Una revuelta que nos ha pasado por alto
"El hecho de que lo que ocurre aquí no aparezca en los medios de comunicación de Estados Unidos y tampoco en los medios de comunicación europeos, ni en ninguna parte, ¿no dice algo? Nos dice que este presidente, por malo que sea, por más represor que sea con su pueblo, tiene apoyo desde fuera", dice un testigo. Punto de no retorno, la magnífica serie documental del 3Cat sobre las transformaciones que está sufriendo nuestro mundo, ha estrenado un nuevo episodio: ¡Despierta, Serbia! La revuelta de los estudiantes. Un reportaje que conmueve profundamente. La historia es tan potente que el director, periodista y documentalista Raül Gallego Abellán, se ha dejado llevar narrativamente de la mano de los protagonistas de la historia. Seguramente, de las dos temporadas de la serie es el episodio que exuda más emoción añadida. Es como si, esta vez, más allá de dirigirse a los espectadores, construyera un reportaje que quiere contribuir a la causa que marra. De hecho, los estudiantes serbios que están compartiendo ese reportaje en las redes ya están recibiendo amenazas.
Se trata del movimiento estudiantil de Serbia en contra del gobierno del presidente Vucic: "Imagínate que hubiesen echado a Hitler pero que su ministro de Información, el Sr. Goebbels, se hubiera convertido en el presidente, en el siguiente Führer después de Hierro pero su pasado a Sé. de Información es hoy el presidente de Serbia".
¡Despierta, Serbia! nos explica cuál es la chispa que hizo encender la revuelta de los estudiantes, que acaba convirtiéndose en la huelga de estudiantes más larga de la historia moderna de Europa. Y cómo adquiere una fuerza extraordinaria en todo el país, con tanta capacidad de influencia que es reprimida y dinamitada con estrategias ilegales y antidemocráticas por parte del presidente Vucic. Y queda patente en muchas de las imágenes. El periodismo de todo el mundo está mirando hacia Gaza, Israel, Ucrania, Rusia de Putin, Estados Unidos de Trump, China de Xi Jinping. Los medios europeos hablan de la ola de apoyo a la extrema derecha y los populismos que atraviesa Europa, sobre todo por parte de las generaciones más jóvenes. Y es curioso cómo, mediáticamente, se han olvidado de lo que ocurre en Serbia, que va justo en el sentido contrario.
¡Despierta, Serbia! no habla sólo de Serbia. Habla de las formas de gobernar de los presidentes autoritarios, de estrategias de represión, de control de medios de comunicación y de manipulación de la opinión pública, de la pérdida de derechos. El reportaje se introduce dentro de la organización y movilizaciones de los universitarios. A medida que avanza el relato, se incrementa la tensión pero también se abre el punto de vista. Y descubrimos, en el tramo final, todo lo que Serbia esconde bajo la alfombra, que conecta con la política a nivel mundial. Es otra advertencia del punto de no retorno. Quizás el inicio de algo que ocupará muchos titulares en las televisiones cuando ya sea demasiado tarde. No se lo pierdan.