En el encuentro entre Putin y Viktor Orbán también se ha hablado de gas. El presidente ruso ha anunciado que Gazprom, la empresa de propiedad mayoritaria estatal rusa, bombeará más gas a Hungría y ad mejor precio que a sus vecinos, como mínimo hasta 2036. “También es importante que hoy Hungría compre gas ruso cinco veces más barato que el precio de mercado en Europa”, ha afirmado. El mandatario también ha advertido que, en cambio, los socios europeos de Hungría (es decir, el resto de países de la Unión Europea) pueden tener problemas en el futuro en el suministro de gas.
Putin se siente ignorado y acusa a EE.UU. de azuzar el conflicto en Ucrania
El mandatario rompe su silencio desde 2021 y el presidente ucraniano habla de una "guerra europea"
MoscúPutin ha reaparecido en público por primera vez desde el 2021 y ha roto así el silencio que había mantenido desde la intensificación del conflicto en Ucrania. El mensaje ha sido claro. El presidente ruso ha criticado que Occidente, especialmente Estados Unidos, está ignorando las demandas de Rusia en cuanto a la seguridad en Europa Oriental. "Estados Unidos han ignorado nuestras principales demandas", ha subrayado el hombre fuerte del Kremlin durante la rueda de prensa posterior a su reunión con el primer ministro de Hungría, Viktor Orbán. También ha apuntado a Kíev, a quien acusa de la escalada militar en la frontera entre los dos países. “Al amenazar a la Federación Rusa, Kíev está poniendo en peligro su integridad”, advierte Putin, que también ha apuntado que Washington está azuzando el conflicto.
El mandatario ha vuelto a remarcar sus tres grandes condiciones para rebajar la tensión: el retorno de la OTAN a las fronteras de 1997 (tendrían que salir todos los países de Europa Oriental como Hungría o los bálticos), la garantía por escrito de que no se desplegarán armas cerca de sus fronteras y el acatamiento de los puntos de la Declaración de Estambul de 1999, haciendo énfasis en el principio que implica que ningún país se reforzará en detrimento de un tercero. En este último punto también se menciona que todas las naciones son soberanas de aliarse con otras. Una mención recurrente es la supuesta promesa de la OTAN de no expandirse hacia el este, cosa que habrían desmentido líderes como Mijaíl Gorbachov en público.
Hace semanas que el presidente ruso está obsesionado por el peligro que supondría para Rusia en la entrada de Kíev en la Alianza Atlántica. "Dicen que Ucrania tendría que ser aceptada en la OTAN y está escrito en documentos oficiales que Kíev quiere recuperar Crimea militarmente. Imaginemos, pues, que Ucrania, siendo parte de la OTAN, ataca Crimea. Este es territorio soberano ruso. ¿Tendríamos que luchar contra todo el bloque de la alianza, entonces?", se preguntaba Putin, que no ha descartado continuar negociando para encontrar una manera de evitar "más amenazas" para "la Federación Rusa, Ucrania y la Unión Europea". Para que esto pase, ha insistido, se tienen que escuchar sus propuestas.
Llamada entre Blinken y Lavrov
Por otro lado, este martes el secretario de Estado estatunidense, Antony Blinken, ha hablado por teléfono con Serguei Lavrov, ministro de Asuntos Exteriors ruso. Durante la conversación, de unos 30 minutos, no se han limado asperezas después de una tensa reunión del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas el lunes. Los dos gobiernos han querido vender la llamada como productiva en el camino diplomático para rebajar la tensión en Ucrania. Eso sí, desde Washington se ha reiterado el mensaje de que una nueva invasión rusa tendría consecuencias rápidas y graves. Blinken, de hecho, le ha dicho a su interlocutor que si Putin “quiere una guerra o un cambio de régimen”, que retire las tropas desplegadas a lo largo de la frontera ruso-ucraniana, donde la Casa Blanca calcula que hay, como mínimo, 100.000 soldados. La respuesta de Lavrov: “Hoy he confirmado a Antony Blinken que este es un tema en el cual no le permitiremos que no se enrolle e insistiremos en tener una conversación honesta y una explicación de por qué Occidente no quiere cumplir con sus obligaciones o solo lo quiere hacer por su propio beneficio”. El ministro ruso también ha recordado que las tropas están en “territorio ruso”, a pesar de que, según estimaciones norteamericanas, aparte de los 100.000 soldados en territorio ruso Moscú también ha desplegado cerca de 30.000 efectivos en territorio bielorruso.
Sea como fuere, el tono de reproches y amenazas entre bandos continúa siendo especialmente peligroso. La población ucraniana observa con cierto recelo cómo los tambores de guerra suenan cada vez más fuerte en su país. Muchos no se los creen. O consideran que no es ninguna novedad, o que se están exagerando. Pero este martes, durante la visita del primer ministro británico, Boris Johnson, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, avisaba y subía, también, el tono: "Esta no será una guerra entre Ucrania y Rusia; será una guerra europea, una guerra en toda regla".