Oriente Próximo

Yemen del Sur impulsa su independencia con el apoyo de los Emiratos

En el archipiélago de Socotra han desaparecido las banderas nacionales, sustituidas por la de la antigua república afín a la URSS

Socotra (Yemen)En el archipiélago de Socotra han desaparecido todas las banderas de Yemen, el país al que oficialmente pertenece. En la entrada de los edificios oficiales, en el uniforme de policías y soldados, en los adhesivos adheridos a los coches, e incluso en el principal estadio de fútbol del país, la enseña nacional ha sido sustituida por otra que incluye una franja triangular de azul celeste con una estrella roja en medio. Se trata de la bandera de Yemen del Sur, la antigua república de carácter socialista que existió entre 1967 y 1990, entre la descolonización británica y la unificación del país. La guerra civil que estalló en el 2015, y que sigue ahora a baja intensidad, ha fragmentado a Yemen en tres gobiernos. Con el apoyo o incitación de Emiratos Árabes Unidos, el ejecutivo que controla el sur está impulsando un proceso de independencia para volver a las fronteras previas a 1990.

Mapa de situació del Iemen
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En una plaza del centro de Hadibo, la capital de Socotra, en el océano Índico, a medio camino entre Somalia y Yemen continental, están instaladas de forma permanente una carpa y una plataforma con pancartas reclamando la independencia de Yemen del Sur. Cada tarde se concentran cientos de personas entre discursos, bailes y consignas a favor de la secesión. El cántico más popular entona: "¡Con nuestra alma, con nuestra sangre, nos sacrificaremos por el sur!". "Esta es una concentración permanente por nuestra independencia. No vamos a ir de la plaza hasta que la logremos. La comunidad internacional debe escucharnos", proclama Mukhtar Hanqasi, responsable de una ONG caritativa islámica muy bien conectada con el gobierno de Socotra.

Aunque la secesión de Yemen del Sur no está en la agenda internacional, no es una simple quimera. De momento, cuenta ya con un gobierno, el Consejo Transicional del Sur (CTS), que se creó en el 2017 y ostenta un control absoluto de las cinco provincias de la antigua república socialista. Por tanto, se podría decir que el sur ya tiene una independenciade facto.

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Un país fragmentado

Sin embargo, la ruptura con las instituciones del resto del país no está completa. Tres dirigentes del CTS forman parte del Consejo de Dirección Presidencial, el gobierno legítimo de Yemen de acuerdo con la comunidad internacional y que lidera la lucha contra los houthis, una milicia chií que controla la capital, Saná, y la práctica totalidad del norte del país. Así pues, como ocurre también en Sudán o Libia, Yemen es hoy un país fragmentado por una guerra civil que no parece tener fin.

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El conflicto de este país árabe no puede entenderse sin la intervención y las ambiciones de sus vecinos, especialmente Arabia Saudí y Emiratos Árabes. Aprovechando la inestabilidad política que se apoderó de Yemen tras la caída de su presidente, el dictador Ali Abdullah Saleh, en uno de los episodios de las llamadas "Primaveras Árabes", la milicia houthi protagonizó un golpe de estado en el 2014 y tomó el control de Saná y el norte del país.

Dada su afinidad con Irán, enemigo histórico de Riad y Abu Dhabi, estos dos países decidieron intervenir militarmente en Yemen sosteniendo el gobierno depuesto por los houthis, que entonces se trasladó a Riad. Se iniciaba así un conflicto armado que ha devastado al país.Algunas estimaciones sitúan a las muertes provocadas por la guerra en más de 300.000, y según la ONU, cerca de 20 millones de personas, un 60% de la población, necesita ayuda humanitaria para sobrevivir.

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Aunque eran socios en la alianza militar antihouthi, la incapacidad de derrotarlos ha hecho surgir agrias discrepancias entre Riad y Abu Dhabi. De hecho, en las últimas semanas, en la provincia de Hadramaut, en el sureste del país, incluso se han registrado decenas de muertos en enfrentamientos armados entre milicias patrocinadas por ambos países. La milicia de los Emiratos ha resultado victoriosa, lo que ha afianzado su control de todo el territorio del sur de Yemen convertido ahora en una especie de protectorado emiratiano.

Protectorado emiratiano

Esta realidad es muy evidente en Socotra, donde se ven muchas banderas de los Emiratos y diversas infraestructuras, como el hospital Sheikh Zayed, que han sido construidas por Abu Dhabi. A cambio, están construyendo una base militar en la isla Abdel Kuri para controlar el golfo de Adén. Su gran influencia genera recelos entre algunos autóctonos. "Se están quedando algunos de los mejores terrenos y construyendo hoteles. Los Emiratos están cambiando el modelo económico y perjudicará a los socotrans", se queja un empresario del sector turístico.

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En 2019, la presión de Abu Dhabi forzó la dimisión del gobernador de Socotra, que ahora es Refaat Ali, afín a los Emiratos. Su jefe de gabinete, Fahmi al-Thaqly, define las relaciones entre ambos territorios de "hermandad", y asegura que así son desde hace siglos. En cambio, es muy crítico con Yemen del Norte. "Su gobierno patrocina el terrorismo en el sur y las milicias tribales. En el sur queremos la paz, y no un sistema basado en las tribus", remacha al Thaqly. Entre los independentistas, se argumenta también que desde la unificación, Saná ha ignorado las necesidades del sur al tiempo que explotaba sus recursos, entre ellos, unos modestos yacimientos de petróleo.

Aunque al-Thaqly manifiesta su pleno apoyo a la causa palestina, considera que los ataques de los houthis contra Israel son "pura propaganda", ya que no pueden aspirar a derrotarle. El acuerdo firmado en Gaza bajo el patrocinio de Donald Trump ha reducido las tensiones en la región, y no se han registrado más ataques de los houthis en el mar Rojo contra los barcos que se dirigen al canal de Suez. Por eso, en las últimas semanas, algunas grandes compañías de logística como la francesa CMA-CGM han anunciado que volverán a utilizar esta vía marítima después de cerca de dos años de evitarla.