Que nadie le amargue la fiesta a Ayuso, por favor

Multitudinaria protesta en Madrid por los precios de las viviendas abanderada por los jóvenes, como es comprensible. Los dos diarios más sanchistas, El País y La Vanguardia, la convierten en foto de portada. En cambio, elAbc, El Mundo y La Razón ignoran la protesta en su primera página y no le dedican aunque sea un titular de Liliput. Caram: mira que las tres cabeceras están abonadas a la tarea de ordeñar el descontento popular cada domingo con manifestaciones de diverso pelaje. Hoy, sin embargo, tocan el violín. ¿Será porque la protesta tiene lugar en el Shanadú de Isabel Díaz Ayuso? En realidad, tal y como explica El País, las protestas de los manifestantes se dirigían al conjunto de las administraciones, porque cuando tienes que compartir piso pasados ​​los treinta, y dejando un buen mordisco del salario precario, las sutilezas del reparto de competencias pueden llegar a importar poco. Pero la consigna está clara, en el Madrid de Ayuso no hay malestar por la vivienda, la fiesta no se detiene y los abuelos de las residencias están todos mejor atendidos que Jesús Gil en su jacuzzi.

Del día, un titular que evidencia el marco mental centralista de la prensa de Madrid es el deAbc, cuando consigna que Junts reclama todo lo presupuestado y no ejecutado por el Estado, en forma de transferencia. Escriben: "Quiere negociar con el gobierno que se transfiera a la región lo que no se gaste: desde 2009 son más que 42.000 millones de euros". El tono es enfadoso. Ya vuelve el chantaje catalán. Una mirada algo más limpia permitiría enmarcar la noticia como escándalo. Pero no uno donde Catalunya vuelve a ser la avera tacaña pesetera, sino que es la agravada de manera sistemática por gobiernos centrales de uno y otro color. Se reclama lo que te deben moralmente y quedas como lo malo de la película. Misma técnica que con el FLA, misma forma de atizar el anticatalanismo.