El funicular de Lisboa había pasado una revisión horas antes del accidente
El siniestro ha causado 16 víctimas mortales y 21 heridos, cinco de ellos en estado crítico
BarcelonaLas autoridades portuguesas han actualizado este jueves el balance del accidente del funicular de Lisboa de ayer por la tarde. Si bien por la mañana se había informado de diecisiete víctimas mortales, la cifra se ha corregido a la baja y, de momento, es de dieciséis muertos y veintiún heridos, cinco de ellos en estado crítico. Según fuentes hospitalarias, el error inicial se debía al registro duplicado de una de las víctimas. Entre los heridos se encontraban dos ciudadanos españoles, que ya han sido dados de alta.
Varios medios locales han informado este jueves de que el funicular de Gloria había pasado una inspección de seguridad pocas horas antes del siniestro y que el informe técnico concluía que reunía "todas las condiciones para operar". Ahora bien, en declaraciones a los periodistas, Pedro de Brito Bogas, el presidente de Carris, la compañía del transporte público de la ciudad, no ha querido confirmarlo y ha remarcado que serán las diferentes investigaciones –judiciales, policiales y técnicas, una de la compañía y otra independiente– las que tendrán que esclarecer sus causas. En principio, las primeras conclusiones deberían conocerse este mismo viernes, si bien las distintas investigaciones en marcha quizás tardan meses en completarse.
Los medios locales insisten en que la revisión de los vehículos duró treinta y tres minutos, y todos los criterios analizados fueron señalados como cumplidos. El informe concluye que el funicular reunía "todas las condiciones para operar". El documento indica también que un cable con una vida útil de 600 días debía sustituirse en 263 días.
La tragedia ha conmocionado al país, que ha decretado un día de luto oficial a nivel nacional y tres días de luto en Lisboa. El primer ministro portugués, Luís Montenegro, calificó el hecho de "una de las tragedias humanas más graves de la historia reciente del país". El accidente ha ocurrido en una de las atracciones turísticas más emblemáticas de la ciudad, el funicular de Gloria, uno de los cuatro de similares características que atraen a millones de turistas y residentes lisboetas cada año. Además de la línea accidentada, las otras tres, Bica, Lavra y Graça, suspendieron las operaciones para pasar exhaustivas inspecciones de seguridad.
Hipótesis sobre las causas
Aunque sólo sean informaciones provisionales, las primeras hipótesis sobre el accidente apuntan a la rotura de uno de los dos cables de seguridad del popular ascensor, que conecta la Praça dos Restauradores (en la parte baja de la ciudad) con el Jardim de São Pedro de Alcântara (en el Barrio Alto). El vehículo recorre unos 265 metros en apenas tres minutos, salvando un desnivel de más del 17%, un total de 48 metros en vertical.
El sistema de estos populares elevadores está formado por dos vehículos de tracción eléctrica, de color amarillo, que viajaban en sentido contrario y que estaban unidos por el cable subterráneo que, supuestamente, se rompió. Cuando uno sube el otro baja, haciendo de contrapeso y equilibrando el esfuerzo mecánico. Cada vehículo podía transportar una cuarentena de pasajeros y desplazaba anualmente a cerca de tres millones de viajeros entre residentes y turistas.
El tranvía accidentado se dirigía a la Baixa cuando perdió el control, aceleró por la gran pendiente y descarriló hasta chocar muy violentamente contra un edificio de la Calzada da Gloria. Sin embargo, el fallo técnico fue doble, porque sin el freno natural del sistema de contrapeso debido a la rotura del cable, el vagón debería haberse detenido con la activación de los frenos de emergencia. A raíz del impacto, el vehículo quedó volcado en la calle, totalmente destrozado, como si fuera de feria. El segundo vehículo de la línea, que se encontraba en el otro extremo del recorrido, quedó detenido al romperse el cable, que lo arrastraba hacia arriba. En su caso, los frenos y la barandilla de protección evitaron un balance aún mayor.
Un funicular histórico
El funicular de Gloria, inaugurado en 1885, ya sufrió un descarrilamiento hace siete años. Entonces, aunque no hubo heridos, el servicio se detuvo durante un mes para realizar todo tipo de comprobaciones. Pero con la tragedia ha surgido la polémica. Los antiguos trabajadores de mantenimiento advirtieron de que una situación así podía volver a repetirse.
Según recoge el Diário de Noticias, el dirigente sindical de Fectrans y STRUP, Manuel Leal, ha revelado que los empleados de mantenimiento de Carris habían expresado reiteradamente su preocupación por el estado de los ascensores, incluido el de Gloria. El sindicato denuncia que, desde que el servicio fue externalizado a una empresa privada, la seguridad se ha visto comprometida y reclama que la gestión vuelva a ser responsabilidad de Carris. "Los mismos trabajadores ya denunciaban diferencias entre el mantenimiento que hacían los equipos de Carris hace unos años y el que se hace actualmente, especialmente en lo que se refiere a la tensión de los cables de seguridad de estos ascensores", ha declarado Leal a la agencia Lusa.
El contrato actual de mantenimiento, firmado en el 2022 con la empresa MNTC –Servicios Técnicos de Engenharia– por casi 1,2 millones de euros anuales –y que incluía el funicular de Gloria–, acabó el 30 de agosto del 2025, después de que un concurso abierto. En la conferencia de prensa de este jueves, el jefe de Carris afirmó que se activó un contrato por adjudicación directa desde el 31 de agosto y aseguró que "no ha habido interrupción alguna en el servicio de mantenimiento". Bogas ha defendido ante la prensa que "se ha respetado escrupulosamente el protocolo de mantenimiento" y ha afirmado que la inversión en seguridad había aumentado en los últimos años. El mantenimiento lleva catorce años en manos de empresas externas.
Sin embargo, para Leal el descarrilamiento del Gloria "desgraciadamente da la razón a las quejas de los trabajadores", y debería llevar el consejo de administración de Carris, una vez hecha la investigación exhaustiva de las causas, a reconsiderar la externalización del servicio.