Celebración

La Fiesta de Verano del ARA celebra la libertad de expresión

Los suscriptores, lectores, periodistas y colaboradores del ARA comparten impresiones sobre el periodismo en el Museo del Arte Prohibido de Barcelona

Barcelona"La libertad de expresión se defiende llevándola al límite. Y el periodismo se salva haciendo más periodismo". La directora del ARA, Esther Vera, se mostró así de contundente en la tercera edición de la Fiesta de Verano, que este martes por la noche reunió a cerca de un centenar de suscriptores del Club Premium, lectores, periodistas y colectores colaboradores del diario en el Museo del Arte Prohibido, en medio del Eixample de Barcelona. Sería difícil imaginar un espacio más idóneo para reflexionar sobre el periodismo y la libertad de expresión, porque el Museo del Arte Prohibido reúne, precisamente, más de 200 obras que en algún momento de la historia han sido censuradas, denunciadas o agredidas. "El público sale del museo habiendo realizado un ejercicio de tolerancia", explicó Tacho Benito, el promotor del museo, que reivindicó que "la libertad de expresión es la máxima expresión de la libertad humana".

Durante casi una hora, la subdirectora del ARA Carla Turró condujo un debate entre Esther Vera y Tatxo Benet, que coincidieron en que tanto el arte como el periodismo son incómodos y, por tanto, todavía hoy se ven obligados a torear a los poderosos. Sin embargo, Benet se mostró más bien optimista: "Es verdad que en España esta última década la libertad de expresión ha sufrido muchos ataques, pero, si lo miramos en perspectiva, creo que estamos en un momento muy bueno". "Hace 50 o 60 años, el país era un desastre en términos de libertad general –añadió Vera–. Hemos tenido censores y directores de diario torturados. A pesar de que tenemos una ley de prensa que viene de la ley Fraga y, por tanto, aún tenemos que mejorar mucho, las grietas para dar nuestra opinión de forma abierta son cada vez más amplias".

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Los artistas y los periodistas comparten las amenazas contra la libertad de expresión, pero Benet considera que se encuentran en situaciones ligeramente distintas: “Cada artista puede marcarse sus propios límites, mientras que los periodistas trabajan colectivamente y deben defender los valores del diario". "Sí, porque un diario es un punto de vista –añadió la directora del ARA–. Para nosotros, por ejemplo, los insultos son una línea roja. Hemos tenido articulistas de todo el espectro político, pero nunca hemos permitido los insultos". En este sentido, Vera recordó que el ARA siempre ha apostado por "voces censuradas" que no necesariamente coincidían con la línea editorial del diario. "Recibimos a Joan B. Culla y Miquel Ferreres, que habían sido censurados en otros diarios", añadió.

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Aunque internet ha cambiado las reglas del juego del periodismo, ni Vera ni Benet lo ven como una amenaza. "La sociedad digital nos lleva a una mayor dificultad en el control de la información que no es controlada por el poder, y las redes sociales han llevado a la democratización del periodismo", según Benet. "Tenemos más ruido que nunca, pero también tenemos mayor capacidad de obtener información", dijo Vera, quien considera que actualmente "se hace mejor periodismo que nunca".

Amistad entre suscriptores

En la Fiesta de Verano quedó claro que un diario sólo tiene sentido si tiene una comunidad de suscriptores que creen en el periodismo. "En el diario hacemos las cosas de forma muy entusiasta, convencida y alegre, pero a veces no sabemos por quién las hacemos", dijo Vera, quien agradeció "poder ver las caras de los lectores". "Nos gusta saber que algunos de vosotros habéis tejido amistad gracias a las actividades del diario", añadió el periodista Daniel Romaní, que coordina las actividades con los suscriptores y que recordó que todo el que lo quiera puede unirse al Club Premio a través de la página web del diario.

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Los suscriptores, periodistas y colaboradores del ARA comparten impresiones sobre el periodismo

Tras el debate, la comunidad del ARA compartió una conversación más distendida en la azotea del Museo del Arte Prohibido, con un tentempié a cargo de Patatas Piqué, Estrella Damm y Mercadona, a las que el diario agradece la complicidad. Los lectores compartieron impresiones con los periodistas del diario, y también con algunos colaboradores que no quisieron perderse la fiesta, como Joan Burdeus, Germán Bel, David Fernández, Anna Manso, Anna Jolonch, Josep Maria Muñoz, Joan Ridao y Lourdes Parramon. Tampoco faltaron los periodistas Antoni Bassas y Antoni Batista, que hace unos meses ha asumido el cargo de Defensor del Lector del diario. Los lectores también tuvieron la oportunidad de conversar con los periodistas y responsables de secciones del ARA, como Mònica Bernabé, que mantuvo una distendida charla con un grupo de lectores interesados ​​en su trabajo como corresponsal.