El relevo de Sassoli en la Eurocámara, en manos de una conservadora maltesa
Los grupos políticos votarán el martes entre las candidaturas de los populares, los Verdes, la Izquierda y los ultraconservadores
BruselasComo todas las presidencias de las instituciones europeas, la de la Eurocámara se decide en el reparto que pactan los líderes europeos después de las elecciones. Por eso, independientemente de la muerte la semana pasada de David Sassoli, ya estaba previsto que este martes los eurodiputados escogieran el relevo del socialdemócrata italiano. Según el acuerdo surgido de los comicios de 2019, el cargo de esta segunda mitad de la legislatura tiene que ser para un perfil conservador, del Partido Popular Europeo, y la mejor colocada en las quinielas es la maltesa Roberta Metsola, que, de hecho, ya está ejerciendo el cargo en funciones desde el pasado martes porque ya ostentaba la vicepresidencia de la cámara.
En principio no tendría que haber sorpresas, a pesar de que los europarlamentarios se han mostrado cada vez más reticentes a la hora de acatar las decisiones que les vienen dadas desde los gobiernos europeos (la votación de Ursula Von der Leyen como presidenta de la Comisión Europea salió adelante solo por nueve votos). De aquí que a la candidatura de Metsola se hayan añadido tres más de los grupos más pequeños del hemiciclo. La más reciente, la de los Verdes/ALE, que la semana pasada decidieron presentar a la europarlamentaria sueca Alice Bah Kuhnke. Antes, sin embargo, ya se habían presentado la española de la Izquierda Sira Riego, y el ultraconservador polaco Kosma Zlotowski.
Ni socialistas ni liberales se han comprometido a apoyar a Metsola todavía, pero tampoco han presentado posibles rivales. Y, a pesar de que después del cambio de color de gobierno en Alemania los socialistas esbozaron un intento de retener la presidencia para respetar el actual equilibrio de poderes políticos en Europa, finalmente no han propuesto candidatura propia. De hecho, el pasado viernes la responsable de comunicación del grupo en la cámara, Utta Tuttlies, aseguraba que nada está garantizado y dejaba abierta la puerta a la posibilidad de que los socialdemócratas todavía presenten un candidato a la presidencia este mismo lunes por la tarde. Mientras tanto, a cambio de su eventual apoyo a Metsola, están negociando un refuerzo de sus líneas políticas y otras posiciones intermedias clave (vicepresidencias, comités o la secretaría general, por ejemplo), pero Metsola sabe que cuenta con el apoyo del ala derecha del hemiciclo y que incluso sin la totalidad de los socialistas puede salir escogida. La semana pasada las tres candidatas hicieron la tradicional ronda de presentaciones al resto de grupos políticos en busca de apoyos para la votación que tendrá lugar el martes en el plenario de Estrasburgo.
Metsola, potencial presidenta más joven de la Eurocámara
Sea como sea, la mejor encaminada a asumir definitivamente el cargo el martes es Roberta Metsola (Malta, 1979), que sería la presidenta más joven que ha tenido nunca la institución. La europarlamentaria popular se mostró profundamente afectada por la muerte de Sassoli la madrugada del martes: "Tengo el corazón roto. Europa ha perdido un líder, yo un amigo y la democracia un campeón", tuiteó. Metsola forma parte del ala más centrada del grupo popular y justamente es esta moderación la que el grupo pone ahora en valor.
Pero en su currículum, encaminado inevitablemente a la carrera europea, hay un elemento polémico que critican los grupos más progresistas. Como en el conjunto de Malta, Metsola mantiene una posición contraria al aborto, que han llegado a defender incluso europarlamentarios progresistas del mismo país. Malta tiene de hecho un protocolo especial de adhesión a la Unión Europea que recoge esta excepcionalidad. Por ejemplo, Metsola votó en contra de la resolución de la cámara que condenaba la ley antiaborto de Polonia. Ahora bien, según fuentes parlamentarias citadas por EFE, Metsola aseguró a los socialistas que como presidenta defenderá la posición del conjunto de la Eurocámara.
Abogada de formación, estudió Erasmus en Francia y después concluyó sus estudios en el prestigioso Colegio de Europa, en Bruges, de donde provienen la gran mayoría de altos funcionarios y buena parte de altos cargos de la UE. La primera vez que se presentó a las elecciones de la Eurocámara fue en 2004, después de la entrada de Malta en la Unión, pero no lo consiguió hasta 2013, cuando ya vivía en Bruselas porque trabajaba como asesora jurídica en la embajada del país ante la UE.