Italia

Perdasdefogu, el pueblo del mundo con más centenarios

La localidad de la isla de Cerdenya tiene la mayor concentración de centenarios en proporción a la población del planeta

RomaEl secreto para llegar a los 100 años no existe, pero la receta para vivir más y mejor, según los expertos, se podría resumir en comer sano, beber mucha agua, hacer ejercicio y residir, si es posible, en un lugar pequeño y aislado del tránsito y la contaminación, en medio de la naturaleza. Todavía mejor si es en una isla. Y esto último es lo que parece unir las cinco zonas del mundo conocidas como zonas azules, territorios donde la esperanza de vida es superior a la media: Ogliastra en Cerdeña, Okinawa en Japón, Nicoya en Costa Rica, la isla de Ikara en Grecia y Loma Linda en California. Sin embargo, de entre todas ellas, la isla italiana es la única donde hay un pequeño pueblo que puede presumir de tener la concentración más grande de centenarios en proporción a la población del planeta.

"Perdasdefogu tiene el récord mundial de la longevidad familiar", dice un cartel grabado sobre una piedra a la entrada de este municipio de 1.778 habitantes perdido entre las montañas de la provincia sarda de Nuoro, a cien kilómetros del norte de Cagliari. Un récord mundial conquistado por primera vez gracias a Consola Melis y sus ocho hermanos y hermanas.

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Pero este año, en Piedras de fuego, que es la traducción del nombre original en sardo, celebran un nuevo récord que los ha hecho entrar en el Libro Guinness gracias a sus ocho vecinos centenarios, cuatro hombres y cuatro mujeres. Una doble anomalía en Italia, donde hay 30 centenarios cada 100.000 habitantes, la mayoría mujeres. Un nuevo título los ha enfrentado con el pueblo vecino Seulo, situado en el centro de la isla, que también lo reclama, pero que no fue considerado por la organización al contar con menos de mil habitantes.

Para el escritor sardo Giacomo Mameli, sí que hay un secreto para la longevidad excepcional de los vecinos de este rincón de la Mediterránea, que “tiene el aire limpio y el agua dulce”: “También hay que tener en cuenta la dieta de nuestros abuelos, que es simple: comen poco, las verduras proceden solo del huerto y son grandes caminadores, capaces de recorrer hasta diez kilómetros a pie para recoger un poco de leña”.

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Mameli, que desde hace una década organiza un conocido festival literario en la zona, considera que un punto clave para que tantos vecinos hayan superado con creces la barrera de los 100 años manteniendo una salud envidiable es el entorno y estar cerca de la familia. “Casi todos viven en las casas donde nacieron, hay solidaridad, ninguno está solo. Y, si tienen varios hijos, pasan una semana en casa de uno y otra en casa el otro”.

El récord de Perdasdefogu es debido a Antonio Brundu, de 104 años; a los 102 de su hermana Maria; a sus vecinos Bonino Lai, de 103 años, Vittorio Spanu, de 102, y Giovannina Mameli, de 101; a la exprofesora Federica Melis, que en junio sopló 101 velas, y al agricultor Vittorio Lai y Concetta Melis, de 101 años. Excepto Vittorio Spanu, que vive en la residencia para gente mayor del pueblo, los otros siete centenarios todavía viven con la familia, muchos de ellos en las mismas casas que los vieron nacer hace más de un siglo.

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Que los apellidos se repitan no es ninguna sorpresa. En 2012 Perdasdefogu fue inscrito en el libro de récords mundial por primera vez gracias a la familia Melis, la más antigua del mundo, de la cual forma parte Concetta. Una gran familia que unida sumaba entonces más de 800 años entre los nueve hermanos vivos y reivindicaba con orgullo su envidiable longevidad en Los hijos de los récords, el documental dirigido en 2020 por uno de los bisnietos, el cineasta Matteo Car.

La más anciana era Consola Melis, que murió en 2015 con 108 años y dejó 14 hijos y nietos. Después murió su hermana Claudia a los 103 años, y más tarde Maria, que murió pocos días después de soplar las 100 velas, y Antonio, que se fue a los 99 años.

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"Después de años en los que nos decían que éramos el pueblo de la contaminación por la presencia del polígono del Salto di Quirra, los estudios demuestran que aquí se vive bien y con salud", defiende con orgullo el alcalde de Perdasdefogu, Mariano Carta, en alusión al polígono experimental que se levanta a las puertas del municipio donde se entrenaban las fuerzas armadas italianas desde 1956. Este reconocimiento “nos enorgullece y nos llena de energía para futuros proyectos para nuestra tierra”, asegura el alcalde, que no pierde la esperanza que el nuevo récord atraiga hasta su tierra a turistas y científicos interesados en encontrar el secreto de la eternidad.