Israel bombardea el norte de Gaza tras decir que mantenía la tregua

Tel-Aviv asegura que el alto el fuego se mantiene aunque ha matado a más de 100 palestinos en los ataques de las últimas 24 horas

Canalla mira los desperfectos al día siguiente de una ola de bombardeos isralianos, en Nuiserat, en Gaza.
29/10/2025
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BarcelonaEl ejército israelí ha anunciado este miércoles un nuevo ataque contra el norte de Gaza, donde se han escuchado explosiones. El nuevo bombardeo, dirigido específicamente a la zona de Beit Lahia, en el norte, llega poco después de que Israel dijera que el alto el fuego sigue vigente en Gaza, a pesar de los bombardeos que Benjamin Netanyahu ordenó lanzar por toda la Franja ayer martes, que han dejado al menos 109 palestinos muertos, entre ellos al menos 52 criaturas, según el recuento de los hospitales de la Franja y la Defensa Civil Palestina. En el ataque a Beit Lahia murieron al menos dos personas, según la cadena Al Jazeera. El ejército israelí ha dicho que ha atacado una "instalación de almacenamiento de armas terrestres y aéreas que representaban una amenaza inmediata para la zona".

Este martes, el primer ministro israelí ordenó al ejército israelí llevar a cabo ataques "contundentes" sobre el enclave de forma inmediata por supuestas violaciones al alto el fuego por parte de Hamás. Los bombardeos han seguido esta madrugada, hasta que sobre las nueve de la mañana de este miércoles el ejército israelí ha anunciado que "tras una serie de ataques en los que se han tocado decenas de objetivos terroristas" volvía a aplicar el alto el fuego en Gaza.

Israel culpa al grupo islamista de haber entregado unos restos que no se correspondían con ninguno de los 13 rehenes israelíes, todos fallecidos, que aún quedan en Gaza. A esta acusación se suma la de haber matado a un soldado israelí en un intercambio de fuego que supuestamente habrían iniciado milicianos de Hamás, con francotiradores y artillería, en el sur de la Franja, cerca de Rafah. Por el contrario, la milicia islamista niega que estos ataques hayan sido cometidos por sus hombres.

El ministro israelí de Defensa, Israel Katz, subía el tono el martes tras una reunión del gabinete de seguridad israelí y afirmaba que Hamás pagaría "un alto precio por atacar a los soldados de las Fuerzas de Defensa de Israel en Gaza" y por "haber violado el acuerdo". Poco después, aviones israelíes descargaban proyectiles en todo el enclave.

El episodio recuerda los incidentes del pasado 19 de octubre, cuando Gaza fue sometida a un ofensiva relámpago de un solo día por parte de Israel. Según la versión de la Casa Blanca, ese ataque habría sido provocado por miembros de Hamás que actuaban por su cuenta y que sorprendieron al ejército israelí y causaron la muerte de dos soldados.

"Nada pondrá en peligro el alto el fuego"

Pese a los ataques, Donald Trump insiste en que la tregua que él mismo auspició sigue en vigor. "Según tengo entendido, [milicianos de Hamás] mataron a un soldado israelí –dijo el presidente de Estados Unidos desde el Air Force One mientras se desplazaba a Corea del Sur–. Por tanto, los israelíes contraatacaron y deberían seguir contraatacando. Cuando ocurra algo como éste, deben contraatacar". Para el mandatario, "nada pondrá en peligro" el alto el fuego, ya que "Hamás es una parte muy pequeña de la paz en Oriente Medio, y debe llevarse bien".

Mientras tanto, tanto Israel como Hamás se culpan mutuamente de violar de alto el fuego mientras escenifican estar comprometidos con el pacto. El portavoz del ministerio de Exteriores israelí, Oren Marmorstein, ha acusado a Hamás de "constantes violaciones del alto el fuego" para evitar llegar a la fase del plan en la que debe abordarse el desarme del grupo islamista. "Quiero ser muy claro: Israel está comprometido con el plan de Trump, el único problema es que Hamás no lo está porque no quiere que avance ese plan para evitar así su desarme", ha dicho Marmorstein.

En cambio, las autoridades de Gaza acusan a Israel de haber incumplido el alto el fuego al menos 125 veces con ataques constantes en toda la Franja. Y Hamás insistía en mantener el acuerdo incluso durante el ataque: "Israel debe entender que estamos comprometidos con el acuerdo y debe dejar de acusarnos falsamente de violarlo", decía Suhail al Hindi, uno de los líderes de la organización, en Al Jazeera. Tras los ataques, Hamás anunció que posponía la entrega de más restos de rehenes.

¿Luz verde de la Casa Blanca?

Ante un sorprendente silencio diplomático –que Hamás se ha apresurado a criticar–, planea la duda de si la ola de bombardeos sobre la Franja recibió la luz verde de la Casa Blanca. Desde la entrada en vigor del alto el fuego, Netanyahu ha recibido presiones internas, sobre todo por parte de las voces más duras de su ejecutivo, que le acusan de ser el perro faldero de Donald Trump para ceñirse al plan propuesto por Washington y aceptar la retirada parcial de las tropas de Gaza. Algunos analistas opinan que los ataques mortíferos de este martes podrían ser una estrategia del primer ministro israelí para demostrar de puertas adentro que es él quien lleva el pantalón.

Asimismo, las declaraciones de Trump hacen pensar que Estados Unidos autorizaron los bombardeos israelíes aferrándose en el derecho de Tel Aviv "a contraatacar", con el compromiso de que una vez sus tropas hubieran respondido, el alto el fuego seguiría en vigor. Esta estrategia daría carta blanca a Netanyahu para poner freno a las críticas de su ejecutivo, sin interferir en lo que, de momento, es el mayor triunfo de Trump en la llanura internacional.

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