¿Dónde están hoy las caras de los primeros concursos de TV3?
Aunque han pasado más de treinta años, la mayoría explican que todavía los reconocen por la calle
BarcelonaDesde los tiempos de Filiprim, TV3 ha encaramado una larga corrua de concursos que han quedado fijados en la memoria colectiva. El ARA repasa algunas de las caras que se hicieron populares gracias a este formato durante los primeros años de la pública y detalla cómo siguieron su carrera profesional una vez dejaron de aparecer en pantalla.
Francesca Fosalba
El paso del tiempo ha hecho que este concurso histórico de TV3, Filiprim, cuente ya con muchas bajas entre sus filas. Nos dejaron sus dos presentadores, Josep Maria Bachs y Jordi Estadella, y también los colaboradores más icónicos, como el encargado al que daba alma el actor Jaume Sorribas, el abuelo que interpretaba a Llàtzer Escarceller, el astrólogo Joaquim Teixidor o el dibujante Jaume Perich. También buena parte de sus guionistas originales, como Tom y Romeu, procedentes del humor gráfico, han fallecido ya. De esa primera emisión, del año 1986, hay una notable superviviente: Francesca Fosalba. Después de Filiprim saltó a Catalunya Ràdio, en el programa Buffet libre, también de la mano de Bachs. Ella fue la cara de las primeras cabalgatas de Reyes o de las campanadas de Fin de Año de 1986, además de coordinadora del programa Millennium, presentado por Ramon Colom. A partir de ahí, Fosalba dio el salto a la política: el PSC la fichó para encabezar la lista en las elecciones municipales del 2003. A pesar de ser la candidatura más votada, un pacto entre grupos hizo que no lograra la alcaldía hasta los siguientes comicios, en el 2007. Durante su mandato, vivió un suceso un: suceso tres menores y el hombre cayó al suelo a consecuencia de una patada. Las complicaciones derivadas de ese golpe le provocaron la muerte, después de una semana de ingreso. En 2011 Fosalba optó a ser reelegida, pero no salió adelante y acabó presentando su dimisión al PSC.
La Vicenteta
Un jovencísimo Antoni Bassas se puso al frente de uno de los concursos icónicos de la primera TV3. Entre el elenco de cómics que apañaba las pruebas, hubo uno que hizo especial fortuna: Cesc Queralt, más conocido por su personaje, Vicenteta, que, armada de su habla valenciana bien marcada y de una ropa y maquillaje pintorescos, disparaba chistes costumbristas. Más allá de su labor televisiva, Queralt ha destacado como formador de intérpretes. En 1977 fundó la Escuela de Actores de Barcelona, donde ejerció de profesor de interpretación, improvisación, comedia y cabaret.
La Marató de TV3 quiso devolver brevemente a Vicenteta a la pantalla. Corría el año 2011 y había un motivo evidente para hacerlo: Queralt se quitó la peluca y quiso explicar cómo él se había sometido a un trasplante de hígado.
Yeso y Murga
Iban en pareja y eran los dos asistentes del Tres picos y repicón,aunque el dúo Guix y Murga, además, añadían el humor a sus labores de apoyo. El dúo trascendió ese concurso y colaboró en varios programas de TV3, sobre todo en galas especiales, las cabalgatas y también durante una etapa en elUno, dos, tres cuando lo presentaba Jordi Estadella. Miquel Murga sigue vinculado al teatro. Después de que la pareja artística se disolviera con el cambio de siglo, ha dirigido varias comedias, como El juego de la verdad o ¿Me entiendes o te lo cuento? También estuvo trabajando en Catalunya Ràdio, la COM y Ràdio 4.
Mientras, Xavier Guix dejó el teatro definitivamente y optó por reanudar sus estudios de psicología. Y con éxito notable: es un conferenciante habitual, que aprovecha toda la experiencia comunicativa de sus años en televisión y escenarios, y se ha reconvertido como psicólogo de cabecera y coach de diversos medios y programas, como el Versión RAC1 de Toni Clapés. Tiene una quincena de libros publicados y el lema que preside su web podría aplicarse en primera persona: "Conócete y reinvéntate a ti mismo!"
Charli Diego
El juego del siglo fue un concurso de carácter cultural surgido del magín de Joaquim Maria Puyal, sólo que en esta ocasión prefirió el trabajo discreto de estar detrás de las cámaras y ceder las tareas de presentación a Xarli Diego. Procedente de la radio musical, este terrassense se había fogueado ya en TV3 asumiendo la presentación de unos pocos episodios del Tres picos y repicón cuando Antoni Bassas estuvo de baja por una hepatitis, y también presentó los sorteos de la 6/49. Después deEl juego del siglo, su trayectoria discurrió por un sendero imprevisto: se convirtió en asesor de comunicación para diferentes consellers de la Generalitat en etapa de CiU, en los departamentos de Justicia, Interior y Gobernación, con Núria de Gispert entre las titulares para quienes trabajó más cerca, ejerciendo de dircom desde su cargo de asesor. Desde su agencia de comunicación corporativa, asumió la prensa de la compañía El Tricicle y de la pasarela Gaudí, entre otros. En conversación telefónica con este diario, ironizaba: "No debo ser demasiado listo o muy inteligente, pero he trabajado con los que ya lo son para mí, como haciendo guiones para Rosa Maria Sardà o La Trinca, o para el maestro Puyal".
