Duelo en la caverna por quince millones de balas

El funambulista jefe ha vuelto a esquivar una nueva caída en el abismo y mantiene a sus mossos de pista y socios de gobierno al lado. El Mundo el asa entra dentro de la cotidianidad habitual: "Sánchez abrasa a Marlaska para aplacar a la izquierda" es el dramático titular de portada, que invita a barbacoa de ministro. Pero también El País parece tocarle el corteza, lo que evidencia el poder mediático del titular de Interior: "Sánchez desautoriza a Marlaska y cancela la compra de balas en Israel", escriben en primera página. La Razón también sale en defensa de las pobres empresas israelíes blandiendo la seguridad jurídica y diciendo que la imagen de España queda manchada por "romper un compromiso sin fundamento alguno y de forma caprichosa".

Pero está en Libertad Digital donde encontramos las tintas más cargadas. Para el medio de Losantos, la cancelación del contrato es, directamente, antisemitismo. han cantado bingo. "Pedro Sánchez tiene a unos socios tan judeófobos como para prohibir que España comercie con empresas de un país democrático", escriben en la editorial, donde tachan a la izquierda española de "asquerosamente antisemita". Es lo de bloquear cualquier crítica al Estado de Israel y las acciones genocidas que está perpetrando blandiendo el miedo a ser tachado de odiador de judíos. Como si no hubiera judíos decentes e ilustres que se han levantado y protestan contra esa deriva mortífera de su país. Termino con un subtítulo deEl Mundo: "Israel «condena enérgicamente la decisión» y advierte a España de que está «sacrificando su seguridad por motivos políticos»". Éste advierte es el clásico verbo que, si lo dijera uno de los clásicos antagonistas del rotativo, se convertiría enseguida en amenaza. En cualquier caso, encargo dado.