Del euskera al catalán, pasando por el castellano
El lunes, en Telediario mediodía, Xavi Coral anunciaba a la audiencia que la proximidad de las elecciones al País Vasco les hacía poner el foco sobre algunas de las cuestiones que centran su debate político, y una de ellas era el uso del euskera entre los jóvenes . La problemática es similar a la de Cataluña. Aunque la lengua vehicular en las escuelas y que la mayoría de alumnos lo hablan, en el tiempo libre se pasan al castellano. La noticia partía de un dato relevante: el 70% de los jóvenes entre 16 y 24 años habla euskera. Pero al margen de lo que dicen las estadísticas, el reportero Aitor Álvarez profundizaba en la realidad de lo que ocurre en las escuelas. Profesores de ikastolas e institutos explicaban sus vivencias en las aulas y en el patio. Se destacaba el esfuerzo que dedican los maestros a hacer entender a los alumnos que aparte del conocimiento estricto de un idioma con el vocabulario y la gramática es necesario asociar la lengua a los valores de la cultura del país. La noticia explicaba las dinámicas de la inmersión lingüística, su efectividad y los programas especiales para los recién llegados. El Telenoticias entrevistaba también a adolescentes que admitían esta situación. Chicos y chicas que reconocían que aunque hablan euskera no lo utilizan fuera de la escuela ni en las actividades de ocio. Recordaban haber mirado dibujos animados en euskera cuando eran pequeños, pero ahora, con las redes sociales, todo está siempre en castellano. También explicaban que a la hora de ir de compras o relacionarse entre ellos utilizan el castellano.
¿Pero qué era lo que llamaba la atención de aquel planteamiento informativo? Que en la noticia, de más de dos minutos y medio de duración, sólo oíamos el euskera durante tres segundos, cuando un profesor planteaba una actividad a sus estudiantes: “Hagamos un círculo, ¿vale?”, decía el subtítulo de la pantalla. Pero más allá de estos tres segundos, ironías de la vida, todas las personas –profesores y alumnos– que hablaron por el micrófono de TV3 lo hicieron siempre en español. Para exponer la carencia del uso del euskera, el dominio social del castellano y la falta de autoestima lingüística de los más jóvenes se utilizaba el castellano para la audiencia de Cataluña. Ya se entiende que es lo más práctico, fácil y rápido a nivel televisivo. Pero resultaba desconcertante que en una noticia que entrevistaba a profesores de Euskadi denunciando este hecho se tuvieran que dirigir en castellano al micrófono de TV3. Y, de la misma forma, los adolescentes vascos que deben entender que su lengua es útil más allá del expediente académico normalizaban el uso del castellano para hablar en la tele. ¿Por qué los profesores y adolescentes de Euskadi no podían utilizar el euskera para hablar por TV3? Ciertamente, el espectador difícilmente los entenderá, pero pueden utilizarse los subtítulos, como se habría hecho con personas de Finlandia o de Japón. La noticia era una paradoja en sí misma. No hacía otra cosa que reforzar lo que denunciaba y que los profesores de Euskadi intentan combatir: que el euskera no sirve para comunicarse más allá del aula.