Diego tiene 68 años, pero sigue activo. En los últimos años ha publicado tres libros (Gracias por la música, Un millón de cosas y Salta por la puerta y entra por la ventana) y mantiene el podcast sobre la Antigua Roma Cave canamos, cuidado con el perro, donde mezcla historias sobre este período con su sentido del humor.
El señor Davies
Ojos bien salidos de las órbitas, dientes prominentes de una sonrisa amplísima y un grito característico: "¡Atención!"El juego del siglo se llamaba Julian Grange Davies pero, para Cataluña, era el señor Davies, a secas. Nacido en la actual Malabo, se enorgullecía de ser el primer negro que habló catalán en TV3 (aunque probablemente Guillermo de Efak le podría disputar ese honor). En cualquier caso, en aquella época todavía era exótico ver sencillamente a una persona racializada y, junto con Regina Do Santos o Lucrecia, formaba parte de la tríada que rompía el blanco imperante, tanto en televisión como en el país.
Formado como cantante y con una carrera después como modelo, antes de fichar por TV3 abrió una escuela de modelos, una agencia de modelos y una escuela de actores, todas con su nombre. Cuando terminó su etapa en El juego del siglo, los negocios entraron en decadencia y terminaron cerrando las puertas. El señor Davies murió prematuramente, a sus 59 años, en diciembre del 2011.
Miquel Chan
El sustituto del señor Davies no fue tan célebre, pero cuando volvió a salir a los periódicos lo hizo por la puerta grande. Chung Chan, conocido como Miquel Chan, asumió las funciones de banca en la segunda etapa deEl juego del siglo. En paralelo, regentaba un restaurante chino en la calle Buenos Aires de Barcelona. En 1997, cuando el programa ya era un recuerdo lejano, su nombre apareció como protagonista de una operación policial en la que se desarticuló una banda que estafó a dos mil personas clonando sus tarjetas de crédito. Los agentes detuvieron a cinco personas, una de ellas Miquel Chan, que aprovechó sus amplios conocimientos de informática para crear una sofisticada instalación que permitía duplicar las tarjetas. La crónica de La Vanguardia de la época consignaba: "Ha sido un trabajo de chinos", indicaba ayer, sin doble intención, uno de los agentes que ha participado en la operación. La forma de ser pillado también fue pintoresca, según relataba el diario: haciendo uso de una de esas tarjetas falsas en un prostíbulo, cuando le pidieron la tarjeta no le pidieron la documentación que acreditara al titular y solo le requirieron que apuntara su NIE en el reverso del comprobante. Con la euforia del momento, Chan apuntó su número en serio. Las últimas noticias sitúan a Chan de vuelta a China, donde ha abierto con éxito otro restaurante, cabe suponer que ahora ya sin trampas para las Visa de los clientes.
Las hermanas Bossy
Salvador Alsius presentaba el concurso Blanco o negro, que cada semana entrevistaba a una celebridad. Allí también estaban las hermanas Maria y Sandra Bossy, dos gemelas de aspecto adolescente y hoyuelos en las mejillas, que asistían a los concursantes. Su edad era un misterio –parecían más jóvenes que los veinte años que tenían– y como pareja artística tuvieron recorrido como cantantes y bailarinas. Maria Bossy recuerda que la popularidad fue instantánea y que si iban en pareja las reconocían al instante, por lo que en momentos que querían algo de tranquilidad habían optado por desplazarse en vagones distintos del metro. Sus vidas discurrieron en paralelo muchos años y, poco después de salir del programa, ambas se mudaron a Londres, donde fueron unos quince años y encontraron a las respectivas parejas. María conoció a su marido cuando él asistía a clases de claqué como hobby y ella hacía de perfeccionamiento. En el caso de Sandra, hacía un número en el cine Odeon antes de proyectar El rey león, donde interpretaba la Sirenita y aparecía flotando, nadando por los aires. Un técnico debía capturarla al vuelo: acabó siendo su marido, que la pescó... literalmente. También en Londres tuvieron criaturas: tres Maria, una Sandra. Después de los años de crianza, llegó la hora de volver. Sandra dejó de bailar a los 30 años y ahora es autora de sus propias canciones y tiene un proyecto musical llamado Morningblind. Maria todavía baila y también canta y su voz llega clara y entusiasta al otro lado de la línea telefónica: "Soy profesora en diferentes centros y he hecho de coreógrafa en varios espectáculos, como cuando creé el claqué de Gypsy, de Antonio Banderas. Bailar sigue siendo mi pasión".