Carlos Herrera, el periodista que pedía el voto contra la "gentuza" independentista

El locutor Carlos Herrera (Almería, 1957) tiene mentalidad ganadora, pero los resultados del EGM son tozudos y, si bien ha sido el único que ha podido cosquillas en el liderazgo de décadas de la SER, en la última ola la brecha que le separa de Àngels Barceló se ha ampliado hasta el medio millón largo de oyentes. Cansado de la plata, ahora se plantea nuevos horizontes, y si esta vez marca el gol, será un presidente de la Federación Española de Fútbol abiertamente hostil a cualquier aspiración catalana.

Culé devoto por su admiración a Johan Cruyff, en los últimos años se ha distanciado del club azulgrana por lo que considera la sumisión de la entidad al proyecto independentista. En materia futbolística, pues, ya sólo siente los colores verde y blanco del Betis, donde invirtió en el 2018 un millón de euros, de la mano con la que había sido su mujer durante dos décadas, la periodista Mariló Montero. Años de residencia en Mataró le convirtieron en un hablante fluido del catalán, pero eso no le ha empujado a mirarse las reivindicaciones nacionales con simpatía, al contrario. Su implicación con el llamado bloque constitucionalista es indisimulada. Desde los micrófonos de la Cope, donde está desde 2005, oa las columnas del diario Abc, ha reventado cualquier apariencia de neutralidad, hasta el punto de pedir explícitamente que la gente salga a votar "por lo que más quiera" contra el independentismo porque Cataluña "se juega la supervivencia". El gusto por el verbo afilado, la hipérbole y el insulto se dejó ver, por ejemplo, durante la campaña del 2021, cuando movilizó al españolismo argumentando que no debía darse “a esta gentuza la satisfacción de aparentar que son más, porque no lo son”.

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La misma pirotecnia verbal fatua también iluminó el cielo en febrero del 2016, cuando aseguró que un eventual gobierno del PSOE y Podemos le empujaría a pedir asilo en Somalia. “La situación en este país africano es mucho más placentera, con las playas y tal, que lo que nos espera en España”, espetó. No lo cumplió, pero si sale escogido y las cosas en la Federació no acaban de salir bien, aparentemente no estará en Punta Cana, como su antecesor, donde habrá que ir a buscarlo.