toneladas de ayuda a Gaza, o sea, menos de lo que podría transportar un solo camión. En cambio, según la ONU, Gaza necesita unos 600 camiones diarios sólo para poder empezar a ayudar a la población a recuperarse del hambre, que según las autoridades sanitarias de Gaza ha matado ya a 147 palestinos en Gaza, incluidas 87 criaturas, la mayoría en las últimas tres semanas.

La primavera del año pasado ya se comprobó la ineficacia y los peligros de los lanzamientos con paracaídas. Un resultado muy galdoso que llevó a abandonar el mecanismo: el 8 de marzo en el campo de refugiados de Al Shati, en la ciudad de Gaza, cinco palestinos murieron y una decena resultaron heridos por un paquete que cayó sin que se abriera el paracaídas (un accidente que se repitió este domingo cuando un palito cayó a plomo sobre una zona médicas). Otros paquetes caen al mar: el 26 de marzo de 2024, doce personas se ahogaron en Gaza intentando recoger la comida en el agua, que, además, ahora es otra zona de tiro desde que Israel prohibió hace unas semanas a los palestinos acercarse al mar.

El logista de MSF recuerda que los lanzamientos de ayuda con paracaídas sólo tienen sentido en situaciones en las que es materialmente imposible acceder por tierra a comunidades pequeñas que han quedado aisladas por desastres naturales, como la ONG hizo en las inundaciones de Mozambique de 2019 o sobre el terremoto de Turquía de Turquía. llevar agua, y ganar tiempo hasta que podemos llegar como toca, que es por el suelo. Lo hicimos con helicópteros y después de haber contactado con las comunidades. Lanzar ayuda por aire para dos millones de personas es absolutamente inútil", dice Martínez. Y recuerda que en este caso la barrera no es natural, sino humana, y lo que deben hacer los gobiernos es presionar a Israel para que deje de bloquear la ayuda, que es innegociable según el derecho internacional.